jueves, 5 de septiembre de 2013

Me encantaste....

Me encantaste.  Tu mezcla de candidez y arrogancia era sencillamente irresistible.  Dentro de esa cabecita hermosa que aún ni siquiera había podido acariciar existía el mundo completo que yo deseaba.  Eras tú, siempre habías sido tú y ahora que finalmente te encontraba me daba miedo echar a perder todo con mis ansías y mis ganas inmensas de rozar tus labios y descubrir si eran tan dulces como tus ojos… y me moría de ganas de que notaras mi presencia y supieras que existía porque me encantabas y me encantabas desde siempre aunque tú no lo sabías.

 Aún no te había visto, no sabía quién era ese extraño que se encontraba al otro lado de la pantalla y sentía como si te conociera de siempre. Te adore desde la primera vez que te vi y al irte viendo más y más, más me fuiste encantando.  Sabía que eras tú y aunque mi mente trataba de huir de tu recuerdo y de tu sonrisa tímida escondida detrás de tu grandisisima caballerosidad y una honorabilidad que no podría ser puesta en tela de juicio jamás, mi corazón no dejaba de palpitar con prisa cuando veía ese puntito verde en la pantalla que me decía que allí estabas y estabas conectado…


Te ame por primera vez como se aman los sueños: con prisa, con irrealidad.  Con un alud de miedos y de dudas que por instantes me sepultaban porque yo quería ser perfecta para ti.  Te ame esa noche hasta adorarte y hasta saber de nuevo mil veces que eras tú y que siempre habías sido tú y que ahora finalmente te había tenido en mis brazos y mi pecho y supe que ya no podría respirar sin el sabor de tus besos y el sudor que te corre por la espalda.   Te ame y nada más me importó en el mundo, porque mi mundo comenzó a existir cuando vi la luz de tus ojos de almendra brillantes y llenos de vida y de sueños….

Te vi y te reconocí en seguida. Tu fuerza, tu inteligencia, tu furia me cautivaron indescriptiblemente.  Algo de ti estaba latente en mi desde siempre… Sabía que eras tú desde la primera vez que la primera vez que con dulzura susurraste mi nombre…
 
 

martes, 27 de agosto de 2013

Kokolo y dos gatitas mojadas



¿Y qué carajos hago aquí? Esa no era la pregunta que corría por mi mente mientras temblaba de frio en medio de  la tormenta del sábado.  El estrés previo que circundó mi vida era evidente y si le sumas las obligaciones, una semana que se fue como agua,  los compromisos adquiridos, la graduación de mi hija, la enorme carga hormonal que me acompañaba y la muy prudente observación de parte de Chemanix de que lo más conveniente era de que yo estuviera en otra patrulla, me planteaban un panorama que no era realmente animador.


¿Sobrevivir? ¿De quién? ¿De la lluvia, el frio, el hambre, los salvajes? ¿Qué acaso no es más complicado y difícil sobrevivir a la delincuencia, los cambios de humor, las cuentas por pagar y demás peligros que nos acechan todos los días? Como fuere allí estamos ya.  Instalados en el curso de teoría que nos llevaría a aprender sobre la psicologìa de la supervivencia y de paso cosechar otro certificado para continuar con la acreditación.  Con más dudas que fuerzas comencé a amontar en mi mochila de montaña todo lo que decía mi lista sin ningún orden lógico, tambièn incluì cosas que no indicaba la lista pero igual pensaba que nos podrían llegar a servir.



Siempre he sido mala para comer, así que realmente el hecho de estar prácticamente 3 días

en ayuno no me preocupaban. Casi 3.00 am de la noche previa y la mochila todavía no está completa.  Según yo mis planes del dia eran dormirme temprano y acumular algunos carbohidratos para quemar.  Nada sale según lo planeado y mi estrés continúa en aumento a lo largo del día.  Como sea, llegó la hora de estar en el parque y aquí solo habrá de dos… ó de tres, porque o salgo viva ó salgo muerta ó salgo peleada, pero de que tendré que salir, tendré que hacerlo.



Un viaje largo, cansado.  Con esos asientos de camión chiquito que no te dejan estirar las piernas. Los hombros de mi Chemanix la hacen de almohada por un rato y allí nos vamos alternando la mochila. Son casi las 10 de la noche y solo Dios sabe donde estamos.  Comienza una caminata nocturna entre huizacheras y cacas de vaca, me alegro de haber llevado mi rompevientos y un pantalón de nylon que hace que las espinas pasen de largo.  Alli estamos, tomados de la mano zigzageando para dejar que nuestros ojos y pies se acostumbren al terreno.  Hay muchas caritas conocidas y otros nuevos que nos acompañan.  Me gusta la vista de los arboles anochecidos pero aún asi algo no me termina de convencer.  A lo mejor estoy siendo sumamente negativa ó estoy comenzando a ver la realidad en la que estoy metida.  Como sea, 4 compañeros de mi patrulla comienzan a armar lo que podemos tratar de llamar refugio mientras que 5 de nosotros nos ofrecemos para ir a buscar la leña para la fogata común.  Guantes, cuchillo y un cordino son escuela previa y pronto mis compañeros de brigada notan su importancia.  Lo primero que nos recibe es un alacrán y una viuda negra descansando sobre una construcción abandonada, “tengan cuidado y nadie toque nada con las manos” es una recomendación que nadie necesita recordarnos 
mientras cada uno hace su mejor esfuerzo para poder proveer de combustible nuestra fogata.  Se ordenan las guardias nocturnas y los que no fuimos sorteados para el primer turno nos vamos a dormir.  Nuestro refugio es una serie de bolsas plásticas de basura amarradas con cordinos a las huizacheras y en vez de sacar el sleeping prefiero tirarme a dormir sobre una bolsa negra.  Después de mi guardia de 2.00 a 2.30 am quedé de sándwich entre Vany y mis demás compañeros y cuando apenas llevábamos un par de horas tratando de dormir sin pensar en las arañas y alacranes que caminaban libremente por todas partes, un grito nos levanta a  todos para que una vez alineados alrededor de la fogata nos recuerden que no nos lavamos los dientes y nos muestren la constelación de Orión.  Esto va a ser más mental que físico pensé y nos dieron permiso de irnos a dormir una hora más.



