jueves, 18 de julio de 2013

Cuando te toca, te toca. Y si no es para ti, ni aunque te pongas en el tocadero...

"Rescate Vertical" ¿Què es eso? Era la primera vez que leìa esa frase y no me decìa gran cosa.  Abrì el video de youtube y me encontrè con un grupo de bomberos bajando de un puente para atender un accidente.  Por un momento, pensè en el valor que requerian aquellos hombres para descolgarse por cuerdas que a lo lejos se veìan igual de gruesas que un cabello para simplemente ir a ayudar a un desconocido.  Recuerdo que eran españoles.  Vì un par de videos màs y finalmente cambiè de tema con un solo pensamiento: "Esa es una de esas cosas que jamàs tendrè la oportunidad de hacer".  Con el tiempo investiguè y supe que aqui en Mèxico tambièn se llevaba a cabo ese tipo de adiestramientos para personal de la Cruz Roja. Pero...pues ni hablar, serà para la siguiente vida quizà porque la constante de requisitos era el de por lo menos ser paramèdico y ya de allì para arriba.

"Pues me gustarìa mucho poder invitarla, pero es exclusivo para bomberos y personal de emergencias..."  fueron las palabras de nuestro querido Néstor despuès de mucha insistencia.  "No es un curso abierto y por lo menos debe de saber rappel y hacer nudos" ¡Ándale que aqui ya la cosa cambia, porque si aunque igual no puedo decir que sea muy buena en esos menesteres, una docena de nudos de escalada si me salen, no tengo mucho problema con el manejo de cuerdas y si alguien es experto nivel Master en todos esos asuntos es Don Chemanix.  "Allì le encargo pues" le dije y como un asunto sin vuelta de hoja me resignè a que no era un curso al que pudieramos entrar....

Y pues sin querer queriendo y ya sin esperarlo, el jueves previo al gran día una sorpresiva llamada nos informa que siempre sì podemos asistir. Vany asistirá en la categorìa de paramèdico y Miguel, Chema y yo como invitados con algo de adiestramiento en rapel. Como buenos compañeros y tratando de homologar un poquito los conocimientos y experiencias entre todos, tenemos un repaso de nudos básicos con Chemanix y el viernes practicamos ascensos en cuerda con puños y estribo en las  instalaciones del Mantis Climbing Center junto con los amigochos de Carbono-14 y pues ya estando allí, de paso nos echamos una cascareada de Boulder también. La sorpresa del sábado fue ver llegar  a Valentina como Presidenta de nuestro querido Grupo Montañista Colli, quièn està muy interesada en conseguir este tipo de capacitaciones para todos los guìas y miembros del club y poder así cumplir con todo lo establecido por las famosas NOM09 y 11 que andan tras de nosotros.  El resto de los compañeros del curso son bomberos y paramèdicos de diversas dependencias.  Es un gusto saludar caritas conocidas como a Erik Pineda con quièn tuvimos el gusto de compartir el curso de manejo de incendios hace aproximadamente un año, Chuy Velasco, Manuelito, y algunos otros.

Miguel Angel Santana, Jefe de Rescates de Bomberos Guadalajara es nuestro instructor VIP durante el curso.  Santana, junto con la ayuda de otros compañeros de la Base 3 de Bomberos, nos ayudaron a comprender desde el significado etimológico de la palabra “cuerda” hasta los principios bàsicos de fìsica con los que trabajan las poleas y polipastos para levantar grandes pesos. Como en todo, las horas de teoría pasan a cuentagotas pero sin el “uno” no se llega al “dos”, así que después de la capacitación en el aula ahora si nos vamos al área de dormitorios en el segundo piso para darle una repasadita a los nudos básicos y  comenzar  las técnicas más elementales de rescate vertical.


