jueves, 21 de octubre de 2010

Las Piedras.

Era completamente redonda.  Blanca. Perfecta.  Parecia un mudo carcelero que soltaba de uno en uno los demonios que rondaban en mi cabeza.  Jamàs habìa sentido miedo, ni cuando era niño y me salia a caminar en la obscuridad del cerro escuchando crujir la arena bajo mis pies . Me enseñaron a enterrar en el centro de la tierra cualquier vislumbre de compasiòn ante quien no la merecìera y no hay nadie merecedor, por que todos son culpables de algo....

Por primera vez escucho como suena el viento entre las ramas quemadas por el sol. Volteo de reojo y la luna sigue sobre de mi, rièndose. Este montòn de piedras escondidas detras del arroyo seco siempre me han hecho sentir dentro de una coraza. Eran mi territorio.  El lugar donde a los demas chicos les aterraba ir, no sè si por mi ò por lo que la gente contaba en el pueblo: decìan que en este lugar se escuchaban gritos y lamentos, habìa quienes aseguraban que esa era una cueva de Nahuales.  Algunos decìan que habìan visto luces moviendose entre las piedras.  Yo puedo decir que nada era cierto.  Mi vida a pasado sentado sobre ese montòn de piedras caprichosas, viendo caminar sobre ellas arañas del tamaño de mi mano y alacranes.  Nunca he visto nada ni escuchado nada. Aqui no hay nada.  Lo que pasa es que todos ellos son unos cobardes y se asustan con los simples cuentos de los viejos...

Muchos dijeron que yo la mate.  Otros decìan que era bruja y finalmente el demonio se la habìa llevado de regreso al infierno. Como no encontraron su cuerpo dijeron que me la habia comido.  Un dìa vinieron a buscarme un grupo de hombres armados y el capellan de la iglesia.  Decìan que por mi culpa y la de mis pecados, la tierra estaba seca y maldita.  Las mujeres que venian detràs comenzaron a rezar Aves Marìas cuando me vieron salir. Si quieren sacarme tendràn que venir por mi.  Nadie se atreviò a dispararme.  De la nada comenzò a hacer viento fuerte, de esos vientos que levantan la tierra y las hojas secas.  Dijeron que yo era el mismisimo Diablo y se fueron.  El cura me arrojò agua bendita mientras decìa cosas que solo èl entendìa.  Las mujeres lloraron y se fueron corriendo cuando vieron que mi unica respuesta fue arrojarles puños de arena.  Es el demonio mismo y èl la mato, fue lo unico que dijeron un par de cobardes que se atrevieron a aventar unas piedras cuando vieron que ya me habia dado la vuelta.  No han regresado, pero sè que vendràn cuando piensen que ya no los espero....

Nunca sabre con precisiòn de donde vengo.  Muchos decìan que era la prueba de que Coralla era una bruja.  Vieja, loca y anciana de repente tenia un hijo que nadie reclamaba.  Algunos decian que el mismisimo demonio la habia dejado encinta.  Otros decìan que habìa guardado una piedra en forma de niño y la habia convertido en carne.  Por años escuche toda clase de mitos hasta que deje de bajar al pueblo a escondidas.  Me llenaba de rabia ver su desprecio hacia mi si yo no les habia hecho nada.  Coralla no estaba loca.  Estaba vieja y decìa muchas cosas.  Una vez me dijo que me encontro llorando arriba de las piedras blancas bañadas de luna.  Otra vez me dijo que me encontrò tirado en unas cobijas por allà por el camino a las minas  y pensò que estaba muerto.  Me dijo que mi madre habìa sido una puta y antes de ser ahorcada, me diò a luz en sus rodillas y le pidiò que me criara.  Nunca sabre a ciencia cierta de donde vengo.  Pensè que nunca me iba a importar... hasta hoy... hoy me sentì extrañamente solo...

En las piedras aprendi muchas cosas.  Una piedra se puede leer y te enseña a comprender todo menos a los hombres.  El desierto te da de comer si se lo pides y no te dejara morirte de hambre ni de frio si no ha llegado tu hora.  Siempre sabràs que esperar de un escorpiòn y los espiritus re-encarnan en las cosas que les gustan.  El miedo es un invento para dominar a los otros y solo los fuertes prevalecen enmedio de sus espinas.  Nunca me enfermè.  El universo no te necesita para seguir existiendo pero te da la oportunidad de aprender de èl si lo deseas.  Coralla decia que temìa el dia que me hiciera hombre, por que sabìa que no podrìa vivir entre las piedras para siempre.  Decìa que me cortarìa los pies y la lengua ese dìa para que no pudiera salir de aqui y me corrompiera como todos los demas hombres.  Tenìa un cuchillo con el varias veces la vi atravesar a un armadillo al lanzarlo.  Era lo unico a lo que me enseño a tenerle miedo...sabia que si lo querìa, podìa partirme a mi en 2 pedazos sin pensarlo.

Siempre se quedaba quieta muchas horas.  Sentada sobre sus rodillas, con los ojos cerrados y agarrando el collar de piedras azules que decia que era la puerta del universo.  Decìa que viajaba hacia otros lugares y epocas y  luego regresaba para agarrar su cuerpo.  Muchas veces me quede sentado con los ojos cerrados junto a ella. No sè como lo hacia, pero se daba cuenta de cada movimiento y pensamiento que pasaba por mi mente.  Decìa que podìa hablar con los espìritus de la tierra y bajar al pueblo sin que nadie la viera.  Algunas veces al despertar habia gallinas muertas en la casa.  Nunca me decia como ò donde las habìa atrapado.  Su unica respuesta era ordenarme que comiera  mientras prendia hierbas para santificar la casa. 

A un dia de camino se encuentran las minas.  Dicen que antes habìa mucho oro, pero la gente no supo agradecer a la tierra por abrir sus entrañas y darselo a los hombres y por eso se secò.  Los pocos que se quedaron nunca regresaron al pueblo. Tampoco los encontraron.  Dicen que en las minas se esconde un animal mitad demonio y mitad hombre y se traga a los que se animan a entrar sin encomendarse a San Miguel Arcangel. Son mentiras. Un dìa fui a buscarlo hasta el fondo de la mina grande y no lo encontrè. Nunca dije a donde habìa ido.  Cuando regrese a la entrada de la mina, Coralla estaba parada viendo como ardìa una rama de tezontle que traia en la mano.   -¡Asi es la vida de los hombres!- dijo mientras arrojaba la rama a mis pies.  -piensan que son lo màs importante que existe en la tierra y que duraran para siempre....no son mas que un montòn de polvo seco que se lleva el aire.  ¡Camina y escucha a la Tierra.  Escucha a los dioses y a los espiritus, no a los hombres!- Fueron sus unicas palabras para mi durante todo el camino....

Pasaron 2 lunas nuevas desde mi viaje a las minas cuando vinieron 3 hombres a buscarme.  Dijeron que el Juez del Pueblo y el Capellan habìan resuelto que serìa internado en el Seminario de San Francisco, que yo no podìa continuar viviendo como una fiera salvaje y necesitaba recibir los sacramentos de la Iglesia.  Coralla no contestò nada, siguiò sentada en el suelo haciendo dibujos en la tierra con sus dedos.  Un hombre me subiò a su caballo y comenzamos el viaje al Seminario.  3 dìas caminamos en circulos hasta que se les terminò el agua y uno de los hombres comenzò a tener fiebre.  Me acuerdo solamente que a mi me tenian recostado a la sombra de un Sahuaro. Tenia hambre.  Me quede dormido y cuando desperte estaba con Coralla en las piedras.  Pasaba sobre de mi atados de hierbas secas mientras canturreaba cosas.  No me permitiò hablarle hasta que terminò.  Nunca volvieron a venir mas hombres a buscarme.