No hace frio.  El sol todavía no sale y es hora de comenzar el día con algo de ejercicio.  Inyectando presión mental nos ordenan desmontar nuestro campamento para empezar la marcha.  Bajaremos a un terrero a unos 400mts de distancia que tiene vista a la laguna.  Nuestro entorno cambia radicalmente y dejamos los chaparrales para entrar a una selva ribereña llena de humedad. Hay un alacrán en la mochila de Domingo que Vany alcanza a ver y en una rapidísima maniobra, Jorge  saca el cuchillo de su cintura y le corta el aguijón.  Todos comenzamos a revisarnos  las mochilas sin bajarlas para evitar algún otro intruso en al
marcha.  Al llegar al lugar elegido por nuestro guía, vemos una maqueta de armado de refugio de camastro adecuado para la zona.  Me siento como si estuviera viendo alguna escena de una de esas películas de comandos armados.  No parecemos montañistas, me da la impresión de que parecemos guerrilleros… De los refugios pasamos a una charla de nutrición que complementaron con sus conocimientos profesionales algunos de nuestros compañeros .  No fue la primera vez que tuvimos intervenciones de parte de la gente del Colli y eso te permite darte cuenta de que quizá no estamos tan mal y entre todos somos una buena patrulla.  Una muestra de armado de trampas de corredera y gatillo cierran la instrucción de la tarde y cada patrulla tiene la consigna de construir su propio refugio para pasar la noche.  De las 5 patrullas era notorio quienes tenían más habilidades para alguna área y quiénes no.  Definitivamente la patrulla de Nacho, Néstor, Miguel y Chema tenían mejores habilidades que todos los demás juntos.  Nuestro instructor decidió hacer algunos cambios en todas las patrullas y cambio a Chema a la patrulla 3 y a nosotros la patrulla 1 nos quitó como Jefe a Domingo y nos envío al joven Daniel que a sus 11 años me preguntaba yo si estaría seguro de lo que estábamos haciendo.  Como sea, decidimos que como lo que se cambió fue al jefe, entonces Daniel sería el nuevo jefe y seguimos adelante con el armado de nuestro terrible refugio que definitivamente era el más feo comparado con los de los demás pero de entrada quizá era el más útil cuando comenzara la lluvia.
 

Junto con los truenos y los chorros de agua helada que corrian por todas partes comenzó a morir el ánimo divertido de todos.  Dentro de nuestro refugio, cada uno de nosotros comenzamos a caer en el punto de quiebre y por mi mente pasaba lo innecesario que era
estar en una situación tan complicada y ruinosa.  Jorge también estaba sacando su frustación en una conversación con Vany que iba caldeando los ánimos,  Dany hacia el intento de mantener el buen humor contándonos chistes mientras que Pirri se mostraba ajeno a todos nosotros.  De repente el agua comenzó a acumularse sobre nuestro techo y decidimos que la siguiente maniobra era permanecer sentados para intentar estar lo más secos posible.  “De seguro nuestros compañeros deben de estar pasándola peor” era el comentario que salía de cuando en cuando y en lo más fuerte de la lluvia Vany seguía preocupada porque el siguiente turno de guardia era el de Miguel y no quería que fueran ellos quienes rompieran el rol.  “Si éste es el único punto seco que hay aquí entre toda la tormenta”-pensaba yo – “de seguro los alacranes y arañas trataran de llegar a él también”.  Estoy tan tensa que prácticamente estoy en silencio.  Enciendo mi lámpara roja y trato de concentrar toda mi energía en esperar que la lluvia termine pronto y no pase nada que tengamos que lamentar.  Mi peor temor se vuelve realidad cuando veo un alacrán enorme y brilloso paseando sobre la chamarra de Jorge muy cerca del cuello.  Sin dejar de aluzar al animal me hinco sobre los sleepings que a éstas alturas de la tormenta se encuentra totalmente empapados y aviento el techo para tener mayor campo de visibilidad.  “Jorge, todo está bien.  Tranquilo.  NO te muevas tienes un alacrán sobre la chamarra” fueron las palabras que intente decir con la mayor serenidad posible para evitar que en una reacción de pánico mi compañero hiciera algún movimiento brusco y terminara picado por el arácnido.  Vany se levanta como resorte y comienza a tratar de subir al animal  que camina por toda la chamarra sobre una rama mientras yo  no dejo de aluzarlo para no perderlo de vista.  “¡Miguel, Gus vengan de inmediato por favor, un alacrán encima de Jorge!” grito Vany.  Yo quería gritar que viniera por favor a ayudarnos pero estoy tan shockeada ya en ese momento que no puedo elevar la voz.  Miguel logra aventar el animal al suelo sin que nadie resulte lastimado.  Ya no pude más.  Voltee a ver como nuestro refugio estaba completamente destruido, estaba empapada, titiritando de frio, mi mochila innacesible, tenia miedo de voltear a ver mi ropa y descubrir que hubiera algún otro animal ponzoñoso amenazando mi vida.  De repente, me olvide del resto de mi patrulla y lo único que pensé fue en salir huyendo a buscar a Chemanix para que me consolara.  Estaba asustada, llorando, temblando de frio y lo único que quería era sentirme protegida. 

“Tengo frio ¿Me haces un campito?” llegué al refugio de la patrulla 3 caminando entre el lodo.  La mayoría de mis compañeros estaban parados alrededor de la fogata mientras la lluvia seguía cayendo a raudales.  ¿Y qué carajos hago agui? Si yo pudiera estar ahorita en mi cama, podríamos haber ido a escalar un rato, llegar, cenar rico y estar ahorita acurrucada en una cama limpia y seca? ¡Yo ni siquiera soy guía!”  Esos eran mis pensamientos mientras que buscaba algunos centímetros de espacio para acomodarme entre Chema y Toñita intentando no molestarla a ella demasiado.  Chemanix está solamente envuelto en dos bolsas negras todas llenas de lodo y también se encuentra empapado.  “Trata de agarrar calor” me decía mientras no podía dejar de temblar en ese momento, no sé si de frio ó de miedo….


No deja de llover.  Estoy acostada sobre el suelo en la orilla de una bolsa y el agua corre por mi espalda.  Varias veces me incorporo sobresaltada sintiendo que algo me camina encima y quisiera hacerme chiquita, chiquita y que todo esto desapareciera por favor.  Nunca me había tocado vivir una tormenta de una manera tan miserable.  Siento que si sigo allí acostada caeré en un estado de hipotermia grave y me decido a irme también a parar junto a la fogata con el resto de los que están allí. Uno a uno vamos llegando haciendo un círculo alrededor de un fuego que desafía los elementos y se mantiene vivo como si supiera que de él está dependiendo el espiritu de todos.  Al llegar, veo a Roberto que abraza a Dany que no deja de llorar asustado y completamente helado. Valentina hace lo posible por consolarlo. Trae un pantalón de mezclilla así que puedo imaginar la temperatura a la que se encuentra.  Fabi, Valentina, Vany, Andrea, Pirri, Mingo, Jorge, Néstor… todas las caritas lucían desencajadas y
después de un par de minutos también se incorporó Chema al grupo.  Poco a poco el calor de las llamas comienza a secar la ropa de algunas partes.  Mi pantalón tiene un 25% de algodón en el forro y no puedo terminarlo de secar de la cadera y parte interna de los muslos.  Son cerca de las 3.00am y siento demasiado temor todavía de ni siquiera sentarme en el suelo pero veo cómo poco a poco mis compañeros van buscando algún lugar para dormir cerca de la fogata.  La tormenta comienza a ceder y yo ya no puedo permanecer más de pie.  Comenzamos a buscar algún lugar para acostarnos pero pareciera que todo alrededor se encuentra ya ocupado por alguien.  Sigo teniendo frio.  No tenemos nada para taparnos más que mi sábana de emergencia y dormiremos sobre dos bolsas negras llenas de lodo.  Una palmada en la espalda y un dulce “ya duérmete” tratan de tranquilizarme. No me quiero dormir ni quiero apagar la luz pero es inevitable hacerlo. Que pase lo que tenga que pasar.