¿Para qué sirve todo ese montón de cuerdas de todos tamaños, fierros diversos, arneses, cascos y tanta preparación técnica? ¿Qué no se supone que los bomberos están allí simplemente para apagar incendios, matar abejas y de cuando en cuando, desviar el tráfico si las calles están inundadas?  Una de las labores más importantes del muy verdaderamente heroico cuerpo de bomberos es el rescate de víctimas, que bien pueden variar desde algún suicida histérico que no sabe si animarse ó no a brincar desde arriba de un edificio, una persona que quede atrapada dentro de un pozo, hacer labores de prevención de riesgos en antenas y anuncios espectaculares y hasta rescatar vehículos en barrancas entre muchas otras actividades.    Para nosotros como montañeros y escaladores, este tipo de preparación es indispensable porque estamos totalmente expuestos a terminar en una de esas en el fondo de alguna cañada ó bien, atorados a media roca como piñatas. En casos menos extremos, todos hemos tenido que experimentar el tener que hacer descensos mediante cuerdas para llegar a algún punto y el saber armar tus reuniones puede ser la diferencia entre disfrutar del paseo ó convertirlo en tragedia.  Allá vamos.  Comienza la explicación del montado del anclaje y rápidamente notamos las diferencias  entre un anclaje deportivo versus uno de rescate.  Lo primordial aquí en todo momento es la seguridad tanto del rescatista como de la víctima, así que además de la línea en la que baja el rescatador con sus respectivos seguros, se monta por lo menos una línea auxiliar de seguridad para evitar cualquier falla.  Un dato curioso es que al realizar un rescate normalmente el rescatista no hace el descenso por su propio medio para poder concentrarse en otros aspectos y son los compañeros que están a cargo de la operación “allá arriba” los que se encargan de bajarlo hasta el lugar indicado.  La comunicación tiene que ser constante y el trabajo de equipo se coordina mediante un líder nombrado para cada grupo. 

La primera práctica consiste en armar todo un sistema que nos permite “bajar” a nuestro rescatista hasta donde se encuentra la victima y de allí, invertir todo nuestro sistema para subirlo con un conjunto de poleas.  Toda esta primera operación la realizamos en forma horizontal para revisar el armado y experimentar la ventaja mecánica que representa el querer subir un peso bastante superior al nuestro.  Nos dividimos en dos equipos y ahora si, cada equipo anclado de una columna comenzamos a armar el rompecabezas de cuerdas, mosquetones, descensores y demás para poder “bajar” a nuestro compañero a “la barranca”.  Todos los participantes en esta simulación de rescate debemos de estar totalmente armados y listos con nuestro casco y arnés personal por si se presenta “una emergencia” y hay que sustituir al rescatista o tener que bajar a ayudar en las labores.

Después de armar y desarmar varias veces nuestra línea horizontal  y comprobar la ventaja mecánica del sistema de polipastos permitiéndonos a dos tiernas, dulces y nada fuertes mujeres arrastrar el peso de 3 compañeros, procedimos a montar nuestro sistema en forma vertical sobre un tripie colocado sobre el -famoso e inmortalizado en toda película y caricatura- agujero por donde pasa el tubo que permite bajar a los bomberos en un par de segundos hasta el piso.  La altura aproximada al piso será de unos 5 metros y después de ver que no es lo mismo tener todo los metros cuadrados que quieras para fijar tu sistema a tan solo tener 30 cms por lado las precauciones para que no queden cuerdas cruzadas se vuelven muy necesarias.  El tripie tiene que fijarse para que no vaya a volcarse en caso de que se ejerza fuerza sobre él en forma equivocada y un par de amigos bomberos se aseguran con una cinta plana para no terminar por error también en el piso.  Ya con todo nuestro “cuerderío” y demás sistema bien puesto, pues piden una victima flaquita para no sentir tan feo en el primer intento de ahora si cargar en serio y pues lo único disponible era yo, asi que en calidad de bulto quedo suspendida a unos 2 metros de altura del piso mientras mis compañeros hacen el cambio del sistema de descenso al de ascenso y ahora si, a comenzar a halar la cuerda con todos sus cuidados respectivos para subirme.  Al igual que en la práctica horizontal, el sistema se pone y desmonta varias veces y se hace el cambio de rescatista 3 veces para que todos podemos participar en todos los procesos. 

