jueves, 5 de septiembre de 2013

Me encantaste....

Me encantaste.  Tu mezcla de candidez y arrogancia era sencillamente irresistible.  Dentro de esa cabecita hermosa que aún ni siquiera había podido acariciar existía el mundo completo que yo deseaba.  Eras tú, siempre habías sido tú y ahora que finalmente te encontraba me daba miedo echar a perder todo con mis ansías y mis ganas inmensas de rozar tus labios y descubrir si eran tan dulces como tus ojos… y me moría de ganas de que notaras mi presencia y supieras que existía porque me encantabas y me encantabas desde siempre aunque tú no lo sabías.

 Aún no te había visto, no sabía quién era ese extraño que se encontraba al otro lado de la pantalla y sentía como si te conociera de siempre. Te adore desde la primera vez que te vi y al irte viendo más y más, más me fuiste encantando.  Sabía que eras tú y aunque mi mente trataba de huir de tu recuerdo y de tu sonrisa tímida escondida detrás de tu grandisisima caballerosidad y una honorabilidad que no podría ser puesta en tela de juicio jamás, mi corazón no dejaba de palpitar con prisa cuando veía ese puntito verde en la pantalla que me decía que allí estabas y estabas conectado…


Te ame por primera vez como se aman los sueños: con prisa, con irrealidad.  Con un alud de miedos y de dudas que por instantes me sepultaban porque yo quería ser perfecta para ti.  Te ame esa noche hasta adorarte y hasta saber de nuevo mil veces que eras tú y que siempre habías sido tú y que ahora finalmente te había tenido en mis brazos y mi pecho y supe que ya no podría respirar sin el sabor de tus besos y el sudor que te corre por la espalda.   Te ame y nada más me importó en el mundo, porque mi mundo comenzó a existir cuando vi la luz de tus ojos de almendra brillantes y llenos de vida y de sueños….

Te vi y te reconocí en seguida. Tu fuerza, tu inteligencia, tu furia me cautivaron indescriptiblemente.  Algo de ti estaba latente en mi desde siempre… Sabía que eras tú desde la primera vez que la primera vez que con dulzura susurraste mi nombre…