Son las 6.00 am y Toña avisa que es hora de levantarse.  Me encuentro totalmente entumida y aturdida.  Por la humedad y el frio traigo un cólico menstrual insoportable y la garganta inflamada.  Creo que tengo algo de fiebre también.  No me quiero levantar pero odio estar acostada allí en ese lugar lleno de piedras que están marcadas en todas mis costillas.  Nos
vamos al fuego a intentar secarnos nuevamente y al comenzar a calentarnos surgen otra vez  las risas y las bromas entre todos.  El ánimo vuelve a subir y todos narramos lo que vivimos con la tormenta.  Mi humor mejora lentamente pero el malestar físico es real.  Me cuesta trabajo imaginarme el dia de hoy realizando todas las actividades con las que nos había comentado Gustavo íbamos a probar las habilidades aprendidas.  No puedo con el peso de mi mochila al comenzar la marcha y saco mi bastón de senderismo para apoyarme aún de que Gustavo me indica que si puedo hacerlo sin él  mucho mejor.  Cada paso me genera un gran esfuerzo,  Chema que viene atrás no me despega la mirada de encima y los miembros de mi patrulla me dicen palabras de ànimo. Jorge como Jefe de patrulla està al pendiente de ayudarme en los pasos dificiles para que no me vaya a resbalar.  Quisiera rajarme, decir simplemente “ya me voy” pero no lo voy a hacer.  No van a descalificar a mi patrulla por mi culpa porque sé que mis compañeros han hecho su mejor esfuerzo y me autoconsuela imaginarme que quizá más de alguien debe de sentirse como yo.  Vany me ofrece dos buscapinas cuando llegamos a la parte de arriba de la brecha y comenzamos el acondicionamiento físico.  Siempre me ha gustado correr pero ahora trotar me genera un gran esfuerzo y siento como si me estuvieran clavando un puñal en el abdomen… “Benditas buscapinas, hagan efecto por favor….” Gus me llama y me pregunta cómo me siento, le digo que de la chingada pero no me voy a rajar.  Solo le pido que no me quiero meter a la laguna para no empeorar mi condición y me responde que solo yo sé lo que quiera hacer y lo que no.  Las clases teóricas me dan un espacio para reponerme y para cuando terminamos defensa personal ya me encontraba completamente dopada.

Allà vamos, guardo el bastòn de senderismo y comienza la bajada hasta la laguna nuevamente.  La mano firme del Jefe de patrulla nos inspirò a todos a seguir adelante.  Con decisiòn entramos todos al agua marchando sin perder el equilibrio.  La satisfacciòn que senti por  un acto tan sencillo fue extrañamente indescriptible.  Mojados pero con la moral a todo lo alto subimos a toda prisa por el sendero para realizar nuestro camastro.  El primero lo hicimos donde habiamos hecho el refugio de la noche anterior y Gustavo nos dijo que eso era
ventajoso y decidimos realizar uno totalmente nuevo.  En un despliegue absoluto de organizaciòn hicimos en media hora un excelente camastro que pudo soportar el peso de nuestro lider.  Con los conocimientos bàsicos que teniamos de primeros auxilios hicimos nuestra camilla y Vany procediò a realizar el vendaje de una fractura expuesta.  El resto de la actividad consistía en bajar 400mts con el peso de 4 mochilas sobre nuestra camilla. Dany era muy pequeño para ayudar a cargarla, asi que decidimos que èl fuera revisando que no se cayera nada y nos fue proveyendo de algunos sorbos de agua.  Nos fuimos alternando hasta llegar a la meta. Exhaustos solamente tuvimos 5 minutos para hidratarnos y darle un par de mordiscos a una barrita energètica.  Estaba temiendo que la orden nueva fuera tener que volver a bajar hasta la laguna pero afortunadamente el "examèn" bajò un poquito de ritmo y la nueva instrucciòn fue la de construir un refugio, una fogata, un filtro de agua, buscar una orientaciòn geografica y finalmente hacer una trampa a unos cuentos metros de donde estabamos. Nuevamente hay avisperos por todas partes y pronto Chema aparece buscando a Gustavo con una picadura de avispa.  Para variar, yo tambièn me llevo una picadura en la rodilla y al voltear hacia arriba descubro que estaba poniendo la fogata exactamente debajo de un nido. La tensiòn de mis mùsculos se habìa comenzado a relajar de màs y
sentìa cierto letargo, cada uno comenzamos a platicar de nuestros sentimientos y experiencia mientras construiamos lentamente lo encomendado.  Eramos un grupo de extraños que ahora eramos amigos.  Jorge me agradece por la manera en la que manejè el asunto del alacràn y me dice que le hice sentir la confianza de que todo estarìa bien, aùn cuano lo hubiera picado.  Nos dijo que èl sabìa que nosotros sabriamos que hacer y todo hubiera salido bien.  Hace un dia no nos conocia y ahora era capaz de haber confiado literalmente su vida a nosotros.  Con ese pensamiento en mente termino mi fogata y le ayudo a Vany a darle los ùltimos detalles al refugio.  Los chicos se van a montar la trampa y Dany ya tiene listo el filtro. Termina la revisiòn de todo lo hecho a las 5 patrullas y nuestro curso culmina con una marcha a pie de carretera por 7 kms hasta Tuxcueca que ya se dejaba venir desde el momento que ordeno Gustavo a Chema que pusiera un reflejante en su mochila y le indicò que serìa la retaguardia.

Nunca antes habìa estado en un curso de supevivencia y no sè si vaya volver a estar en otro.
Lo que si puedo decir es que aprendi cosas de mi que yo no habìa conocido.  Me vi quebrarme tan fàcilmente ante un evento tan simple que me hizo recordar mi fragilidad.  Recorde que puedo ser tan fuerte como yo quiera y que la fuerza de los màs debiles es capaz de mover a todos los demàs.  Me llevo nuevos amigos.  Conocì gente que sè que marcarà mi historia y a lo mejor  en esas pocas horas que comparti con este grupo de amigos pueda que tambièn sin saberlo haya marcado a alguien tambièn.  Lleguè exhausta, enterregada, extrañamente sin hambre.  Con el peso de una mochila completamente mojada y una infecciòn en la piel pero disfrutando de una extraña sensaciòn de triunfo a pesar de no haber hecho nada extraordinario realmente...

miércoles, 21 de agosto de 2013

Viendo la vida a través de tus ojos. Gracias Amor por ponerle alas a mis sueños.

“Chula, hemos dejado de hacer tantas cosas en nuestras vidas por andar buscando complacer a aquellos que ya se fueron.  Acuérdate que ya vamos de bajada y no podemos perder el tiempo. Si quieres hacer algo ¡házlo y adelante!”

Desde que me acuerdo, la vida en todas sus manifestaciones me ha fascinado.  Realmente no importaba demasiado si tenía toda la azotea llena de latas con semillas germinando, cubetas con cientos de ajolotes llevándoles registro diario de su metamorfosis, pichones o peces.  De la biología autodidacta pasé a las civilizaciones antiguas con todo y  capítulo dedicado a la Ufología.  Revisé con cuidado la química elemental, astronomía, artes, letras y demás elevaciones del indomable espíritu humano.  No había nadie a quién convencer sobre la importancia de mis cavilaciones y simplemente cuando alguna de mis aficiones comenzaban a aburrirme, era tan simple como cambiar de tema hasta que llegara alguno nuevo que sustituyera al anterior. De las inagotables posibilidades de asombro lentamente comenzamos a mutar en adultos llenos de obligaciones y no sé por qué carajos tenemos la maldita costumbre de guardar nuestros sueños en el cajón del “será después” y ver como se entierran nuestros anhelos debajo de toneladas de ropa de lavar y los recibos de pago. 