Como aquí lo más importante no es la adrenalina que pueda sentirse en la bajada, si no la seguridad e integridad de tu paciente, nuestra siguiente práctica es la del empaquetado de la victima sujetándolo con cintas planas a una camilla rígida debiendo de quedar atado a la misma  primeramente mediante la cadera, hombros y pecho y finalmente desde los tobillos nuevamente hasta los hombros para evitar cualquier movimiento en el traslado. Nuestro primer paciente a emplayar fue Vany y ligeramente pudimos notar el enorme entusiasmo de su maridín por dejarla bien amarrada y quieta por lo menos por un rato. Nuestro segundo paciente fue Chemanix que aunque era más quietecito que la paciente uno, nos costó más trabajo el poderlo dejar bien asegurado.  Y pues este era un buen momento para tomarnos un par de fotillos de recuerdo por el trabajo efectuado en nuestro primer día de capacitación y prepararnos para el siguiente.

El domingo allí estamos todos bien puntualitos y expectantes para la práctica desde la azotea.  El tipo de rescate vertical que estamos aprendiendo es de tipo urbano y pues también en lo urbano se rapelea.  Para comenzar el día y para sentirnos como niños en Disneylandia, Miguel Santana indicó que podíamos subir a elección por una escalera telescópica de uno de los camiones ó bien, por la escalera interior del edificio…¡y pues cómo evitar subirnos por la escalera del camión! Las escaleras verticales las encuentras en todas partes….¡las de bomberos de a deberitas no! Así que allá vamos para arriba todos no perdiendo la oportunidad de modelar para la foto de vez en cuando.  Cada uno comenzamos a ponernos arnés y casco y obvio los escaladores a colgarnos todo el montón de juguetes que se puede llegar a necesitar para hacer rappel y salir bien guapos en la foto.  El bloqueador solar de Erik pasa de mano en mano y Valentina y Karla una paramédica de Capilla de Guadalupe están nerviosas porque es la primera vez que harán rappel. Mientras que el equipo de Santana monta el anclaje, Chemanix nos da recomendaciones sobre la forma de salir desde una arista y las diferencias entre el rappel en roca y edificio.  Santana nos indica que la primera bajada será en la modalidad de rappel deportivo para sentir la altura y perderle el miedo los que todavía tengan sus dudas, así que como yo ya estaba bien ataviada y parada en la orilla, pido primeras para abrir pista.

Existen varias posiciones para poder salir desde un ángulo de 90° y yo elijo hacerlo en cuclillas.  Es muy importante vigilar aquí el roce de las cuerdas contra la arista ya que por el movimiento pudieran llegar a partirse en dos y terminar en el piso.  Para evitar algún accidente de este tipo, nuestros amigos bomberos utilizan trozos de manguera como protección en los roces y nos recuerdan que todos esos brincotes y demás maniobras temerarias que vemos en las películas son exactamente eso, solo para el cine y aquí lo que rifa es la seguridad de todos en todo momento.  Comienzo a bajar en rappel deportivo con la inclusión de un prusik como seguro adicional y a medio camino aprovechamos para fijar un momento el seguro bajo la orden de Santana y ahora si que sacarnos la foto de “mira mamá sin una mano….sin las dos manos….” y quienes lo van a hacer por primera vez puedan ver que tú tienes el control total en la bajada.  En una cornisa a un par de metros bajo la azotea se encuentra un bombero por cualquier eventualidad y en unos segundos ya estás en el suelo.   De uno en uno comienzan a bajar el resto de los compañeros rescatistas sin problema alguno y el equipo de colados del Colli también demuestran su experiencia en este tipo de descensos.  Chuy Velasco también es escalador añejo a pesar de su juventud y hasta Valentina logra vencer el miedito al primer brinco… el cual tiene su chiste y como lo vió Karlita, las ñañaras a veces son más difíciles de controlar de lo que nos imaginamos.

