viernes, 22 de febrero de 2013

Exposiciòn Fotogràfica 2013 Grupo Colli

Un año.  En un año se pueden hacer muchas cosas: conocer, tocar, observar, caminar, volar…  Un año más de vida que Grupo Montañista Colli, A.C. festeja compartiendo con todos nosotros muchos de los mejores momentos gozados  a lo largo del 2012 y que quedarán para siempre en la memoria de quienes disfrutaron juntos un año más de aventuras  y que además quedaron plasmados para siempre en bellísimas fotografías.

Desde las grandes cumbres del Izzta y el Popo envueltas en niebla hasta los litorales y playas maravillosas de nuestro país, nuestro recorrido fotográfico nos llevó a recordar viajes a la incomparable Huasteca Potosina y sus cascadas, Rio Pescados en Jacomulco Veracruz, municipios de Jalisco, nuestro entrañable Nevado de Colima, caminos rurales, fotos grupales sosteniendo con orgullo nuestro banderín, grutas y rios subterráneos,  barrancas interminables, pero sobre todo fue muy notoria la gran cantidad de  fotografías tomadas a insectos, hongos y plantas silvestres prevaleciendo en todas ellas una gran calidad y  sentido de la belleza que solamente se puede conseguir al reconocer la perfección que existe en las cosas más simples y diminutas.

Las palabras de bienvenida de nuestra Presidenta precedieron el festejo donde después de la develación de las fotografías por parte de los asistentes, sirvió de pretexto para saludar a viejos amigos y conocer a algunos invitados que por primera vez nos dieron la oportunidad de presentarles quién es el Grupo Colli y nuestro programa de excursiones.  Algunas botanas, refrescos y la infaltable presencia de Electrolit con su nueva línea de sabores mejorados engalanaron este evento de espiritu familiar y de sana convivencia.

En total  un grupo de  15 expositores nos deleitaron con  84 fotografías este año y agradecemos a los 65 asistentes registrados por su participación en esta velada.

¡Muy pronto estará disponible el programa completo de festejos en el que se incluirán actividades para todos los niveles físicos! ¡No te quedes sin participar y conoce a uno de los clubes de montañismo de mayor tradición en Guadalajara!

miércoles, 20 de febrero de 2013

Conociendo Los Ailes y su Velo de Novia

“Estaba en disyuntiva de inscribirme a la carrera ó venirme a conocer los Ailes… Pero ganó mi hija que quería venir a conocer la cascada”.  Aquí estamos -puntualitos como siempre  en el Parque Revolución-  los dos grupos de excursión de Grupo Colli para ésta mañana: El grupo de alegres guerreros que se irán a desafiar al Cerro Viejo con su segunda cumbre más alta de Jalisco y el grupo de caminata, dispuestos a conocer la tranquilidad de la caída de agua Velo de Novia en el poblado de los Ailés allá para el rumbo de Tecolotlán.

Risas y bromas entre ambos grupos se combinan y los guías nombran lista para ver quienes faltan.  De repente, nos toca ser felices espectadores del arranque del Medio Maratón con la impresionante velocidad de los kenianos… ¡Qué barbaros! ¡Esos hombres parecen galgos y el resto de los casi 5,000 participantes anunciados pasan corriendo detrás de ellos llenos de entusiasmo aún sabiendo que se necesitaría ser un chita para poder alcanzar al contingente africano que ya desde allí les lleva buena ventaja! 

El silbato de los guías indica que estamos a punto de partir.  Algunos retrasos nos hacen dejar tarde la ciudad, pero como sea, allí vamos todos.  Ailes es un pueblo pequeño, de esos que se concentran alrededor de un kiosko que parece perdido en el tiempo y calles de terracería flanqueadas de árboles viejos.  Algunos nopales muestran sus brotes tiernitos llenos de polvo y un gato curioso nos observa desde lo que parecería ser una casa de campo dejada a medio construir.  “Vamos a caminar un ratito” y de allí con paso cuidadoso se comienza a bajar la cañada que nos llevará hasta la cascada de unos 30 metros de alto que mantiene frescas y bien regadas las piedras llenas de lama que adornan el estanque de agua fría y escondida.  

La poza principal es hermosa y cada quién encuentra en ella lo que le gusta buscar.  Por ahí alguien hace comentarios del montón de colomos y otras plantas tiernitas que hay alrededor.  Hay quienes disfrutan la suave fuerza que tiene el  agua  y la brisa que nos rocía.  Alguien más traza rutas mentales sobre cómo podría escalarse la piedra que da la impresión de ser una concha acústica encuadrando el paisaje…  Seguimos caminando.  Una vereda que nace en el lecho del rio nos lleva más delante hasta lo alto de la ladera nuevamente.  Nos quedamos sentados un rato a la sombra de un árbol contemplando los cerros de alrededor.  A unos 40 kilometros de distancia parecen estar las Rocas de la Florida y nuestro guía nos platica del grupo que salió en días pasados para allá.  Algo de agua y fruta para rehidratarse y también hubo quién aprovecho para revisar las huellas que les fueron dejando las huizacheras en el camino.  Bajamos de regreso con cuidado siguiendo caminos trazados por el paso de las vacas.  Algunos huesos de ganado y lo empinado del terreno nos recuerdan que hay que pisar con cuidado y finalmente llegamos al pedregoso paso del rio que parecía salpicado de escenarios donde tomar alguna buena foto mientras brincábamos de roca en roca. Un regreso que bien sirvió para sacarnos hambre a todos y disfrutar de nuestro lonche a los pies de esa cascada que nos invita a visitarla otra vez cuando las lluvias desborden su cauce y entonces descubrir si además de hermosas, en sus piedras también cantan las ranas….