“La vida no nos va a esperar y acuérdate que ya vamos comenzando la bajada”.  En este año y desde el anterior me he dedicado a dejar de ser adulta y volver a jugar a que se puede cambiar al mundo y al final si en realidad nada cambia no pasará nada  y el sol saldrá como todas las mañanas, pero por lo menos, en mi interior podré tener para mí misma la fortuna  de decir “lo intenté” y si la suerte es mucha, puede que hasta diga “lo hicimos, amor”.  Con orgullo puedo decir que ya casi cumplí con mis obligaciones y ahora con todas las fuerzas voy tras mis sueños.  Gracias Amor por estar presente en mis pequeños triunfos y sonreír conmigo al platicarte mis proyectos.

Ahora y para no variar, mis planes incluyen volver a la escuela porque algún día me encantaría ser miembro de alguna brigada de rescate .  Claro que continúo con mis intentos de montañista y aprendiz de escaladora, trabajando mucho porque los hobbies suelen ser bastante caros, cuidando mis bosques y regalando mi tiempo y escasas habilidades a causas que quizá  para muchos otros puedan resultarles simples pérdidas de tiempo.  Dentro de quince meses espero estar poniendo el clavo para colgar en la pared un papel simple que diga “sí, si pudiste” .  Claro que disfrutaré más ver la foto de mi graduación celebrando contigo el ponerle otra palomita en mi lista y si acaso tengo demasiada suerte sería genial salir los dos portando el uniforme….

miércoles, 14 de agosto de 2013

Sombras grises

Caminar entre las hierbas crecidas viendo como brincan de un lado a otro los chapulines. El sol se va guardando lentamente y esos tonos verdes lejanos se van convirtiendo en sombras grises mientras que cantan los grillos. El rio del fondo se oye desde màs arriba de lo normal y la corriente te cuenta de los chaparrones que han caido quizà en algùn lugar un par de kilometros màs arriba.

No hay luna. De cuando en cuando, caen algunas gotitas ligeras de lluvia que te ayudan a mantener el paso. Oigo sonidos que no conocìa y me pregunto por què hoy no se escuchan las ranas. Es imposible seguir sin luz y sin embargo, prefieres caminar a oscuras mientras te detienes de cuando en cuando para verme llegar jadeante hasta donde estàs tù. 


Lucièrnagas y pequeños brillos de ojitos rojos parpadean entre los troncos dormidos. Te trato de seguir y sonries mientras me limpias los chorros de sudor que corren por mi cara. Cierro los ojos mientras recupero el aliento. Me gustan tus ojos, sè que te quedarìas allì esperando por mi asì tuviera que pasar media eternidad....

jueves, 1 de agosto de 2013

Con la simpleza con la que se aman las rosas


Y te amo así,

con la simpleza con la que se aman las rosas,

con la belleza de una gota de agua

con la bravura que brilla en tus ojos

con un amor que yo no conocía que pudiera latir,

así como late mi corazón cuando estás conmigo.

 
Y te quiero tanto

que de ti no cambio ni siquiera un cabello

a mis ojos brillas más que el mismísimo cielo

eres más perfecto

que las nubes rojas, esas que me gustan al atardecer…
 

Y estoy tan enraizada en ti y en tus fuentes de agua dulce

que mi vientre seco reverdece en humedades

y de mis manos brotan árboles frutales

que de día se llenan de pájaros algarabiosos

y en las noches se convierten en dulces murmullos que llevan tu nombre

y me arrullo quieta y perdida en ti….
 
 


 

Nada se compara....


¡Nada se compara en el mundo a despertar lentamente y observarte calladito, dormido!
Verte alli, enroscado en una cobija huyendo del frio
ese mismo frio que desafías arrogante cuando caminas con soltura entre la nieve
y que conviertes en el pretexto exacto para abrazarme a ti....

Nadie podría imaginarse la dulzura en la que te envuelves
cuando te atrapa la noche
y te entregas a sus brazos tan tranquilo y relajado
mientras duermes junto a mi.

Y mientras toco con cuidado tus mejillas,
y te siento a mi cuidado,
le doy gracias a la vida por haberme permitido
la bendición de haber compartido otra noche junto a ti...

jueves, 18 de julio de 2013

Cuando te toca, te toca. Y si no es para ti, ni aunque te pongas en el tocadero...

"Rescate Vertical" ¿Què es eso? Era la primera vez que leìa esa frase y no me decìa gran cosa.  Abrì el video de youtube y me encontrè con un grupo de bomberos bajando de un puente para atender un accidente.  Por un momento, pensè en el valor que requerian aquellos hombres para descolgarse por cuerdas que a lo lejos se veìan igual de gruesas que un cabello para simplemente ir a ayudar a un desconocido.  Recuerdo que eran españoles.  Vì un par de videos màs y finalmente cambiè de tema con un solo pensamiento: "Esa es una de esas cosas que jamàs tendrè la oportunidad de hacer".  Con el tiempo investiguè y supe que aqui en Mèxico tambièn se llevaba a cabo ese tipo de adiestramientos para personal de la Cruz Roja. Pero...pues ni hablar, serà para la siguiente vida quizà porque la constante de requisitos era el de por lo menos ser paramèdico y ya de allì para arriba.

"Pues me gustarìa mucho poder invitarla, pero es exclusivo para bomberos y personal de emergencias..."  fueron las palabras de nuestro querido Néstor despuès de mucha insistencia.  "No es un curso abierto y por lo menos debe de saber rappel y hacer nudos" ¡Ándale que aqui ya la cosa cambia, porque si aunque igual no puedo decir que sea muy buena en esos menesteres, una docena de nudos de escalada si me salen, no tengo mucho problema con el manejo de cuerdas y si alguien es experto nivel Master en todos esos asuntos es Don Chemanix.  "Allì le encargo pues" le dije y como un asunto sin vuelta de hoja me resignè a que no era un curso al que pudieramos entrar....

Y pues sin querer queriendo y ya sin esperarlo, el jueves previo al gran día una sorpresiva llamada nos informa que siempre sì podemos asistir. Vany asistirá en la categorìa de paramèdico y Miguel, Chema y yo como invitados con algo de adiestramiento en rapel. Como buenos compañeros y tratando de homologar un poquito los conocimientos y experiencias entre todos, tenemos un repaso de nudos básicos con Chemanix y el viernes practicamos ascensos en cuerda con puños y estribo en las  instalaciones del Mantis Climbing Center junto con los amigochos de Carbono-14 y pues ya estando allí, de paso nos echamos una cascareada de Boulder también. La sorpresa del sábado fue ver llegar  a Valentina como Presidenta de nuestro querido Grupo Montañista Colli, quièn està muy interesada en conseguir este tipo de capacitaciones para todos los guìas y miembros del club y poder así cumplir con todo lo establecido por las famosas NOM09 y 11 que andan tras de nosotros.  El resto de los compañeros del curso son bomberos y paramèdicos de diversas dependencias.  Es un gusto saludar caritas conocidas como a Erik Pineda con quièn tuvimos el gusto de compartir el curso de manejo de incendios hace aproximadamente un año, Chuy Velasco, Manuelito, y algunos otros.