No es que ella haya muerto.  No quiso volver a su cuerpo solamente.  A lo mejor, estaba harta de vivir entre escorpiones y piedras y decidiò largarse. Esperè por dìas.  Estaba inmòvil, màs de lo normal.  Nunca habia durado màs de un dìa sin despertarse.  A veces al abrir repentinamente los ojos se retorcia en el suelo y gritaba como un cuervo.  Otras veces hacia otros ruidos.  Yo solo la observaba callado y luego esperaba a que se sentarà y comenzarà a aventar hierbas al onofre que teniamos en el centro de la casa. A veces me platicaba cosas que habia visto.  Otras veces simplemente se quedaba callada con la mirada perdida hasta que volvìa a caer la noche. Algunas veces yo bajaba al pueblo mientras Coralla se iba.  Me decìa que no debìa bajar nunca. Que yo era diferente y no tenìa nada que pedirles alli.  Yo querìa tener un hermano pero no podia. Tampoco podia desaparecer como Coralla. Lo unico que podia era sentarme y quedarme quieto.

Supe que algo estaba mal cuando vi esas hormigas sobre su cuerpo.  Coralla me enseño muchas cosas pero nunca me dijo que tenia que hacer con ella el dia que ya no regresara.  Amaba la tierra y caminaba descalza por que decia que era la forma de entregarse a ella.  Pensè que le gustarìa sentirse abrazada por la tierra misma en sus entrañas.  Hice un hoyo grande junto a la subida de las piedras.  Queme sobre èl ramas de aroques secos y hojas de madretierra que habia en el lugar. Hice eso por que es lo que hubiera hecho Coralla.  La rocìe con polvo de tenacas que guardaba en una canasta colgada casi en el techo.  Tambien tenia candelillas secas y hierbas que no sè su nombre.  La envolvì en la cobija que usabamos para tapar el sol del lado de las barrancas y la baje al centro de la tierra.  Despùes volvi a hechar encima la tierra roja que habia salido, puse las piedras que habìa encontrado bajo la tierra en el mismo lugar donde estaban tambien.  Por primera vez me permitio usar sus collares y senti que el pecho se me abriò como cuando vas a gritar con fuerzas, pero no dije nada.  Me amarrè tambien el lazo de cuero que tenia unas plumas largas y negras encajadas. Pensè què pasarìa  si ella regresaba y yo ya habia guardado su cuerpo.  Prepare una vacija con agua para lavarla.

Coralla no hablaba mucho.  Decìa que la voz era un regalo de los dioses y se la tragaban las serpientes para escupirla en la tierra.  Escuchaba como si fuera un arbol.  A veces me decia que si queria hablar, lo hiciera conmigo mismo: era el ùnico que no me traicionaria ni me dejaria solo nunca.  La gente no entiende.  La gente mata.  El puma mata por comida.  Los hombres matan por venganza.  Alguien que venia de las minas dijo que me viò matarla.  ¡Nadie podìa matar a Coralla!  El grupo de hombres vino a preguntar en donde estaba la vieja.  Nunca la soportaron por que ella les recordaba lo que no eran.  No les importa saber donde esta.  Quieren un pretexto para acercarse.  No les importa saber si yo la mate ò no.  Ellos querìan hacerlo de cualquier forma, solo quieren liberarse de sus culpas conmigo.

Tuve un sueño extraño.  Corria sobre las piedras, pero oia como las uñas de mis pies golpeaban como si fueran garras.  Sentìa mucha fuerza.  Me dio hambre y mataba con mis propias manos, podia destazar la carne y sentir la sangre caliente escurriendo por mi cuello.  Los perros estàn ladrando mucho.  Comienzo a correr y de repente mi mano pisa una trampa de las que ponen los jornaleros para atrapar animales. Sigo corriendo y mi mano punza mientras los perros me estàn persiguiendo.  De repente siento como me alcanzan y comienzan a clavarme los colmillos. El sonido de un disparo me hace despertar con un grito.  Me sentè mientras sentia que el corazòn se me saldrìa por la boca y los chorros de sudor corrian por mi espalda.  Al querer agarrar la vela que estaba en la ventana, un dolor en mi mano izquierda me hace retorcerme.  Creo que la tengo fracturada. Coralla podrìa explicarme que estaba pasando.  Pero ya no està.  No tengo a quien preguntarle. Me quedo sobre las piedras sentado... preguntandole a la tierra que es lo que acababa de sucederme.Pero no me habla.  Se ha quedado callada.

Tres dìas estuve sentado en el mismo lugar.  Tampoco habia tenido hambre ni sed en todos esos dias. Me sentìa lleno. Sabìa que me quedarìa dormido en cualquier momento.  Me meti hasta el fondo de la casa y me envolvì con su cobija. Tambien saque su cuchillo. No sè cuantas horas ò dìas dormi.  Estaba obscuro cuando desperte, creo que era de noche.  A mi alrededor habìan muchos cuervos de desierto.  Todos estaban callados y me observaban atentos.  Cuando me levantè, volaron hacia el techo de la casa y gritaban y hacìan mucho alboroto.  Voltiè y vi mi cuerpo envuelto en la cobija, innerte.  No podìa tocarlo.  Voltìe hacia arriba para ver a los cuervos y  salieron volando por la puerta graznando y tirando plumas.  Podia tocar todo menos a mi cuerpo.  No sè si estaba soñando.  Comence a caminar sobre las piedras. Comenze a bajar hasta llegar al pueblo a sabiendas que no debo de hacerlo.  De repente me senti ligero.  Brinque y me subi a la rama de un arbol sin esfuerzo.  Sigo caminando por las tejas sin que nadie note mi presencia.  A nadie le inquieta.  Veo mi reflejo en un vidrio viejo, soy un gato.  Me escondo detras de una reja mientras unos hombres hablan cerca de la Iglesia.  No hay gente en las calles.  Hablan todos al mismo tiempo. Un hombre dice haber visto a Coralla.  Dicen tonterias de hombres simples.  Solo los observo pero no me interesan sus voces. De repente alguien dice que viò al animal que mato a los becerros hace unos dias.  Dice que tiene una pata lastimada y no debe de andar muy lejos...

Desperte.  Ahora no estoy asustado.  No como antes. Mis correrìas nocturnas se vuelven mas recurrentes.  Me siento poderoso.  Invencible. Solo. Como nunca solo. ¿De que te sirve tener los poderes de los dioses si estas atrapado en una carcel de carne?  Ellos regresaran.  No se quedaran quietos.  La tierra sigue callada, no me habla... Pienso en esa mano vieja y callosa acariciando mi pelaje pardo mientras me permiten comer un pedazo de pan remojado en leche.  Es la unica demostraciòn de afecto que he tenido en mi vida.  A veces comprendo por que Coralla se hartò de estar en las piedras. Comprendo por que se quedaba por dias enteros con la mirada perdida. Ojalà llegaran pronto para terminar con esto.  Los puñados de tierra no los detendràn para siempre...

Oigo sus pasos.  Mi cuerpo esta dormido en el fondo de la casa, debajo de mi almohada tengo el cuchillo de Coralla. Si lo despiertan no podrè regresar a èl y me quedarè en esta forma para siempre. Mi corazòn palpita con tanta fuerza que puedo escucharlo como si estuviera afuera de mi.  Siento chorros de sudor recorriendo mi espalda.  No voy a huir.  No me voy a ir por que este es mi lugar.  A donde me vaya siempre habrà alguien que me quiera perseguir.  ¿Como supo encontrarme Coralla? ¿Donde habrà otros  iguales a mi? Oigo sus voces. Deben de estar a  medio kilometro de las piedras.  La subida es pesada para quien no esta acostumbrado a llegar hasta acà y en la noche màs.  Solamente veo 3 antorchas. Sabia que ellos cumplirian su promesa de acabar conmigo y està era su oportunidad perfecta.  Ya no serìan los asesinos del Nahual de las piedras, serìan los heroes del pueblo y nadie recordarìa sus pecados anteriores.  No les voy a dar ese honor.  No me importa lo que pase pero esto terminara de una vez: como yo lo quiera ò como la tierra me mande.