Nuevamente volvemos a formar 2 equipos de trabajo y de este lado quedamos Vany, Valentina, Karla, Chemanix y yo y en el otro frente están Nestor, Erik, Chuy, Pedrito, Migue Rodriguez y  los demás….  Las técnicas que vamos a practicar es la bajada de victimas múltiples conscientes, utilizando para la primera el sistema 1-8-1 y para la segunda, aseguramiento de la víctima al rescatista. De uno en uno vamos todos rolando nuestros papeles de pasar a ser rescatador a victima 1 y victima 2.  De reojo vemos al equipo 2 realizar sus prácticas también y de repente se escucha un golpe seco.  Pedrito se golpea al bajar del techo del camión en el que tienen que descender al usar una escalinata que no estaba afianzada, pero afortunadamente no pasa a mayores y un par de diclofenacos más tarde, nuevamente y con todo el profesionalismo del mundo continúa participando junto con el resto de su equipo.  En el equipo de Néstor quedaron agrupados paramédicos y bomberos mayormente y si bien nuestro desempeño como el equipo amateur no dejo nada que desear, era notable que sobre todo en el sistema de descenso de victima junto con el rescatista la experiencia del otro equipo era mayor.  De este lado cada quién tuvimos que arreglárnosla con algunos problemillas que precisamente para eso estamos entrenando: A mí se me trabó el prusik después de bajar a mi primera víctima ya que no me percaté que había quedado muy cerca del 8 y  Karla tenía que dominar los nervios para poder manipular su equipo. Vany no tuvo más problema que posar para la sesión de fotos que le tomo Mike montado en la escalera. Afortunadamente contábamos con la asesoría del compañero bombero que estaba vigilando la operación desde la cornisa y por supuesto, la ayuda y experiencia de Chemanix que resultó ser una “víctima” muy cooperadora y presta para ayudar.

El día fluyó con demasiada prisa y era hora de llegar a nuestra evaluación sorpresa: Teniamos que montar todo un sistema completo para descender a un rescatista cuya misión imposible era servir agua de una jarra a un vaso colocado sobre el techo de un camión.  Esta operación tenia que realizarse obviamente sin derramar el agua, pero el plus era que el rescatista no podía tocar el camión tampoco.  Un bombero supervisaría la operación solamente en calidad de evaluador.  Ya no era hora de hacer preguntas y aunque no teníamos límite de tiempo… haz de cuenta que se te está desangrando allá abajo la victima, así que entre más rápido mejor.  Nuestro equipo quedó integrado con Chema como líder, Miguel como encargado de la línea de seguridad auxiliar, Vany como encargada de la línea de descenso, Manuel vigilando las rozaderas, Chuy de rescatista y yo manipulando el gibb para la liberación de la cuerda. En un excelente trabajo de equipo logramos bajar a Chuy hasta el punto necesario para que haciendo derroche de su juventud y experiencia se girara sobre la cuerda y quedara colgado de cabeza pudiendo manipular sin muchos problemas la jarra y cumpliendo honrosamente con el cometido.  Nuestro tiempo de respuesta fue muy bueno y creo que no excedimos ni siquiera los 15 minutos.  El equipo de Néstor, Erik y los demás hacían lo propio, pero la verdad, no teníamos mucha oportunidad de echarles un vistazo.  Obviamente tampoco pudimos tomar fotos, pero bueno tuvimos la satisfacción de haber logrado la tarea encomendada.

Después de más de 20 horas de nuestro curso  teórico-práctico y ya de camino a casa, reflexionamos sobre la responsabilidad que implica el tener la vida ó la integridad de otra persona a tu cuidado y máximo cuando no solamente es una sola persona, sino un grupo completo que en la gran mayoría de las veces  no tendrá capacitación en situaciones de emergencia y puede dejarse dominar por el pánico y la inexperiencia.  Es un hecho que los montañeros, excursionistas y escaladores elegimos en forma voluntaria lo que para muchos es un “riesgo innecesario” y nadie estaremos exentos de ser víctimas de un accidente. Espero que todos los conocimientos que poco a poco vamos obteniendo, solamente los utilice para mejorar mi desempeño deportivo y jamás los tengamos que utilizar para realizar un rescate.  Tampoco me gustaría verme empacada en una camilla, pero lo que sí sé es que si en algún momento mi vida está pendiendo de un hilo, espero que al otro extremo estén mis amigos haciendo un anclaje y tendiendo las líneas auxiliares de seguridad para ir por mi.

Gracias Néstor Gutiérrez, Miguel Angel Santana y Bomberos de la Base 3 de Guadalajara por dejarnos compartir con ustedes ésta experiencia.