Miguel Angel Santana, Jefe de Rescates de Bomberos Guadalajara es nuestro instructor VIP durante el curso.  Santana, junto con la ayuda de otros compañeros de la Base 3 de Bomberos, nos ayudaron a comprender desde el significado etimológico de la palabra “cuerda” hasta los principios bàsicos de fìsica con los que trabajan las poleas y polipastos para levantar grandes pesos. Como en todo, las horas de teoría pasan a cuentagotas pero sin el “uno” no se llega al “dos”, así que después de la capacitación en el aula ahora si nos vamos al área de dormitorios en el segundo piso para darle una repasadita a los nudos básicos y  comenzar  las técnicas más elementales de rescate vertical.


¿Para qué sirve todo ese montón de cuerdas de todos tamaños, fierros diversos, arneses, cascos y tanta preparación técnica? ¿Qué no se supone que los bomberos están allí simplemente para apagar incendios, matar abejas y de cuando en cuando, desviar el tráfico si las calles están inundadas?  Una de las labores más importantes del muy verdaderamente heroico cuerpo de bomberos es el rescate de víctimas, que bien pueden variar desde algún suicida histérico que no sabe si animarse ó no a brincar desde arriba de un edificio, una persona que quede atrapada dentro de un pozo, hacer labores de prevención de riesgos en antenas y anuncios espectaculares y hasta rescatar vehículos en barrancas entre muchas otras actividades.    Para nosotros como montañeros y escaladores, este tipo de preparación es indispensable porque estamos totalmente expuestos a terminar en una de esas en el fondo de alguna cañada ó bien, atorados a media roca como piñatas. En casos menos extremos, todos hemos tenido que experimentar el tener que hacer descensos mediante cuerdas para llegar a algún punto y el saber armar tus reuniones puede ser la diferencia entre disfrutar del paseo ó convertirlo en tragedia.  Allá vamos.  Comienza la explicación del montado del anclaje y rápidamente notamos las diferencias  entre un anclaje deportivo versus uno de rescate.  Lo primordial aquí en todo momento es la seguridad tanto del rescatista como de la víctima, así que además de la línea en la que baja el rescatador con sus respectivos seguros, se monta por lo menos una línea auxiliar de seguridad para evitar cualquier falla.  Un dato curioso es que al realizar un rescate normalmente el rescatista no hace el descenso por su propio medio para poder concentrarse en otros aspectos y son los compañeros que están a cargo de la operación “allá arriba” los que se encargan de bajarlo hasta el lugar indicado.  La comunicación tiene que ser constante y el trabajo de equipo se coordina mediante un líder nombrado para cada grupo. 

La primera práctica consiste en armar todo un sistema que nos permite “bajar” a nuestro rescatista hasta donde se encuentra la victima y de allí, invertir todo nuestro sistema para subirlo con un conjunto de poleas.  Toda esta primera operación la realizamos en forma horizontal para revisar el armado y experimentar la ventaja mecánica que representa el querer subir un peso bastante superior al nuestro.  Nos dividimos en dos equipos y ahora si, cada equipo anclado de una columna comenzamos a armar el rompecabezas de cuerdas, mosquetones, descensores y demás para poder “bajar” a nuestro compañero a “la barranca”.  Todos los participantes en esta simulación de rescate debemos de estar totalmente armados y listos con nuestro casco y arnés personal por si se presenta “una emergencia” y hay que sustituir al rescatista o tener que bajar a ayudar en las labores.

Después de armar y desarmar varias veces nuestra línea horizontal  y comprobar la ventaja mecánica del sistema de polipastos permitiéndonos a dos tiernas, dulces y nada fuertes mujeres arrastrar el peso de 3 compañeros, procedimos a montar nuestro sistema en forma vertical sobre un tripie colocado sobre el -famoso e inmortalizado en toda película y caricatura- agujero por donde pasa el tubo que permite bajar a los bomberos en un par de segundos hasta el piso.  La altura aproximada al piso será de unos 5 metros y después de ver que no es lo mismo tener todo los metros cuadrados que quieras para fijar tu sistema a tan solo tener 30 cms por lado las precauciones para que no queden cuerdas cruzadas se vuelven muy necesarias.  El tripie tiene que fijarse para que no vaya a volcarse en caso de que se ejerza fuerza sobre él en forma equivocada y un par de amigos bomberos se aseguran con una cinta plana para no terminar por error también en el piso.  Ya con todo nuestro “cuerderío” y demás sistema bien puesto, pues piden una victima flaquita para no sentir tan feo en el primer intento de ahora si cargar en serio y pues lo único disponible era yo, asi que en calidad de bulto quedo suspendida a unos 2 metros de altura del piso mientras mis compañeros hacen el cambio del sistema de descenso al de ascenso y ahora si, a comenzar a halar la cuerda con todos sus cuidados respectivos para subirme.  Al igual que en la práctica horizontal, el sistema se pone y desmonta varias veces y se hace el cambio de rescatista 3 veces para que todos podemos participar en todos los procesos. 

Como aquí lo más importante no es la adrenalina que pueda sentirse en la bajada, si no la seguridad e integridad de tu paciente, nuestra siguiente práctica es la del empaquetado de la victima sujetándolo con cintas planas a una camilla rígida debiendo de quedar atado a la misma  primeramente mediante la cadera, hombros y pecho y finalmente desde los tobillos nuevamente hasta los hombros para evitar cualquier movimiento en el traslado. Nuestro primer paciente a emplayar fue Vany y ligeramente pudimos notar el enorme entusiasmo de su maridín por dejarla bien amarrada y quieta por lo menos por un rato. Nuestro segundo paciente fue Chemanix que aunque era más quietecito que la paciente uno, nos costó más trabajo el poderlo dejar bien asegurado.  Y pues este era un buen momento para tomarnos un par de fotillos de recuerdo por el trabajo efectuado en nuestro primer día de capacitación y prepararnos para el siguiente.

El domingo allí estamos todos bien puntualitos y expectantes para la práctica desde la azotea.  El tipo de rescate vertical que estamos aprendiendo es de tipo urbano y pues también en lo urbano se rapelea.  Para comenzar el día y para sentirnos como niños en Disneylandia, Miguel Santana indicó que podíamos subir a elección por una escalera telescópica de uno de los camiones ó bien, por la escalera interior del edificio…¡y pues cómo evitar subirnos por la escalera del camión! Las escaleras verticales las encuentras en todas partes….¡las de bomberos de a deberitas no! Así que allá vamos para arriba todos no perdiendo la oportunidad de modelar para la foto de vez en cuando.  Cada uno comenzamos a ponernos arnés y casco y obvio los escaladores a colgarnos todo el montón de juguetes que se puede llegar a necesitar para hacer rappel y salir bien guapos en la foto.  El bloqueador solar de Erik pasa de mano en mano y Valentina y Karla una paramédica de Capilla de Guadalupe están nerviosas porque es la primera vez que harán rappel. Mientras que el equipo de Santana monta el anclaje, Chemanix nos da recomendaciones sobre la forma de salir desde una arista y las diferencias entre el rappel en roca y edificio.  Santana nos indica que la primera bajada será en la modalidad de rappel deportivo para sentir la altura y perderle el miedo los que todavía tengan sus dudas, así que como yo ya estaba bien ataviada y parada en la orilla, pido primeras para abrir pista.

