miércoles, 22 de junio de 2011

Apunte No. 4 El Señor Ingeniero....



Siempre vì que la gente le hablaba de "usted".  Mis tios y mi abuela se dirigìan a èl como "Ingeniero". Nadie en mi familia materna lo tuteaba. 

Jamàs lo escuchè decir una mala palabra ò pegar un grito.  Su expresiòn coloquial era "Ay`jo de la guayaba" cuando las cosas se  ponian complicadas.  Nunca lo vi tomar una gota de alcohol ni perder la compostura delante de nosotros. Fumaba.  No necesitaba levantar la voz para que le prestaras atenciòn, bastaba con que te volteara a ver con esos fulminantes ojos azules para que recordaràs cuàl era tu lugar en el orden de las cosas.



En sus años vigorosos era un hombre alto, fornido, de pocas palabras y firmeza en sus acciones.  Pocas veces lo vi de traje, pero su porte y personalidad no lo requerìan.  Todo el tiempo usaba gorra -llegò a tener màs de 100-  por que pasaba muchas horas bajo el sol.  No era fervorozo pero se destapaba la cabeza para entrar al templo.  Nos mandaba a misa con mi abuela los domingos en la mañana e ibamos al catecismo a Santo Domingo.

Era totalmente inadmisible que usaramos un pantalòn roto ò desbastillado, pero le gustaban mis collares de colores y mi gorra de marinera. Nunca me dijo nada cuando comenzè a utilizar maquillaje...



Ya en mi desbordante adolescencia, poco a poco y con cierta precauciòn fue soltàndome lentamente las riendas para que aprendiera a manejar el sentido de la libertad y no me matara en el intento... pero siempre se las averiguaba para hacerme recordar que èl todavìa tenìa asido el ùltimo extremo de la cuerda.  Cuando tenia 12 años sentìa que lo hacìa para fastidiarme y detenerme. Hoy que tengo 40, comprendo que lo hacìa para que yo pudiera encontrar el camino de regreso a casa si tenia que caminar perdida en la oscuridad...

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