 Despierto lentamente y tomo con cuidado el cuchillo que està debajo de mi cabeza.  Sin encender ni una vela acomodo unas cobijas viejas donde yo estaba acostado.  Sè que son unos cobardes y llegaran disparando sin preguntar nada.  Si fueran hombres cabales pelearia con ellos de frente. Me paro junto a la entrada con el cuchillo alzado en mi mano.  Estàn afuera.  Hablan con murmullos y apagan sus antorchas.  Piensan que no los he visto todavìa.  Escucho como cortan cartucho. Se preparan. Es una escopeta. Traen perros.  El mas valiente entra lentamente asi como queriendo acostumbrar sus ojos a la oscuridad de esta cueva a la que me enseñè a llamar mi casa.  Arrastra los pies mientras camina.  De repente y en medio de su miedo comienza a disparar al bulto que divisa entra las sombras.  Piensa que soy yo y los otros 2 entran corriendo a ver que sucedio.  Antes de que pudieran prender la antorcha me le dejo ir al primero que està cerca de conmigo. Sus gritos se ahogan entre las garras de un puma que me lo arrebata y que parece haber salido de la mismisima pared.  Su sangre me salpica la cara.  Los perros comienzan a aullar con desesperacion desde afuera.  De repente se quedan callados.  El hombre continua disparando dentro de la casa a hacia todas partes mientras que el otro no puede prender la antorcha.  Me escondo detràs de unas piedras mientras busco mi cuchillo.  Un grito de terror paraliza a los dos hombres alumbrados con la antorcha.  La figura de Coralla aparece pintada en la pared.  Es como si fuera una sombra de colores y comienza a acercarse a ellos con los brazos extendidos y sus ojos fijos, clavados en ellos.   El hombre que traia la escopeta saca un crucifijo de madera de una bolsa de su pantalon mientras el otro esta tirado en el suelo revolcandose y hechando espuma por la boca. Està muerto. Solo queda el que pensò que me habia matado a balazos al entrar.   Al verme acercarme a èl caminando, sale corriendo.  Se resbala al bajar de las piedras y se puede escuchar desde aqui como se parte su cabeza como si fuera un cantaro seco.  Se acabo.

Suspiro lentamente mientras camino a sentarme en las piedras que dan hacia la barranca.  Otra vez volteo a ver la luna, pero ya no se burla de mi y me atormenta.  Ahora sonrie serena y siento como la tierra me abraza.  Un puma salvaje se acurruca junto a mi mientras me mira con esos ojos marrones que yo ya conozco.  Cuando vengan a buscar a los hombres veràn que los mataron los pumas del desierto y se llevaran los cuerpos. Ya nadie màs vendra a buscarme jamàs.  Soy libre.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Peligro...

Mariposa fresca de ojos marrones
Venenoso es tu dulce encanto
Quien quisiera robarse tus tiernas alas
Y perderse entre ellas un rato.

Si atraparte no fuera pecado
soñarìa entre tus manos un juego
Te arrancarìa de raíz la inocencia
Y te enseñaría como se hace hervir al fuego.

Mariposa de labios sedosos
Que te sabes dueña de tu perverso mirar
Conviértete en mortal un rato
Para poderte apresar

lunes, 11 de octubre de 2010

Espero que de aqui....no se las lleve el viento!

"Papelito habla...por que a las palabras se las lleva el viento".  ¡Cuanta desconfianza reflejaban para mi esas palabras! ¿como no voy a confiar en lo que me diga mi mejor amiga...y màximo cuando iba acompañado de expresiones de veracidad inquebrantables tales como "¡te cae si no!" ò un "te lo juro..." mientras hacias extrañas figuras con los dedos... 

Para mi Tio Montes, la vida era diferente.  La palabra de nadie tenia validez y màximo si se trataba de asuntos que tuvieran que ver con la cartera.  Todo lo queria hacer èl por escrito y si era posible con testigos de aquel acto (¡cuatro personas para que algo tuviera que ser cierto...era tan descomunal eso para mi!). Un dia me enojè con mi Tio cuando vì que mi abuela le firmo un papel de algo.  Nunca supe de què fue por que yo no podìa preguntar cosas que no eran asuntos de chiquillos...

Si bien con el tiempo, comprendì que no es que mi Tio Montes fuera desconfiado, si no que era todo un Señor Licenciado y los Licenciados aman tener papeles llenos de firmas para sentirse importantes.  Tambien pensaba en todo el monton de palabras que eran arrastradas de aqui para alla por el viento...¿y a donde llegarìan? ¿habrìa algun especìe de basurero de palabras arrastradas por el viento asì como se acumulaban las hojas secas en el fondo de la cochera? ... ¡a lo mejor por eso se habian inventado los libros! para que asi, todas esas palabras que formaban las historias no se fueran por todo el mundo siguiendo las corrientes de aire y pudieran estar disponibles cuando se necesitaran para algo.  Eso es.  Por eso habia tantos libros en la casa.  Para que todos pudieramos tener palabras si las llegabamos a necesitar.

Con los años, los libros pasaron de moda -estos no pudieron ser arrastrados por el aire por que son muy pesados-, pero poco a poco la gente comenzò a olvidarse de ellos.  A lo mejor la gente perdiò el miedo a que sus palabras fueran llevadas por el aire por que a ciencia cierta, nadie parece haber encontrado el basurero de las palabras arrastradas, ò quizàs pensaron que ya habian demasiadas palabras en el mundo... creo que nunca podrè estarlo segura del todo....

Es extraño. En un mundo hecho de letras y donde cada dia se inventan nuevas formas de escribir nuestras ideas y pensamientos, a la gente ya no le gusta leer. Nos enseñaron a escribir (para que no se lo llevarà el viento....) pero no nos enseñaron a leer.  Total, ¿a quien le importa leer?

Hoy descubri algo que muchos pioneros ya han descubierto antes que yo.  Que los muros virtuales que podemos llenar de firmas y afiches tienen el mismo gran defecto que tiene los libros por aqui: No les gusta ser leidos.  A lo mejor, solamente son tìmidos y no les gusta hablar contigo de los pasados  gloriosos que fueron quedando colgados en ellos...o quizàs,  se enteraron de que a las palabras se las lleva el viento y eso les pasa en realidad.  Solo que aqui no hay viento.  Solamente hay tiempo que se les cae encima y entierra para siempre hasta  los mas buenos deseos y hazañas.

Hay algunas cosas que ya se fueron. Tambien hay cosas que yo no quiero que entierre ni el aire ni el tiempo.... 

PartyLike Andi loopz: aaaaaaaahhhhh! hahahahaaa mami hermosaaa queridaa : )
si me pusiera a escribir todo todo todo todoo lo que te deseo y quiero !!
el facebook colapsaria por tanta informacion y faltas de ortografia pero para que no se te olvide te lo recordare un poquito... ♥
mami te amo muchisimo, agradezco mucho que me haya tocado un se
r tan lindo como tù para que fuera mi maestra en esta vida, no solo eres mi mami querida, sino tambien mi amiga, mi complice, mi diario, mi doctora, mi psicologa tsss tu eres mi todologaa que siempre estas ahi para mi , muchas gracias por siempre tratar de hacer lo mejor para que yo este bien, por tratar de nunca fallarme.

ya no escribire mas porque luego lloras! : ) ♥
te quiero mami!
FELICIDADES POR ESTOS AÑOS LLENOS DE MAGIA Y LOGROS!
FELIZ CUMPLEAÑOS!! :D


Isabelle Turner eeeeeeeeeeeeeeeeeehhh!! feliz cumpleaaañosss mami!!:) gracias x ser una de las mejores mamis del mundo!! :D y x ser mi mama!! tkm!! aunqk ya stes viejita y tengas tus ataques monstuomenospausicos!! xD jajaja ntk mama!! <3 = te keremos!! (poes ya qk vdd!! xD) ... :D ^^  

Todo lo demas que pudiera decirse, creo que ya se lo ha robado el viento esta vez....

jueves, 7 de octubre de 2010

¿Elixir de la vida? ¿de verdad se necesita vivir tanto?

Hoy leì una nota que hablaba sobre la producciòn de un coctel de aminoàcidos que segùn eso, habìa dado por resultado en un grupo de ratones de laboratorio, una longevidad casi mayor en un 30% sobre el grupo de ratones que solo habian tomado agua "normal".  Despues de eso, venìan enumeradas las magnificas posibilidades traduciendose en años añadibles a la vida humana.... alcanzar promedios de vida de 100 años està mucho màs al alcance que nunca segùn este grupo de cientificos.  En mi cabeza solo ronda una pregunta: ¿para què?