Existen varias posiciones para poder salir desde un ángulo de 90° y yo elijo hacerlo en cuclillas.  Es muy importante vigilar aquí el roce de las cuerdas contra la arista ya que por el movimiento pudieran llegar a partirse en dos y terminar en el piso.  Para evitar algún accidente de este tipo, nuestros amigos bomberos utilizan trozos de manguera como protección en los roces y nos recuerdan que todos esos brincotes y demás maniobras temerarias que vemos en las películas son exactamente eso, solo para el cine y aquí lo que rifa es la seguridad de todos en todo momento.  Comienzo a bajar en rappel deportivo con la inclusión de un prusik como seguro adicional y a medio camino aprovechamos para fijar un momento el seguro bajo la orden de Santana y ahora si que sacarnos la foto de “mira mamá sin una mano….sin las dos manos….” y quienes lo van a hacer por primera vez puedan ver que tú tienes el control total en la bajada.  En una cornisa a un par de metros bajo la azotea se encuentra un bombero por cualquier eventualidad y en unos segundos ya estás en el suelo.   De uno en uno comienzan a bajar el resto de los compañeros rescatistas sin problema alguno y el equipo de colados del Colli también demuestran su experiencia en este tipo de descensos.  Chuy Velasco también es escalador añejo a pesar de su juventud y hasta Valentina logra vencer el miedito al primer brinco… el cual tiene su chiste y como lo vió Karlita, las ñañaras a veces son más difíciles de controlar de lo que nos imaginamos.

Nuevamente volvemos a formar 2 equipos de trabajo y de este lado quedamos Vany, Valentina, Karla, Chemanix y yo y en el otro frente están Nestor, Erik, Chuy, Pedrito, Migue Rodriguez y  los demás….  Las técnicas que vamos a practicar es la bajada de victimas múltiples conscientes, utilizando para la primera el sistema 1-8-1 y para la segunda, aseguramiento de la víctima al rescatista. De uno en uno vamos todos rolando nuestros papeles de pasar a ser rescatador a victima 1 y victima 2.  De reojo vemos al equipo 2 realizar sus prácticas también y de repente se escucha un golpe seco.  Pedrito se golpea al bajar del techo del camión en el que tienen que descender al usar una escalinata que no estaba afianzada, pero afortunadamente no pasa a mayores y un par de diclofenacos más tarde, nuevamente y con todo el profesionalismo del mundo continúa participando junto con el resto de su equipo.  En el equipo de Néstor quedaron agrupados paramédicos y bomberos mayormente y si bien nuestro desempeño como el equipo amateur no dejo nada que desear, era notable que sobre todo en el sistema de descenso de victima junto con el rescatista la experiencia del otro equipo era mayor.  De este lado cada quién tuvimos que arreglárnosla con algunos problemillas que precisamente para eso estamos entrenando: A mí se me trabó el prusik después de bajar a mi primera víctima ya que no me percaté que había quedado muy cerca del 8 y  Karla tenía que dominar los nervios para poder manipular su equipo. Vany no tuvo más problema que posar para la sesión de fotos que le tomo Mike montado en la escalera. Afortunadamente contábamos con la asesoría del compañero bombero que estaba vigilando la operación desde la cornisa y por supuesto, la ayuda y experiencia de Chemanix que resultó ser una “víctima” muy cooperadora y presta para ayudar.

El día fluyó con demasiada prisa y era hora de llegar a nuestra evaluación sorpresa: Teniamos que montar todo un sistema completo para descender a un rescatista cuya misión imposible era servir agua de una jarra a un vaso colocado sobre el techo de un camión.  Esta operación tenia que realizarse obviamente sin derramar el agua, pero el plus era que el rescatista no podía tocar el camión tampoco.  Un bombero supervisaría la operación solamente en calidad de evaluador.  Ya no era hora de hacer preguntas y aunque no teníamos límite de tiempo… haz de cuenta que se te está desangrando allá abajo la victima, así que entre más rápido mejor.  Nuestro equipo quedó integrado con Chema como líder, Miguel como encargado de la línea de seguridad auxiliar, Vany como encargada de la línea de descenso, Manuel vigilando las rozaderas, Chuy de rescatista y yo manipulando el gibb para la liberación de la cuerda. En un excelente trabajo de equipo logramos bajar a Chuy hasta el punto necesario para que haciendo derroche de su juventud y experiencia se girara sobre la cuerda y quedara colgado de cabeza pudiendo manipular sin muchos problemas la jarra y cumpliendo honrosamente con el cometido.  Nuestro tiempo de respuesta fue muy bueno y creo que no excedimos ni siquiera los 15 minutos.  El equipo de Néstor, Erik y los demás hacían lo propio, pero la verdad, no teníamos mucha oportunidad de echarles un vistazo.  Obviamente tampoco pudimos tomar fotos, pero bueno tuvimos la satisfacción de haber logrado la tarea encomendada.

Después de más de 20 horas de nuestro curso  teórico-práctico y ya de camino a casa, reflexionamos sobre la responsabilidad que implica el tener la vida ó la integridad de otra persona a tu cuidado y máximo cuando no solamente es una sola persona, sino un grupo completo que en la gran mayoría de las veces  no tendrá capacitación en situaciones de emergencia y puede dejarse dominar por el pánico y la inexperiencia.  Es un hecho que los montañeros, excursionistas y escaladores elegimos en forma voluntaria lo que para muchos es un “riesgo innecesario” y nadie estaremos exentos de ser víctimas de un accidente. Espero que todos los conocimientos que poco a poco vamos obteniendo, solamente los utilice para mejorar mi desempeño deportivo y jamás los tengamos que utilizar para realizar un rescate.  Tampoco me gustaría verme empacada en una camilla, pero lo que sí sé es que si en algún momento mi vida está pendiendo de un hilo, espero que al otro extremo estén mis amigos haciendo un anclaje y tendiendo las líneas auxiliares de seguridad para ir por mi.

Gracias Néstor Gutiérrez, Miguel Angel Santana y Bomberos de la Base 3 de Guadalajara por dejarnos compartir con ustedes ésta experiencia.

lunes, 24 de junio de 2013

Cómplice callado de todos mis andares

Ya me aburri de trabajar.  La tarde lluviosa y tranquila se va a cuentagotas mientras que le doy sorbos a un café que ni siquiera sabe a tus besos…

 Mejor pienso en ti y a ver qué nos sale:


 Me encantas cuando me preguntas tranquilo y condescendiente
¿Dónde está  todo aquello que digo ver en ti y que por más que lo buscas,
Tú no lo encuentras?
 
Adoro tus ojos fieros y tus pupilas de almendra haciéndome sonreír
mientras me cuentas historias de heladas y ventarrones,
tus manos de niño inventan caminos secretos en mi espalda
que borras en sigilo con tus labios para que no se puedan volver a encontrar.
 
Amo tu fuerza.
Tu paz, tus anhelos, tu rabia, tu tranquilidad.
Amo que seas el cómplice silencioso de todas mis aberraciones
y que muchas veces, simplemente estés allí
quieto, callado, abrazándome como si tus brazos fueran raíces
que me atrapan (y yo no quiero escapar).

