lunes, 21 de mayo de 2012

Gatitos pardos

Al fluir ligero de la tarde y de las risas,
poco a poco comenzamos a coincidir
que al pasar los días  y al caer la luna,
todo león salvaje va perdiendo lustre
y al final le brota lo que lleva dentro
ò algo peor si pudiera existir.
                           
Porque concordamos en que estamos aburridas
de que en todo evento se dediquen a ver,
a què incauta niña le ponen el ojo
y si no se cuida y si se las compra
ya valieron madre porque como un kleenex
después de su uso  estorbaran en todos lados,
y no hallaran la forma de botarla pronto
para  poder poner una raya màs  en su pared.

Tomamos un respiro y en medio de la pausa
Comenzamos a cavilar
sobre si realmente vale siquiera la pena
lo que te vas a ensuciar,
porque màs de alguno se presume fiera
y se acerca a ti con aplomo de cazador,
màs al tenerte cerca la melena se le alacia, las uñas se le esconden
 y en vez de gruñidos se pone a maullar…

Todos estos gatos pardos de azotea,
Tienen en su historia un haber común:
Se cuelgan por las ramas y caminan por los techos,
Andan de puntillas para no hacer ruido
y saldrán corriendo en cuanto prendas la luz…


martes, 15 de mayo de 2012

Estrellas

Estamos hechos de polvo de estrellas. De la misma sustancia de la que estàn formados los àrboles y las piedras, es por eso que nos llama tanto la naturaleza, simplemente es nuestro espìritu queriendo regresar a casa.

Los secretos de toda la creaciòn se esconden debajo de la misma piel con la que forraste los sueños y le diste un rostro y un apellido.  Todo se guarda alli, es solo cosa de guardar silencio un rato para poder entonces comenzar a escuchar el mar en el que hierven tus entrañas ò la pàlida luz que se desprende de tu mirada perdida y clavada en el horizonte.  La lluvia, el sol, el ocaso, la calma, la furia... Todo se esconde para formar un fuego que armoniza y quiebra cada paso que damos mientras caminamos en circulos, siempre flotando alrededor de una idea que nos haga no perder la marcha...

Aquellas febriles angustias....

Aquellas febriles angustias que en un tiempo podían robarme el sueño,
hoy ni siquiera tienen cabida en mi lista de “asuntos para atender”,
si bien nos inculcaron a tenerle pánico al Fin del Mundo….
hoy comprendo que es màs temerario llegar con plata al fin de mes.

Si antes una ausencia podía nublar tus noches,
hoy te das cuenta que no por eso dejas de comer,
que vengan y vayan todos los que quier...an
al igual que el dinero el mundo es redondo
y nomàs por nadie se va a detener..

Segùn me doy cuenta con el pasar del tiempo
màs risa me dan mis miedos y le temo màs al capital que al interés,
si igual tus centavos bien valen un chicle
mi sonrisa es màs cara y valiosa
que cualquier baratija que tengas para vender….

El amor de una madre.

El amor de una madre se estigmatiza, se da por sentado y hay quienes lo esperan recibir por mera obligaciòn. Para muchos no se gana, ni mucho menos se mantiene. No se cuida. Saben que lo tendràn alli cuando invariablemente lo necesiten y serà obligaciòn de "la jefa" lidiar con sus broncas y resolver sus problemas por el simple hecho de ser su madre...

Para otros, hay quienes prefieren una madre... invisible: que no hable, que no opine, que no corrija. Simplemente que asuma su papel de madre con la boca cerrada y la cartera abierta. Una madre que lave y que planche tu ropa, pero que no tenga derecho a preguntar con quièn vienes ò a donde vas...

Las madres no somos eternas, somos efìmeras y tan perenes, que muchos se dan cuenta de su ausencia hasta que ya cerraron su tumba y los trastes se acumulan en el fregador...

Me gustas.....

Me gusta tu sonrisa mentirosa...

Me gusta tu pose altanera y estudiada, tu mirada fria, tu camisa fina y esos nervios que congelas bajo el hielo cada vez que me ves.

Me gustan tus palabras falsas, tu discurso helado, tu clichè refrito y que pienses que puedas envolverme como quinceañera a la que le roban la inocencia por primera vez...

Me gusta que te sientas el ombligo de este mundo, que has vivido y has soñado y que de nadie tienes nada màs que aprender...

Me gusta porque a fin de cuentas, encontraste un muro y no una puerta abierta que harà que te topes contra la pared.