¿Para que queremos vivir tanto? ¿Para ser una sociedad de viejos que enriquecen los bolsillos de las farmaceuticas, los geriatras, las estancias diurnas y nocturnas, los hospitales, los psicologos y psiquiatras? ¿ Para trabajar en promedio hasta los 58 ò 60 años y despues vivir de una pensiòn sostenida por cada vez menos gente joven que deba de sobrellevar nuestros gastos durante 40 años? ¿Para ver como te conviertes cada vez màs en una carga ya no nada màs para tus hijos, si no tambien para tus nietos y quizas para tus bisnietos?

En un mundo utòpico y perfecto, quizàs -y solo alli y quizàs- seria hermoso ver a tus siguientes 3 ò 4 generaciones crecer y desvelarse en cuidados amorosos al abuelo que vive adosado a ese viejo sillòn.  En la realidad de mi corta vida, nunca he visto aplicarse algo asi.  En la mayorìa de los casos que conozco,  (que cada vez tristemente son mas), el abuelo ò la abuela son una carga làstimosa con la que nadie quiere ò puede lidiar.  Cumplir demandantes horarios de trabajo, cargas domesticas, crianza de hijos y  problemas personales de todo indole tienen que ser llevados al lìmite en un largo malabarismo con las labores de cuidados al padre ò al abuelo enfermo. La vida es un regalo preciosisimo que debe de cuidarse y observarse como es simplemente: un proceso que tiene sus tiempos y sus razones y no debe de alterarse por nuestra mano.  Todo lo que el hombre "toca" en nombre del "progreso y la modernidad" termina convertido en basura ¿para muestra? nuestro propio planeta.  Decidimos alterar los ciclos naturales que existieron felices y en armonia durante millones de años y la tierra en un siglo se convirtiò en un basurero  climaticamente inestable.  En 50 años llenamos de plastico y desechos el agua, la tierra y hasta el espacio ¿todo para que? Por que teniamos que ser una sociedad moderna, desechable y consumista como la que hemos logrado... ¿Cual va a ser nuestro siguiente gran logro? ¿Alterar los relojes biològicos naturales de la vida y de la muerte?

¿De verdad quieres tù vivir 100 años?..yo no...

Dicen que mi adorado Jim Morrison dijo una vez: "vivè ràpido, muere ràpido y deja un cadaver presentable"... quizàs como siempre dentro de su particular forma de ver la vida, tiene mucho de razòn, pero yo lo diria de otra forma:  "vive feliz, muere ràpido y deja a los demàs un hermoso recuerdo cuando te hayas ido"...

martes, 5 de octubre de 2010

Serà casi en 20 años...

No...20 años son muchos...demasiados. Quizas en unos 10 ò 12 cuando mucho.  Me imagino tanto la escena tan ordinaria y simple: una casa llena de macetas y plantas costeras de hojas grandes, redondas, rojas y amarillas. Caracolas y adornos por toda la casa. Fotografias, cuadros, cortinas... una casa llena de recuerdos y de momentos vivìdos, de muebles gastados por el paso del tiempo y de los amigos.  Un viejo asador de ladrillos sentado bajo la sombra de la palmera. Alli junto, una maceta grande, con crotos de enormes hojas verdes y amarillas y las sillas del jardìn.  Las macetas colgantes del patio me recuerdan las plantas que tenia mi tia abuela en el rancho hace tanto tiempo...

Muchos recuerdos.  Por toda la casa pequeños trozos de pasado que me recuerden los quienes y los motivos.  Quizàs un gato y un perro.  En un tiempo pensè en hacer arriba una terraza grande. Un lugar amplio y con un chapoteadero donde pudieras tomar una cerveza mientras observas las palmeras del frente.  Casi puedo sentir en mi piel el olor del mediodia, lleno de sol y de cocos .  No comprendo del todo de donde me nace esa sensacion que parecen cosquillas que me corren desde dentro de los huesos cuando me translado mentalmente a este lugar.  No sè por què realmente, pero amo esta casa. 


No sè que harè con la sotehuela.  Si hago la terraza,obvio esta serìa la escalera para el segundo piso.  No creo realmente que vaya a lograr hacer algo asi.  El dinero no alcanza a veces para pagar todos los sueños.  Igual, quizàs me concentre mejor en poner un hermoso piso de cantera en el patio y en la cochera.  Quitarè el cemento que està tapando el jardin del pie de la ventana de la calle y a pesar de que Carlos se oponga, sembrarè alli en el jardìn de afuera otra palmera y quizàs una màs en la banqueta. Lo que quede de espacio en el jardin lo llenarè de crotos rojos y amarillos. Me gustan los crotos.  Me gusta ver la calle que me recuerda que estoy en la playa.  Me gustan las piedras redondas y llenas de arena que bordean nuestra banqueta.  Aqui huele a tierra mojada todavia cuando termina de llover.

Quizàs en la sotehuela pudiera poner mas plantas.  Al centro una fuente de cantera.  O quizàs con un poco màs de diseño y tiempo libre, crear un jardin tropical pequeño y controlado... no lo sè, quizàs pudiera generarme humedad en la casa...habrìa primero que forrar de azulejo el contorno de las paredes y el fondo del piso tambien....O quizas pudiera hacerse alli una pequeña barra ò cantina...no sè que harè exactamente con esa sotehuela...

Me levantarè temprano y sin prisas.  Prepararè cafè que llene de olor toda la casa y despues saldrè a regar las plantas antes de que suba el calor.  Quizàs tenga pajaros, pero que no sean tan delicados.  Una casa de abuelos no puede estar completa si no tiene pajaros que canten en la mañana.  Pero no me gustan mucho los pajaros, ademàs hay que limpiarles las jaulas y el gato se los puede comer.... No sè realmente si vaya a tener pàjaros o no... Despues de barrer y trapear un poco, quizà suba a mi perro al coche y vayamos a algun lugar a ver el paisaje y escribir de las cosas que se me vayan viniendo a la cabeza.  Tal vez me ponga a leer cosas que me traigan recuerdos de amigos y lugares que ya no estàn.  Tal vez solo me siente a ver como las olas continuan golpeando y rugiendo contra la arena y el viento...

Algunos dìas por semana quizàs trabaje como voluntaria en la reserva natural y cocodrilario que està por el libramiento.  O quizàs tambien en el santuario de tortugas marinas que hay cerca de Boca de Apiza.  Quiero sentarme con el pelo amarrado en una cola, mi vestido de manta de colores y collares de conchas y semillas a ver como eclosionan los huevos y corren las tortuguitas a alcanzar el mar. Quizàs mi carro ya estè un poco viejo y tenga la pintura mas quemada por el sol. Me gusta sentirme en armonìa con la tierra finalmente.

Cuando llegue en la tarde, el gato estarà dormido en los equipales de la sala.  Me verà entrar y bostezara.  Quiero tener muchos libros. Libros de historias, de lugares, de gente, con fotos.  Cuando comienze a meterse el sol a lo lejos se escucharàn los grillos y las besuconas.  No es necesario prender los ventiladores por que el aire esta fresco y ademas huele a sal nueva y a aceite de limòn. Es hora de prender la computadora para recordar que yo estoy escondida en un santuario y en mi propio refugio.  Tambien leerè las historias de la gente y me alegrarè de que la vida sigue su curso.

En verano hay que prender citronela y limpiar a fondo la casa, por que con las vacaciones llegan quizàs los nietos y los amigos.  Entonces la rutina cambia.  Igual hay que regar las plantas temprano antes de que suba el calor, pero ahora hay que preparar el desayuno.  Fruta fresca picada y chilaquiles. En la cocina hay rejas de limones  y mangos.  A medio dia asaremos pescado al carbòn y tambien habrà tostadas de ceviche y cervezas.  El olor a mar se confundira entonces con el olor a bloqueador solar y en el coche viajaran con nosotros las sombrillas de colores, la hielera, pelotas y el chapoteadero inflable.  Yo  les contarè historias a los niños sobre las hormigas que caminan por la orilla de la palmera y còmo mi abuela encontrò en la playa las caracolas que adornan la sala.  En la noche, el baño de maicena me recordarà que la vida es un ciclo interminable e irrompible y entonces serè inmensamente feliz de poder concluirlo haciendo lo que me gusta: sentirme libre.

lunes, 4 de octubre de 2010

La Pintora Ciega.

-¿Por què pintas? - preguntaba la voz menuda y acuclillada junto al viejo caballete de madera.

-pinto..pues por que me gusta.  Es mi forma de ver la vida, sus colores, sus matices....