De repente, te vuelves grande, enorme, inmenso…
y me quedo como una niña chiquita, mirándote.
Observando la formas y las maneras con las que mandas al mundo
y cuando ese espacio ha terminado,
vuelves y te acurrucas en mí respirando la misma paz
con la que me envuelves y cobijas…
 
Te amo como sabía que quería amarte.
Te amo para mi, para siempre

No me supongo una realidad en la que tú no aparezcas.
Mi mundo se fundió con el tuyo y se convirtió en uno solo,
algo así como tú y la vida que explota burbujeante,
únicos e inseparables.



martes, 18 de junio de 2013

Criando cuervitos.....


Y soy tu madre, y por ello tengo la obligación de lidiar con tus berrinches, tus desplantes, cuidar de ti, lavar muy bien tu ropa, guardarla en los cajones, preparar muy bien la sopa y estar siempre lista para tus quehaceres y tareas atender ¿Qué acaso yo no veo que estás tú muy cansado ó quizá muy agobiado cómo para tu vida resolver?


Y soy tu madre…¡y no estoy pa´cuestionarte! ¿Pues cómo yo me atrevo a malmodiar tus visitantes si ésta casa es mía y qué es lo que me pasa, si es que llegas tú  asoleado y no hay algo bien frio y listo pa´beber?

 
¿Qué no hay dinero? ¡Pues si ese es mi problema! ¿Qué acaso es tú bronca que yo no tenga a quién pedirle y que estés tú tan ocupado andando con amigos  para no haya nada de comer?
 

¿Qué críaste cuervos te dice la vecina tan solo porque en vez de convertirse en  medicinas, los pesos del armario se guardan cuidadosos por si  nuevamente una patrulla se vuelve a aparecer?
 

Y mientras lloras tragándote las lagrimas te preguntas por qué diablos no dejan de criticar a tu bebé….
 
 

Los gallos no cacarean, solo las gallinas cluecas...

Solo han bastado un puñado de eventos y salidas para conocer a “la raza” y estoy llegando a mi primera conclusión: La historia es de quién la escribe y no de quién nomás la plática. De una cosa si estoy segura, cómo en todos los mundos, el cuento está rodeado de luces y sombras y quienes verdaderamente se llevan el mérito no necesitan pavonearlo para ser los reyes del gallinero. El respeto y cariño de la gente se gana simplemente por los logros propios no por simple titulación y tuve la fortuna de poder atestiguarlo dos veces tan solo en esta misma semana.
Abrazos fraternales y fuertes apretones de manos de algunos que tenían tantos años sin verse son la constante en todas las ocasiones. Es curioso que las rivalidades y celos no se dan entre los actores principales, si no entre aquellos que ya muy después se fueron integrando a la obra. Mitos urbanos y figuras prácticamente de leyenda igual disfrutan cascareando con los muchachos que van llegando, que compartiendo anécdotas que se anteceden de frases tales como“…¡uy! ¿Te acuerdas cuando.....? Fue como en el ´76 ó ´77, no?” . Planes, proyectos, cordadas y memorias surgen entre carcajadas y una que otra cerveza. Al cabo que bien dicen por ahí “El corazón no envejece, nomás el cuero es el que se arruga”. Hay tanto trabajo que hacer que hasta pareciera que el tiempo se detuvo y nomás nadie hizo nada en todos estos años ¿Exceso de inercia, falta de imaginación para poder ver más allá de donde llega la visera de la gorra , conformismo descarado ó falta de capacidad para tomar las riendas? Como sea, el espíritu de renovación está inundando muros y paredes y sí antes el desafío era ser el primero en besar aquellas cimas de roca, el de hoy es dejar un legado y una escuela para que los que vengan después sean cada vez más fuertes y mejores todavía…
Si tu vida y acciones no tienen trascendencia, entonces… ¿cuál será la diferencia entre qué seas ó no seas? Los hombres que valen la pena son solamente aquellos capaces de aventarse a nadar contra la corriente con tal de cambiar el rumbo de la historia y no esos que simplemente se sientan en la orilla a contemplar cómo se van dando las cosas. A muchos les dijeron “estás loco, no se puede” para tratar de desanimarlos hace años y al final, no hubo quién pudiera detenerlos. Hoy hay quienes se imaginan que existen espíritus igual de tibios a los propios que se pueden doblegar con un simple“…¿y a ti qué te importa? Nosotros así estamos bien agusto…”. Es tan fácil cruzarse de brazos y decir “es que…así ha sido siempre” que por eso decía mi padre que no sabía si le tenía más miedo a la ignorancia ó a la mediocridad.

lunes, 17 de junio de 2013

Rompiendo la barrera de los dos metros...

Si algo he aprendido de mis intentos de excursionista, es que no hay nada escrito ni definitivo.  Y como la vida es más agitada que una coctelera, después de varios giros desatados nos vino a poner donde finalmente deberíamos de haber estado desde hace rete-hartos años. Si bien, estaba yo más que ansiosa de irme a trepar al Nevado hasta hartarme, ponerme a jugar en la nieve, llenarme las botas de polvo explorando veredas escondidas y agarrar condición bajando y subiendo la barranca en mientras le llego al Izztacihuatl, mi hermoso paquete me vino con todo y trepada guerrera a las piedras y  pos ahora sí, hora de dejar atrás los simples rapelitos coquetos y comenzar la ruta de abajo para arriba en las piedritas, es decir aprender a escalar.


La escalada en roca comenzó a llamarme la atención –o mejor dicho, la descubrí- por los amigos de mi hija Andrea: un montón de muchachos que disfrutaban el irse a encaramar en las piedras de El Diente llenándose las manos de una cosa blanca y trepándose de una manera ininteligible para mí sobre paredes “lisas” y totalmente verticales.  Eso que nació como una admiración comenzó a convertirse en una afición y después de un par de desplantes filiales por parte de mi retoño, repasé varias veces en mi mente la idea nunca aterrizada de irme a tomar clases a un rocódromo para aprender a jugar también yo al hombre araña…. 
 

Mi primera “lección oficial” en El Diente fue desastrosa: saldo de una rodilla raspada y la imposibilidad total de despegarme del suelo con todo y mis botas de suela amarilla.  Pero como la idea no era desechable,  la siguiente visita ya fue con el disfraz completo y si bien, no sé si me dio más miedo subir ó bajar el escaso metro y medio que me mal pude trepar, el asunto ya comenzó a convertirse en un reto personal y ¡seré chillona pero no rajona! Los movimientos ligeros y casi poéticos de mi adorado Chemanix sobre la roca ponen de manifiesto mi falta de coordinación psicomotriz fina y el excelente trabajo de mi abuela gritándome cada vez que me veía trepada en algo “te vas a caer de allí y a romperte toda la cabezota”. Mi siguiente incursión concluyó con un raspón fuerte en las costillas y  la posterior con un golpe de calor.  En la siguiente salida –que en la mente de Chemanix estaba destinada a ser la última si de plano no había forma de que dejara el pánico guardado en mi mochila….- finalmente ocurrió el milagro: constaté que si subo asegurada, NO me voy a caer y entonces todo cambió de dimensión y comencé a verle pies y cabeza a mis intentos de escaladora.  Poco a poco, el temor a caerme y reventarme la cabeza como sandía se fue sustituyendo por un grito de “ténsame” y la tembladera de las piernas se controló poco a poco aprendiendo a acomodar los pies y bajando los talones.   Los nombres de las técnicas y posiciones se vuelven comunes y ahora el reto  se divide en dos partes: por un lado, el acondicionamiento físico y la resistencia y por el otro el más complejo: el entrenamiento sicológico.
 
