jueves, 1 de agosto de 2013

Nada se compara....


¡Nada se compara en el mundo a despertar lentamente y observarte calladito, dormido!
Verte alli, enroscado en una cobija huyendo del frio
ese mismo frio que desafías arrogante cuando caminas con soltura entre la nieve
y que conviertes en el pretexto exacto para abrazarme a ti....

Nadie podría imaginarse la dulzura en la que te envuelves
cuando te atrapa la noche
y te entregas a sus brazos tan tranquilo y relajado
mientras duermes junto a mi.

Y mientras toco con cuidado tus mejillas,
y te siento a mi cuidado,
le doy gracias a la vida por haberme permitido
la bendición de haber compartido otra noche junto a ti...

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