-¿y que te gusta pintar? a mi me gusta dibujar caballos, ¿sabes? a veces hago algunos muy buenos... aunque mi mamà dice que no deberìa de gastar las hojas en hacer caballos, los cuadernos son caros, ¿sabes?...

-¡Ah...me imagino que debe de ser asi...! ¿tienes alguno que quieras mostrarle a esta vieja, Marianita?

la chiquilla se levanto corriendo sin decir palabra y regreso con un montòn de hojas garabateadas en sus manos....

-a ver....veamos..- dije mientras ponia los pinceles en mi delantal y la franela que traia en la mano sobre la mesita que esta a mi derecha.  Me sentè en un escalòn  del piso abrazando a la chiquilla y comenzamos a revisar los dibujos cuidadosamente...

-Laura dice que no se puede ver con los dedos...¿verdad que eso no es cierto abuela? -pregunto Marianita con un tono de voz casi molesto- ¿tu si puedes ver con los dedos, verdad?

-Claro que si...mira, pasame el primero que tienes alli....ok.... -le dije mientras deslizaba cuidadosamente las puntas de mis dedos sobre los trazos que en la mente de Marianita eran un perfecto dibujo -muy bien, mira...aqui veo que hiciste este hermosisimo caballo con las crayolas que te comprò Martina en la feria... es un caballo muy fuerte...y grande....-

-¿como sabes eso abuela? -me interrumpio la chiquilla admirada

-es muy sencillo, mira...estas crayolas huelen a algodon de azucar y manzanas con caramelo todavia...¿las puedes oler? -le dije mientras acercaba la hoja de papel a su carita...

-¡Si, si huelen...!- contesto la niña emocionada  -¿y como sabes que el caballo està muy fuerte?

-¡Ah eso es facil de saber en un caballo!... -le dije mientras con mi mano seguia recorriendo las manchas de color en la hoja -mira, aqui estàn las patas, si las vez? son grandes y son fuertes.  Si las patas son grandes y fuertes significa que el caballo es grande y fuerte.

-¿y todos los caballos son fuertes abuela? -me pregunto Marianita mientras ella tambien pasaba su manita  por encima de su obra de arte - ¿si un caballo es fuerte y yo lo dibujo debil crees que se vaya a enojar?

- mmm no, no creo que se enoje, pero entonces tendràs que dibujarle zanahorias y mucho pasto para que coma y se ponga muy muy fuerte y ahora si pueda salir a jugar con sus demas amigos caballos, no crees? - le conteste mientras le hacia cosquillas en la barriga a la chiquilla, quien envuelta en risas escapo de mis manos.

-¿que estas pintando, un caballo tambien tu? - me pregunto mientras miraba seriamente el lienzo que habia comenzado a pintar unos dias atras...

-No, no es un caballo....¡es una fiesta de caballos!- le dije mientras me levantaba del escalòn del piso y buscaba con mis manos la esquina de la mesa y la franela para continuar pintando -Es una fiesta de caballos de muchos colores y sabores.... y todos juegan y bailan asì como tù- le decia a la pequeña Mariana que para entonces se habia subido a mis pies para bailar conmigo al compas de una vieja canciòn de mi  radio de pilas que solamente podia sintonizar la W...

- Esos no son caballos, solo es una mancha y pintura desperdiciada- contesto una voz que habia estado observando la escena desde la puerta del taller.  - ¿por que en vez de gastar tu pensiòn en esas tonterias, no la guardas para cosas màs importantes abuela, como por ejemplo que te compres un vestido decente  para mi graduaciòn ò alguna cosa que pueda ser de utilidad para alguien...?

-¡Hola Laurita! ¿como estas hija?.... ¡mirà que es un extraño gusto que pases por aqui a visitar a tu abuela! - dije mientras caminaba hacia la puerta donde escuchaba el sonido de su voz. - ¿como van tus clases, este fin de semana es tu graduaciòn verdad....? ¡Me siento tan orgullosa de ti...! - decia mientras con mis manos buscaba encontrar la figura de una Laurita que era igual de intocable que un fantasma...

- Si, ya afortunadamente.  Mi padre me escribiò para pedirme que te trajera una invitaciòn para mi graduaciòn... la verdad, no entiendo.  Si tiene ganas de verte, pues que venga a visitarte aqui, no?... en fin, èl esta pagando la ceremonia, asì que èl sabrà en que quiera gastar sus boletos.- dijo la joven mientras que dejaba friamente un boleto sobre la mesa que esta a la derecha de mi caballete.

-¿por que Laurita es tan mala?- pregunto Marianita escondida detràs del caballerte -¿por que esta enojada contigo, le hiciste algo malo abuela?....

- No, no es mala Marianita... solo que a ella no ha aprendido a ver con los ojos del corazon todavia mi amor, es una mariposita que todavia no acaba de despertar....-

-¡Cuantas tonterias! de verdad ademàs de tu ceguera veo que la edad comienza a afectarte tambien tus ideas.  El sabado mandarè a un chofer a recogerte a las 5:00 en punto, que Martìna te ayude a arreglarte a tiempo y que te quite esos listones que usas en la cabeza..... y por favor, no permitas que la hija de tu sirvienta te este llamando "abuela"...¡vaya manera de igualarse tiene la gente por aqui!- dijo Laura mientras recogia los paquetes que habia dejado en el suelo para buscar el boleto y dando la vuelta salio sin decir nada mas.

Marianita saliò de su escondite y continùo observando el cuadro en el caballete mientras yo buscaba el boleto que habia quedado sobre la mesa, lo guarde en la bolsa de mi delantal donde pongo los pinceles... del cordel que traigo en el cuello con llaves separe la llave larga que abria el ropero del fondo.

-¡Ven Marianita, acompañame!- le dije mientras me daba la mano.... -El sabado vamos a ir a un baile donde habrà muchos principes y princesas..asì que tenemos que poner a trabajar a las Hadas Madrinas en tener listos  nuestros vestidos....-

-¿yo tambien puedo ir?- pregunto Marianita emocionada -¡Nunca he conocido a un principe de verdad abuelita!

-¡Claro que si mi amor, tù y yo y tu mami....! todas vamos a ir por que ustedes son parte de mi.... -le decia mientras abria las pesadas puertas del ropero y comenzaba a buscar entre cajas y bolsas lo que fueron en alguna ocasion magestuosos y elegantes vestidos.

-¿Què esta buscando Señora?- pregunto Martìna quien se acerco al taller al escuchar tanto movimiento.

-¡Mi abuelita va a ir a una fiesta de princesas!- dijo la chiquilla emocionada -y yo tambien voy a ir y voy a conocer a un principe Mami!-

-¡Ay que niña tan ocurrente!, tu no vas a ir a ninguna parte Mariana.  La Señora va a ir a la graduaciòn de su nieta Laura, es una fiesta muy elegante.  Alli no hay principes ni princesas- Reprendiò Martìna a la pequeña queriendo fingir un aire de severidad en su palabras.

- ¿quien dice que no hay princesas? En todos los bailes siempre hay princesas....- le dije a Martina mientras continuaba revisando cuidadosamente con las manos cada uno de los bultos que iban apareciendo desde el fondo del viejo ropero- y nosotras 3 vamos a ir a esa fiesta, asi que toma.  Revisa bien por favor estos vestidos.  Quiero que tu uses el beige que tiene los brocados en rosa y dorado y a mi preparame este... el de chifones azules.... por aqui debe de estar tambien la peineta que me trajo Luciana del festival al que fue una vez a presentarse....-

-jajaja, parece una gallina apachurrada- soltò una carcajada Marianita al ver la peineta decorada con plumas y piedritas de colores.  ¿te vas a poner eso abuelita? -pregunto Mariana con cierta desconfianza -...¿no pica, verdad?-

-claro que no muñequita, no pica! es una peineta..un adorno para el cabello....- le decia mientras seguia buscando afanosamente algo que no podia encontrar  -sè que por aqui tiene que estar todavia.... ¡aqui esta!...si yo sabia que no se podia esconder de mi para siempre! - dije triunfal mientras sacaba un pequeño vestido nuevo guardado entre pliegos de  papel de china  -Este es el vestido que usara la princesa Marianita para el baile.  Vamos a darselo a tu mami para que lo planche y lo perfume con anìs y canela... - decia yo mientras continuaba buscando los adornos faltantes  -y mira, aqui esta la corona de perlitas y flores que te vamos a poner en el cabello Marianita.  Una muñequita como tu serà la princesa mas bonita que ha existido en los cuentos...ya lo veràs-