 
De los roqueros y ruqueros aprendes muchas cosas y si bien mi gran amor siguen siendo las cumbres inmensas y cubiertas de nieves eternas, el olor de las piedras y su textura deliciosa en tus manos se han convertido en excelentes maestros para tratar de moldear mi carácter, ya que si algo necesitas para andar allí no son unos pies de gato de la mejor marca, necesitas temperamento,  disciplina, es lograr tener un control total y absoluto de tus emociones y no dejarte dominar por el miedo bajo ninguna circunstancia.  Es tener que estar consciente en todo momento que no debes de perder el control y eso es algo que te llevas aún cuando ya te hayas bajado de la roca.
 
 
Es un hecho que muy probablemente jamás vaya a poder hacer un 5.14 ni a ser campeona nacional, pero pues como ya sabemos aquí no hay nada escrito y quién quita algún día termine trepada arriba de la Peña de Bernal ó de plano, vaya a hacerle cosquillas a El Capitán.  Por lo pronto, traigo 6 cortadas abrasivas en los dedos, me duelen todos los músculos de la espalda en mis intentos por  aprender a hacer bulder y no me fue tan mal con la escalada artificial.  Entre más me meto en esto más me doy cuenta de que hay demasiadas cosas que necesito aprender y por lo pronto, mi segundo reto es sobrepasar el límite de los dos metros en punta sabiendo que la única línea que me espera en caso de una caída es la del suelo.  El primero fue convencerme de que si podía cambiarme de pisadera sin terminar en el piso, aún cuando tuviera que practicar brincoteando encima de las tapas de los garrafones…

viernes, 22 de febrero de 2013

Exposiciòn Fotogràfica 2013 Grupo Colli

Un año.  En un año se pueden hacer muchas cosas: conocer, tocar, observar, caminar, volar…  Un año más de vida que Grupo Montañista Colli, A.C. festeja compartiendo con todos nosotros muchos de los mejores momentos gozados  a lo largo del 2012 y que quedarán para siempre en la memoria de quienes disfrutaron juntos un año más de aventuras  y que además quedaron plasmados para siempre en bellísimas fotografías.

Desde las grandes cumbres del Izzta y el Popo envueltas en niebla hasta los litorales y playas maravillosas de nuestro país, nuestro recorrido fotográfico nos llevó a recordar viajes a la incomparable Huasteca Potosina y sus cascadas, Rio Pescados en Jacomulco Veracruz, municipios de Jalisco, nuestro entrañable Nevado de Colima, caminos rurales, fotos grupales sosteniendo con orgullo nuestro banderín, grutas y rios subterráneos,  barrancas interminables, pero sobre todo fue muy notoria la gran cantidad de  fotografías tomadas a insectos, hongos y plantas silvestres prevaleciendo en todas ellas una gran calidad y  sentido de la belleza que solamente se puede conseguir al reconocer la perfección que existe en las cosas más simples y diminutas.

Las palabras de bienvenida de nuestra Presidenta precedieron el festejo donde después de la develación de las fotografías por parte de los asistentes, sirvió de pretexto para saludar a viejos amigos y conocer a algunos invitados que por primera vez nos dieron la oportunidad de presentarles quién es el Grupo Colli y nuestro programa de excursiones.  Algunas botanas, refrescos y la infaltable presencia de Electrolit con su nueva línea de sabores mejorados engalanaron este evento de espiritu familiar y de sana convivencia.

En total  un grupo de  15 expositores nos deleitaron con  84 fotografías este año y agradecemos a los 65 asistentes registrados por su participación en esta velada.

¡Muy pronto estará disponible el programa completo de festejos en el que se incluirán actividades para todos los niveles físicos! ¡No te quedes sin participar y conoce a uno de los clubes de montañismo de mayor tradición en Guadalajara!

miércoles, 20 de febrero de 2013

Conociendo Los Ailes y su Velo de Novia

“Estaba en disyuntiva de inscribirme a la carrera ó venirme a conocer los Ailes… Pero ganó mi hija que quería venir a conocer la cascada”.  Aquí estamos -puntualitos como siempre  en el Parque Revolución-  los dos grupos de excursión de Grupo Colli para ésta mañana: El grupo de alegres guerreros que se irán a desafiar al Cerro Viejo con su segunda cumbre más alta de Jalisco y el grupo de caminata, dispuestos a conocer la tranquilidad de la caída de agua Velo de Novia en el poblado de los Ailés allá para el rumbo de Tecolotlán.

Risas y bromas entre ambos grupos se combinan y los guías nombran lista para ver quienes faltan.  De repente, nos toca ser felices espectadores del arranque del Medio Maratón con la impresionante velocidad de los kenianos… ¡Qué barbaros! ¡Esos hombres parecen galgos y el resto de los casi 5,000 participantes anunciados pasan corriendo detrás de ellos llenos de entusiasmo aún sabiendo que se necesitaría ser un chita para poder alcanzar al contingente africano que ya desde allí les lleva buena ventaja! 

El silbato de los guías indica que estamos a punto de partir.  Algunos retrasos nos hacen dejar tarde la ciudad, pero como sea, allí vamos todos.  Ailes es un pueblo pequeño, de esos que se concentran alrededor de un kiosko que parece perdido en el tiempo y calles de terracería flanqueadas de árboles viejos.  Algunos nopales muestran sus brotes tiernitos llenos de polvo y un gato curioso nos observa desde lo que parecería ser una casa de campo dejada a medio construir.  “Vamos a caminar un ratito” y de allí con paso cuidadoso se comienza a bajar la cañada que nos llevará hasta la cascada de unos 30 metros de alto que mantiene frescas y bien regadas las piedras llenas de lama que adornan el estanque de agua fría y escondida.  

La poza principal es hermosa y cada quién encuentra en ella lo que le gusta buscar.  Por ahí alguien hace comentarios del montón de colomos y otras plantas tiernitas que hay alrededor.  Hay quienes disfrutan la suave fuerza que tiene el  agua  y la brisa que nos rocía.  Alguien más traza rutas mentales sobre cómo podría escalarse la piedra que da la impresión de ser una concha acústica encuadrando el paisaje…  Seguimos caminando.  Una vereda que nace en el lecho del rio nos lleva más delante hasta lo alto de la ladera nuevamente.  Nos quedamos sentados un rato a la sombra de un árbol contemplando los cerros de alrededor.  A unos 40 kilometros de distancia parecen estar las Rocas de la Florida y nuestro guía nos platica del grupo que salió en días pasados para allá.  Algo de agua y fruta para rehidratarse y también hubo quién aprovecho para revisar las huellas que les fueron dejando las huizacheras en el camino.  Bajamos de regreso con cuidado siguiendo caminos trazados por el paso de las vacas.  Algunos huesos de ganado y lo empinado del terreno nos recuerdan que hay que pisar con cuidado y finalmente llegamos al pedregoso paso del rio que parecía salpicado de escenarios donde tomar alguna buena foto mientras brincábamos de roca en roca. Un regreso que bien sirvió para sacarnos hambre a todos y disfrutar de nuestro lonche a los pies de esa cascada que nos invita a visitarla otra vez cuando las lluvias desborden su cauce y entonces descubrir si además de hermosas, en sus piedras también cantan las ranas….