jueves, 28 de junio de 2012

¿Què hay en la punta de las montañas, Quìmera?


Cerro Grande de Ameca….grande, de verdad muy grande…

Esto no comenzó el domingo 24 de junio, comenzó desde la noche antes, quizá para algunos con mayor antelación todavìa. Revisas tus cosas y piensas en lo que vas a necesitar para el trayecto.   Probablemente para algunos es algo tan cotidiano que en forma casi instintiva toman todo lo que necesitan y saben que estàn listo para lo que pueda pasar.  Para otros fue su primera vez.  Una primera vez, que como toda primera vez, te causa nerviosismo que quieres disimular y sabes que vas a disfrutar de sensaciones nuevas y olores desconocidos…

Suena la alarma y no hay tiempo de cabecear.  La salida será puntual, 7:00 am y todos tenemos las mismas ansias de llegar a tiempo.  ¿Listos, todos arriba? -Buenos días,  bienvenidos a la excursión de Grupo Colli-  poco a poco el viaje comienza a tomar aires de fiesta  -Esto no es un viacrucis, es algo que venimos a disfrutar-.  La excursión somos todos y de aquí saldremos con un delicioso sabor de boca. 6 experimentados guias nos acompañaran en el camino. Los datos técnicos y recomendaciones se alternan con bromas y carcajadas… ¡A desayunar porque llegando nos vamos directitos a caminar!

Caminar por los cerros tiene su chiste.  No se trata de andar, andar, andar como hormigas hasta llegar a tu meta simplemente.  Se trata de volverte uno mismo con el campo que estàs pisando y hacer que tu corazón lata como si fuera la tierra misma quièn lo està impulsando.   Se trata de detenerte a observar lo que sucede alrededor, de tocar con cuidado las cortezas de los àrboles y  detenerte a mirar còmo camina un escarabajo ò la forma en que las enredaderas se han pegado en las rocas…

El camino sigue y es hora de detenerse un rato.  Esto no es cuestión de fuerza si no de constancia.  Quedamos que no era un viacrucis y màs de alguno sabe que  ya rindió tributo a èsta montaña y es hora de descansar.  El resto continùa su camino hacia arriba.  Un rato platicas con unos y un rato te agrupas con otros.  Los cerros y las montañas forjan amigos.  Al cerro no le importa la marca de tus botas.  Simplemente va a abriendo sus entrañas lentamente, a tu paso, para que lo sigas descubriendo.  Para algunos, es igual que si fuera una mujer hermosa a la que hay que cortejar lentamente, para otros es un reto contra ellos mismos.  Seguimos, en algunos metros màs llegaremos a un refugio que alguien levantò en el camino.  Una carpa hecha de lonas puede tener màs valor que un castillo para algún viajero cansado ò perdido.  Cobijas, cazuelas, enseres… Aqui compartes lo que tienes con los otros y eso te lo llevas grabado cuando vuelves a casa.

Descanso.  Algunos comenzaràn el retorno desde aquí después de comer y reposar un rato.  Esta precumbre es una medalla para todos los que la vivimos.  En la mente de màs de alguno cruza la idea de quedarse aquí para no agotar sus últimas fuerzas, pero pareciera que algo desde adentro del pecho te dijera  “Ven, ven…vamos arriba” y continùas caminando.  Aquellas laderas casi dulces y llenas de hojas secas comienzan a volverse màs empinadas y te muestran sus garras.  Sientes cada fibra de los músculos de tus piernas mientras que en tu mente solo mantienes fija la idea de llegar.  De cuando en cuando te detienes con el pretexto de recuperar el aire y no puedes dejar de ver todos esos arboles casi vírgenes de los ojos de los hombres.  Estàn llenos de líquenes y las piedras que sobresalen de lashojarasca te saludan con sus cactus pequeños, musgos de colores y helechos diminutos. Revolotean algunos chapulines. El aire huele a cumbre. Las piernas te siguen temblando pero sabes que ya vas a  llegar….



Bajar no es fácil. Es rápido, pero no sencillo.  Si en el ascenso los muslos te demandaban toda tu fuerza, en el descenso recordaràs si has tratado ò no con benevolencia tus rodillas.  Crash-crash se escucha el sonido de las hojas al ser pisadas con ritmo.  Para bajar necesitas perder el miedo.  Los resbalones se festejan con risas y bromas.  Comienza a llover,  Tlàloc se pone de gala y nos regala con besos de lluvia dorada por el sol.  Nos riega.  A lo mejor nos viò tan secos que merecimos su gracia. El camino que lleva al pueblo comienza a distinguirse desde aquí, otra vez huele a estiércol de vaca y agua estancada.  Llegamos al pueblo con los últimos suspiros de luz de dìa.  Aquí están esperándonos el resto de los compañeros que celebran nuestro regreso.  En esta excursión tenemos dos fotos grupales: una allà arriba con los que hicieron cumbre con sus pies y otra aquí abajo con todos los que también la hicieron con el corazón.



   





 

Estàs allì.  En la cumbre donde los arboles estiran los brazos para tocar el cielo.  Una foto con caras sonrientes y satisfechas volverá eterno este momento.  Lo lograste, lo venciste… No importa si la lucha es contra ti mismo ò contra lo que te detiene, la vida es una cumbre.   Una cumbre difícil y caprichosa que solamente puedes alcanzar por ti mismo.  Es un momento que para muchos cambiarà su vida, ahora saben que pueden lograrlo….