Martina que observaba callada la escena, finalmente dijo con voz timida: -Señora, yo le agradezco mucho pero no creo que sea prudente que deba de llevarnos.  La Srta. Laura podria enojarse muchisimo de vernos llegar con usted ò el Sr. Josè Martin....y màs aùn usando estos vestidos tan finos... yo creo que lo mejor serà que vaya usted sola a la graduacion de su nieta...-

-¡¡No!! ¡pero si yo quiero ir! - comenzò a lloriquear Marianita que de pronto veìa frustado su sueño de ser princesa y conocer principes y princesas de verdad.... -¡la abuela dijo que si podemos ir! ¡Laurita no se va a enojar...y si se enoja de cualquier manera, siempre esta enojada mami!!! ¡¡Por favor mamita!!...-

-Mira que mi niña tiene toda la razon- le conteste a Martina.  -Laurita vive enojada y asi vivirà todo el resto de su vida, metida en su orgullo y sus rencores al igual que su padre...què lastima que teniendolo todo en la vida prefieran vivirla rodeados de tanta amargura...pero en fin, nosotras vamos a ir a su encantadora fiesta, saludaremos al Rey y comeremos ricos y deliciosos platillos servidos por todos los sirvientes del palacio...!! - le decia a Marianita mientras volvia a bailar conmigo al ritmo del vals que coincidentemente estaban pasando por el radio. Si no nos dejan entrar..no nos dejaran entrar a las 3.

Martina me ayudo a guardar el resto de las cosas que habia sacado del ropero nuevamente.  Lo cerrè con llave y me sentè en la silla de piel que siempre està al pie de la ventana que mira hacia el huerto de mangos.  El olor de los mangos maduros me recuerda que estamos a finales de abril. Me acuerdo tambien de cuando Laurita jugaba entre los arboles de mangos persiguiendo mariposas... còmo cambiaron las cosas en tan poco tiempo...

-¡Mira abuelita!- fue el grito que me hizo regresar de mis pensamientos... -¡dibuje una princesa con un caballo! -entro corriendo la chiquilla con su nueva obra de arte en sus manos.  -¿te gusta?- me pregunto mientras ponia la hoja de papel sobre mis piernas...

-Claro que si, es hermoso!- le dije mientras la subia a mi regazo.  -¿y sabes que? me acabas de dar una muy buena idea! ¡pintemos a muchas princesas! ¿que te parece? ¿donde està tu mandil de pintar?-

Marianita saliò corriendo nuevamente con la interminable energia de sus casi 3 años, preguntandole a su mamà donde habia guardado su "mandil de pintar", por que iba a pintar con su abuela.  En un minuto, alli estaba ella de regreso, con sus manitas lavadas, las mangas recogidas y su pequeño mandil salpicado de manchas secas de colores..

-Muy bien...aqui vamos- dije bajando el lienzo del cuadro de los caballos y poniendo un nuevo lienzo sobre el viejo caballete.  -Pintaremos unas princesas muy bonitas tu y yo, esta bien?-

-¡Si abuela!-

-comenzemos....- dije  mientras buscaba con mis manos la paleta para comenzar a trabajar los colores e identificaba de uno en uno los tubos con las pastas y solventes ... -las princesas, deben de ser hermosas por fuera y por dentro, por que si su corazòn no es limpio y transparente, entonces no son princesas...son brujas disfrazadas de princesas...- le decia a Marianita que no perdia ningùn detalle de lo que estaba haciendo sobre la mesa. Ceremoniosamente puse un poco de pasta de color rosa, blanco y azul en diversos puntos de la paleta.  Tambien enjuague mis pinceles en el solvente y comenze a realizar los trazos de lo que seria nuestra fiesta de princesas -lo primero que debemos de hacer, es formar los trazos principales, la perspectiva lo es todo...- le explicaba a mi pequeña asistente que fingia entender todo lo que le iba explicando. -¿en cuantos cuadros imaginarios debemos dividir nuestro lienzo Marianita?

-¡en 9 abuela!- contestaba la chiquilla saltando y tratando de indicar con sus dedos cual era el numero 9....

-¿y que representa nuestro cuadro central de la pintura? - le pregunte con aire de profesor regañòn a mi pequeña alumna..

-¡El centro de nuestra vida abuelita!- Constesto repitiendo mecanicamente la frase que habia escuchado 100 veces repetir en esa habitacion....

-¿y los 8 cuadros del rededor? ¿por que son importantes tambien?- continue con mi interrogatorio infantil.

-¡Por que son parte de nuestro cuadro abuelita!- me dijo Marianita despues de meditarlo un poco.... -...si le quitamos un cuadro, entonces no seria un cuadro, serìa una galleta mordida!-

y asi, entre manchas de colores que solo en nuestra imaginaciòn podiamos ver como unas hermosas princesas, trazos indefinibles, musica vieja de Radio W, deditos pintados de colores por todo el lienzo y el cararear de las gallinas que andaban felices entre los arboles de mangos, pasaron tranquilos los dias antes del sabado. 

De vez en cuanto mi pequeña compañia se aburria de estar pintando  junto a mi y salia a corretear las gallinas del huerto, ver las ranas mientras su mama sacaba agua de la noria o recorria los jardines en sus aventuras infantiles, pero no pasaba mas de una hora sin que estuviera otra vez esa pequeña vocecita junto al caballete...

Llego el viernes.  Martina no podia ocultar su nerviosismo y su renuencia a asistir a la fiesta.  Realmente tenia razòn y quizàs alguna otra persona en su lugar no lo haria.... pero Martina era incapaz de contradecir cualquiera de mis voluntades por mas descabellada que fuera.  Martìna era una mujer valiente, tìmida, pero de gran corazòn. A mi tocò verla hacer sus primeros trazos y descubrir como se puede hacer musica a partir de una flauta dulce. Me hubiera gustado darle a ella la educaciòn que no pude darle a mi hijo Josè Martìn.... pero creo que fue mejor asi...  Siempre sentirè un gran compromiso con su madre por todo el sufrimiento que mi hijo les hizo pasar.  Es tan triste ver como el dinero puede llegar a envenar el corazòn de los hijos cuando no han sido enseñado a ver la vida con los ojos del corazon y la humildad... lo unico que me queda enseñarle ahorita es a perdonar y a que no permita que nadie la pisotee.  Còmo quisiera poder gritarle al mundo que Martina es mi nieta... pero casi le costò la vida a su madre  que se guardara ese secreto. No puedo traicionar mi juramento a pesar de que a veces sienta que el pecho me va a reventar.

-¿Señora..? Es demasiado temprano para que ya este pintando...¿se siente usted bien? - me pregunto Martina asomàndose a mi taller en la tan temida y esperada mañana del sabado 26 de abril  -yo...quisiera ver ...si por favor, serìa posible que cambiara usted de parecer respecto a llevarnos a la fiesta de Laura...Es un dia muy importante para su nieta y no quisiera causarle incomodidades a los señores con mi presencia...-

-Vè a buscar a Lucrecia por favor.  Es temprano pero ya debe de haberse levantado.  Dile que traiga todas sus cosas y venga con tiempo suficiente para peinarnos a las 3.  Mientras vuelves tomare un baño. No te tardes- dije mientras dejaba mis pinceles sobre la mesa y me quitaba tambien mi mandil.

Sin atreverse a decir una palabra mas, Martina saliò a cumplir la orden que se le habia encomendado.  Podia sentir su temor y sus miedos.  A lo mejor era una idea muy egoista de mi parte, pero era la ùnica oportunidad que tenia de que Jose Martin conociera a su hija y a su nieta.  Mientras desataba mi cabello comenzè a sacar cuentas de los años que tenia sin saber de èl.  En este año se cumplirian 26 años desde la ùltima vez que pisò esta casa... Todavìa recuerdo el dìa que me mando avisar que se iba a vivir a Los Laureles con su padre.  Al tiempo comenzò a enviarme a Laura aùn de brazos con su chofer para que pasara los veranos conmigo... què làstima que las visitas de Laurita terminaron cuando le dije que èl no serìa el heredero de mi hacienda....

-¡Buenos dìas Maestra! -saludo una voz familiar desde mi puerta-  ¿Asi que te vas de fiesta esta tarde? ... a tu edad, ya no estàs para esos ajetreos....!!

- Buenos dias Lucrecia...demasiado tiempo sin verte....¿que ya nunca tienes tiempo para venir a saludar a esta pobre anciana?.  Espero que no estes igual de ciega que yo... tienes que dejarnos esplendorosas.  Iremos a la graduaciòn  de mi nieta Laura...

-¡Nunca cambiaras....con los años estàs peor! -dijo Lucrecia mientras ponia sus cosas sobre la mesa del comedor -¿te haz puesto a pensar en todo lo que podria pasar? ...deberìas de pensar en Martina y Marianita...suficiente sufrimiento tuvo la muchacha por culpa de Jose Martin.  ¿Que haràs si le resulta incomoda su presencia?

-..querida Lucrecia... hay tantas cosas que no puedo explicarte amiga mia.... pero es mi unica oportunidad, confìa en mi por favor... -

Despues de un rato y las màgicas manos de Lucrecia recorriendo mi cabeza, mis viejos cabellos crespos comenzaron a agarrar forma de dulces caireles.  Lucrecia me recogiò el cabello haciendome un chongo que me permitiera lucir la peineta de plumas y piedras azules que tanto habia hecho reir a Marianita.  Martina y Mariana subieron una hora despues listas para ser arregladas por Lucrecia.  Martina siempre fue una chiquilla hermosa, sus ojos grandes y avellana eran capaces de arrancar una sonrisa bajo cualquier circunstancia.  En enero de este año cumpliò 26....

-¿Lucrecia...? por favor, toma esta llave y abre el 2do. cajòn de mi repisa junto a la cama- le pedi mientras le entregaba una llave que mis dedos habian separado en mi cordel de las llaves.  - En la cajita de nacar blanco hay una tiara pequeña, alli, dentro de la bolsa de terciopelo.  -quiero que le hagas un magnifico peinado a Martina... usarà el vestido que me puse en tu boda, lo recuerdas?-

-¡còmo olvidarlo, si robabas todas las miradas esa noche!...todavia recuerdo a aquel caballero que preguntò con discreciòn tu nombre y si era prudente acercarse a saludarte- contesto Lucrecia divertida...

-¡Si le hubieras dicho que no me conocias, nos habriamos ahorrado tantos y tantos problemas Lucrecia..!-

-Diràs que son mis nervios- dijo Lucrecia un poco vacilante - tenia muchos años sin verlas...pero de repente se me hace que Martina se parece a ti....a lo mejor ya de vieja estoy comenzando a ver cosas ....- dijo ella dandome a entender que a pesar de que yo no pudiera notarlo en mi ceguera, el parecido de Martina conmigo era muy evidente...

-Si, tienes razòn.  Ya estàs vieja Lucrecia y se te afiguran cosas- era  lo unico necesario que decir....

-¡Te ves como una verdadera princesa! - exclamo Lucrecia satisfecha con el trabajo que habia realizado, y no era para menos.  Martina estaba esplendorosa.  Aquel vestido cuidado con esmero durante tantos años no tenia mejor escaparate que el espigado cuerpo de mi nieta. Martina se observaba sorprendida en el espejo del salòn.  Jamàs habia usado algo tan hermoso y elegante.  Su cabello estaba recogido con la mayor gracia que la vieja Lucrecia pudo crear.  La Tiara de diamantes resaltaba junto con el juego de aretes y la gargantilla que tambien le habia ordenado que usara.  Era hermosa.  Era hermosa por dentro y por fuera.  Ahora si, que en verdad parecia un angel.

-¡Abuelita, mi mama se convirtiò en una princesa!- entro gritando Marianita quien no habìa perdido detalle de como su mamà habia sufrido tan tremenda metamorfosis. -¡Tienes que venir a verla abuelita!- me decia mientras me jalaba de la mano hacia el espejo del salòn.

Mientras que madre e hija se contemplaban en el espejo, Lucrecia se acerco a mi y me dijo con la sinceridad que solo 40 años de amistad pueden otorgar: -Es identica a ti.  Hay cosas que no se podràn negar para siempre- y dandome un abrazo saliò por la puerta de la habitaciòn.

A las 5:00 de la tarde en punto estabamos listas esperando la llegada del chofer de Laurita.  El sonido de un viejo auto acercandose hizo pegar de gritos de emocion a Marianita ,que ya enfadada, contaba los largos minutos que pasaban para llegar a la fiesta.

Como siempre, al sonido del timbre se levanto Martina de inmediato para abrir la puerta.  La sujetè suavemente del antebrazo  y le dije que yo abriria la puerta en esta ocasiòn.  Una voz masculina desconocida me saludo y pregunto por mi, se presentò diciendo que era el chofer de la Srta. Laura Ibañez y tenia la orden de pasar a recogerme para llevarme a su graduaciòn.  Cuàndo viò que Martina y Mariana abordarìan el coche tambien me indicò que sus instrucciones eran solamente llevarme a mi y no màs pasajeros.

- La Señora y la Señorita vienen conmigo.  Si usted no nos lleva, caminaremos al pueblo Señor...decidalo!- le indique con la autoridad de quien sabe que esta en lo correcto.  Unos instantes despues nos encontrabamos todas a bordo del coche camino al pueblo...y a Josè Martìn.

Tenia tanto tiempo que no bajaba al pueblo.  Desde la ventanilla de mi asiento podia darme cuenta de lo mucho que habia cambiado.  Los cañaverales no dejaban escuchar sus murmullos con el viento del atardecer. Tampoco escuche los atos de ovejas despues de cruzar el puente. Hay nuevos olores y sonidos en el camino.   Creo que el pueblo ha cambiado demasiado.  A lo mejor ha seguido su curso y soy yo la que se aferra a vivir dentro de manchas de pintura que recrean la realidad que todavia vive dentro de mi mente....

El paseo termina despues de un largo rato y la voz del chofer nos indica que hemos llegado.  Puedo escuchar el sonido de una fuente y voces alegres conversando al rededor.  El aroma a cipreses y gardenias envuelven el  lugar.  Al fondo se escuchan risas y musica de un piano solitario.  Martina me toma del brazo y caminamos lentamente hacia la entrada principal.  Le pido a Martina que me vaya describiendo a las personas que se encuentren cerca de nosotros, en especial a los viejos.  Marianita por su parte, se encarga de hacernos notar los detalles del magnifico salòn donde nos encontramos. Para ella, acostumbrada solamente a vivir y a jugar en mi vieja granja su dulce mente infantil traduce este lugar como un verdadero palacio. En sus descripciones no encuentro nada que me haga conciliar algun invitado con el recuerdo que tengo de ellos.  Seguimos caminando hasta llegar a la puerta principal.  La musica del piano se hace entonces cercana.  El valet de la entrada nos saluda y me pide nuestras invitaciones para dejarnos pasar al vestibulo...

- Por favor, llame usted al Señor Josè Martìn Ibañez- le solicitè al valet como respuesta a su peticiòn.

-lo lamento Señoras, sin invitaciones no me es posible dejarlas pasar, las reglas fueron....-

Tomè al joven del brazo y le pedi nuevamente con firmeza: -Llame al Señor Jose Martìn Ibañez por favor, dìgale que su madre acaba de llegar-

-Pensè que no vendrìas, pero veo que sorprenderme siempre serà tu mayor aficiòn madre-  dijo una voz a mis espaldas que hizo que mi corazòn comenzara a latir aceleradamente. -aunque no lo creas, me alegra que hayas venido.  Te indicarè cual es tu mesa....- dijo Josè Martìn  tomando mi brazo al mismo tiempo que no se habia percatado de la presencia de Martina y Marianita que observaban calladas la escena.

-te agradezco la invitaciòn, pero no vengo con intensiòn de quedarnos.  Martina ven.  Jose Martìn por favor caminemos hacia el jardin...¿Donde està Laura?- pregunte con aspereza ya que no queria interrupciones.

-¿Laurita...? esta alla adentro con sus amigas y las hermanas de su madre... - contesto Jose Martìn desconcertado - Señorita..disculpe por favor la falta de modales de mi madre, soy...-

-Ve a juntar algunas flores para esta vieja Marianita- le pedi a la chiquilla para alejarla algunos metros de nosotros. - y por favor Martina vè con ella, no la pierdas de vista.  No es necesario que te presentes, ella sabe muy bien quien eres-le dije  interrumpiendo aquella simulaciòn de educaciòn y galanterìa.  Tienes 26 años sin pararte en la granja Josè Martin ¿Por què? por que sabias bien que tenìas una cuenta pendiente, no es asì?

-¡Esos fueron simples rumores, madre! ¡Nadie jamàs pudo comprobar que yo hubiera matado a ese jornalero!, ademas si asì hubiera sido, ¿a quien le importa? de muertos de hambre como esos estaba lleno el pueblo...y seguramente lo sigue estando...- contesto con el mismo despotismo y arrogancia que siempre ha marcado su vida.  -¿a eso veniste? a recordarme cosas que estàn enterradas en el pasado y que nadie recuerda mas que una vieja loca y enferma como tù?-

-No. No vine a eso, por que yo no necesito recordarte lo que hiciste.  La vida se encargarà de ti y de tu soberbia.  Tampoco estoy aqui por que necesite de fiestas hipòcritas como estas...- dije mientras giraba mi cabeza como queriendo percibir en el aire todo lo que habia a mi rededor...

-¿que quieres?- dijo Jose Martìn secamente, deteniendose mientras me tomaba con fuerza del brazo. -¿quieres dinero? ¿ya te arrepentiste de haberlo regalado todo a esos muertos de hambre del pueblo en vez de asegurarle un futuro brillante a tu unica nieta?-

-¡Callate!- le ordene al mismo tiempo que liberaba mi brazo de su mano.  -¿"tu nieta"?... siempre quisiste meterme a Laura por los ojos para tratar de que yo sintiera que en verdad fuera mi nieta y olvidara todo lo que paso. Nunca podre aceptar que haya tenido un hijo como tù, Jose Martin.... y tampoco podrè perdonarte que hayas llenado de tanto veneno el corazòn de una niña inocente como Laurita-

-¿Esperaste 25 años para venir a regañarme?, eres una vieja loca y enferma.  Le pedirè al chofer que te lleve de regreso a tu pocilga.  Pensè que con el tiempo entrarìas en razòn y tratarìas de reparar el daño que nos hiciste a Laura  y a mi al privarnos de lo que por derecho nos correspondia...pero veo que seguiras igual de terca y ofuscada hasta el dia que te mueras...- y dandose la media vuelta comenzo a alejarse de mi mientras Martina observaba  la escena discretamente detràs de los cipreses de aquel rincòn del jardin mientras que sentia que el corazòn se le saldrìa de la garganta...

-Vengo a romper un juramento- fueron las palabras que detuvieron la marcha de mi hijo.  -Van a ser ya 27 años de tus canalladas Josè Martìn, y me jure a mi misma y a Mariela casi en la puerta de su tumba que nadie lo sabrìa jamas.  Pero no puedo morirme yo tambien y dejar que vivas en la ignorancia de las cosas.  A lo mejor, el pesar de haber hecho esto me acompañe los pocos dias que me quedan, pero prefiero arrepentirme de ti, a no haberlo hecho jamàs.  Van a ser 27 años desde que en tu embriaguez de poder le robaste a Jacinto su esposa, fingiste no saber nada mientras todos en el pueblo la buscaban angustiados y la mantuviste encerrada en la cabaña de Las Terrazas hasta que Hidalgo la descubrio y lo mataste para que se callara tu secreto....-

-¡¡Eso no es cierto Madre!!- respondio furioso Jose Martin acercandose a mi lentamente como una bestia a punto de atacar...

- Le dijiste a todos que Mariela habìa usado por meses esa cabaña para esconderse alli con sus amantes y que seguramente ella habrìa matado a Hidalgo por temor a ser descubierta. Tambien le dijiste a Jacinto que las monedas de oro que habia en la cabaña eran el pago que seguramente habia recibido por sus repetidos favores.  Jacinto no pudo soportar la verguenza y el dolor de lo que habia pasado y dejò a Mariela y sus hijos en total desamparo por tu cobardia...-

-¿Hasta que tù saliste al quite en darle de comer a sus escuincles gusanientos? - respondiò Jose Martìn haciendo uso del mayor sarcasmo que le era posible -¿y que? ¿te sientes una heroina por haber hecho eso? ¿darles a los hijos de ese campesino harapiento la herencia que le tocaba a mi hija? - dijo mientras me jaloneaba con brusquedad detras de los arbustos.   -¡No necesito tus clases de moralismo, ni tus historias de vieja loca!, ¡Josè! -grito furioso a un mozo que se encontraba limpiando el estanque de la fuente  -¡dile a Manuel que venga, la Señora se va en este momento.  No quiero volver a verte jamas!-

-No lo haràs te lo aseguro, descuida, de eso yo misma me encargarè...  ¿Viste a la hermosa joven que me acompaña? Ella y su hija han sido  la unica fuente de alegria en mi vida desde mi enfermedad... Tienen en su alma toda la belleza y la dulzura que ni tù ni la chiquilla a la que decidiste darle tu nombre por amor al dinero que nunca tuviste, conoceran jamàs en su vida.  Quiero que la veas y la veas muy bien, pero escuchame claramente Jose Martin, jamàs pero jamàs voy a permitir que te acerques a hacerle màs daño del que ya le haz causado en su vida.  Se llama Martina.  Ella sabe que eres el hombre que hizo que su madre viviera entre la humillaciòn y la vergûenza toda su vida. Sabe tambien muy bien, que su padre se ahorcò por tu culpa, por que no podìa vivir soportando en cada paso los vituperios que le cargaste en la espalda. Ha aprendido a tener que vivir con el peso de tus culpas y agachando la cabeza cuando alguien recuerda todo lo que paso hace tanto años...Ella, es tu hija Josè Martin. Es la hija que engendraste con Mariela mientras la tuviste encerrada en Las Terrazas.

-¿Es la mejor historia que se te pudo ocurrir para venir a contarme? ¿que ahora resulta que tengo una hija de la que jamàs me habìas hablado?... ademas de ciega y estupida verdaderamente estàs loca, no sè por que te hice venir aqui.....¡Manuel!- grito nuevamente con mas rabia, -¿donde demonios esta este peòn de segunda para que te largues de aqui?-

Tranquila de haber cumplido con mi cometido, me concrete a decirle a Jose Martìn entre los gritos que pegaba a sus sirvientes: -¡mirala bien...podras no aceptar que es tu sangre ....y la verdad no me importa.  No necesita nada de ti.  Solo querìa que la vieras, que vieras que a pesar de tu ser la mismisima encarnaciòn del demonio, fuiste capaz de darle la vida a un angel.... que Dios te perdone Jose Martìn Ibañez.-  Manuel, que ya habia llegado hasta donde estabamos nosotros esperaba paciente instrucciones.Don Jose Martin no podia dejar de ver a Martina jugar con la pequeña Marianita en el jardìn.  Se habian tejido unas coronas con flores de campo y Martina alzaba en los brazos a la chiquilla que querìa alcanzar un durazno maduro que crecia junto al estanque.  Los finos vestidos resultaban un estorbo para poder disfrutar del cesped del jardin y ambas se habìan quitado los zapatos..  Mas de algunos las miraban de reojo, entre ellos Laura y sus amigas del Colegio quienes la señalaban con desprecio.  Josè Martìn se quedo mucho rato parado en el jardìn, simplemente observando callado. 

-¿Manuel? - le dije al chofer que continuaba parado en silencio detràs de nosotros -haga favor de llevarnos de regreso a casa, ¿sabe? ya soy vieja y el frio no es muy conveniente para mis huesos. Mi nieta y mi bisnieta juegan en el jardin, sea tan amable de guiarme hacia ellas por favor-.  Al verme caminar hacia ellas, Martina tomò a la niña en brazos y corriò a mi encuentro -¿està todo bien Señora?- me pregunto preocupada. 

-...està mejor que nunca hija mia...vamos, regresemos a casa....-