miércoles, 19 de diciembre de 2012

Quiero quererte para toda la eternidad....

Un brindis de amor por ti, amor que no eres de una noche si no de toda la eternidad


I.- y tengo miedo

Y tengo miedo…
y de repente siento que todo se me viene encima,
que no respiro, que el mundo es inhóspito y perverso
y en vez de poder salir corriendo
tengo que quedarme a hacerle frente
a peligros y dragones que se rien de mis fuerzas
y  que juegan con mi mente
cual muñeca de papel…


Y a veces odio,
Que me vean tan inmensa y poderosa,
indomable y orgullosa
y que nadie se de cuenta de que tiemblo con el viento
y daría mi vida entera por dejarme proteger…



II.- Me gusta amarte asi....

Me gusta amarte así, sin prisas ni planes prestablecidos…
Robarte un beso furtivo cuándo el mundo se descuida
Y con una mirada discreta decirte
Eres mío y yo de ti….





martes, 18 de diciembre de 2012

De puntillas sobre el hilo que divide...

De puntillas sobre el hilo que divide...
para ti, mi amor.  Te quiero niño horroroso!


El amor es una fuerza caprichosa que nunca nace igual dos veces.

De repente brinca en el chispazo de una mirada extraña ó igual se gesta sin prisas, escondida pudorosa entre la invisible rutina de la vida inerte de todos los días…



El amor brota palpitante, empapado de admiración. Quizá mezclado con un poquito de respeto y un par de cucharadas de miedo.  Sí, como ese miedo que me das y que aparentas no darte cuenta…



El amor viaja  despacio.  Camina descalzo, desafiante y sin premuras sobre el hilo que divide el bien del mal y puede ser tan fuerte que se vuelva eterno ó al igual que la niebla tempranera, en silencio desaparecer sin dejar una sola huella.



El amor se convierte en lo que quiere y no en lo que le ordenas.

Es oscuro. Es implacable, indómito y aterrador… hasta que llega a ti y te envuelve y te atrapa y te acaricia, incendiando tu alma como nunca antes nada lo había hecho.



El amor no tenía nombre ni figura y de la nada apareciste tú….



Colibrìes



Pensarte es como las alas de los colibríes.
Me gustan. 
Son entre verdes y azules y brillan con el sol
mientras te miran por un segundo, así,
con sus ojitos negros , redondos y la cabecita ladeada
antes de desaparecer en un parpadeo.

Me gustan los colibríes porque son diminutos,
a  veces pienso que son como las hadas místicas
del mundo de los emplumados,
ó quizá son como los duendes ó puede que sean los malos…
no me importa demasiado
porque al final de cuentas son hermosos
y simplemente me gustan
como me gustas tú, así sin preguntar.

Con tu piel de luna que igual se rompe en brillos
azules y enverdecidos,
llenaste mis manos y mis labios
de agua con miel y dulces besos azucarados.
Ahora sé por qué siempre que te pienso y te siento
escucho ese pequeño revolotear agitado:
No es que mi corazón vibre en un palpitar alocado,
es que me recuerdas a los colibríes
con los que siempre he jugado…

Tù y yo, par de colibrìes....


miércoles, 21 de noviembre de 2012

Hermosas palabras que no son mìas....

"Te amè desde que te vi.
Lo sè, tù no me lo pediste
es màs lo màs seguro es
que ni siquiera lo deseabas.

Estaba muerto y no lo sabìa.
Simplemente me habia acostumbrado
a respirar por costumbre
y a ver pasar los dìas sin chiste.
Total, ¿Què màs daba y què
diferencia habia de un dìa al otro
si todos eran tan iguales?

Te mire y me llenaste de luz,
asi, enmedio de tu sonrisa que llena el aire
y el espacio.
Te vi y sentì que volvì a nacer.

Y aqui estoy.
regalàndote entera mi vida,
aùnque no sirva de nada
pero es tuya y yo sin ti no la quiero,
ni me sirve.

Y prometo amarte mientras viva,
aunque solamente tenga que vivir
del recuerdo de la magia de tus ojos
y de tus manos dulces y pequeñas
y soñar con la miel que gotea de tus labios.

Te amo y nunca habìa sentido este amor."

A un mes del Fin del Mundo...

A un exacto mes de que llegue el tan anunciado "fin del mundo" -que obvio todos sabemos que nada què ver y nada va a pasar- solo puedo decirle a la vida:

Me he reido hasta las làgrimas incontables veces. He llorado de coraje cuando no hay nada mas què hacer, he cantado, he bailado, he jugado con estrellas, he juntado caracoles. He creido, he rezado, he pedido, he amado. He olvidado los tacones y rituales, he tocado, descubierto y caminado...

A un supuesto mes de que se "extinga" la vida en la tierra, me doy cuenta que he vivido màs en versos que en horas respiradas y respingo ante formas inventadas y agradezco haber soñado igual despierta que al dormir...

Si en un mes yo dejara este mundo, me retiro tranquila y satisfecha, pues no hubo barrera ni muralla, ni conquistas ni batallas que no hubiera bien sorteado de la mano de los que amo y que hicieron de este viaje lo mejor que me pudo ocurrir.



martes, 9 de octubre de 2012

Como loca cuando empieza a llover....

Veo la vida y me rio,
soplo la espuma que se me pinta cual bigote
y se rompè en mil pedazos
cual briznitas de papel al llegar el vendaval...

Veo la tarde y me encanta,
y dibujo tu silueta, recalcada con la noche
y escondida entre las  hojas
que se empiezan a dormir...

Veo tu nombre y sonrio,
y parezco una loca
disfrazada de mil cosas,
tan extraña y ordinaria
que al pasar junto a tus ojos
no me alcanzas ni a mirar...

Veo la luna y te escondes,
tan lejano y presuroso
màs te escurres por mis ojos
como sombra en la pared...

Veo la vida y me rio,
y me unto de su magia,
de sus llanto y sus estrellas
y me siento como loca
que se queda disfrutando
cuando empieza a llover....


miércoles, 3 de octubre de 2012

Esta imagen lo dice todo...

Esta imagen lo dice todo......

Me enyerbas...

Hay algo de ti, que siempre vivirà en mi. 
No sè por què. No quiero ni necesito explicarlo. 
No sè si es tu reflejo ò tu esencia ò ese halo de poder que brota desde tus ojos...
Esos ojos, tan feroces e interminables que son capaces de mandarme al cielo ò revolcarme en el infierno mientras se clavan en mis pupilas que no se quieren escapar...

Dos lunas verdes salen rodando de entre las pàginas de aquel cuento empolvado. 
Se quedan quietas y fijas, mìrandome,
asì como la ùltima vez que me vieron tus ojos salvajes y fieros...

Puedo quedarme quieta, en silencio y solo observarte.
No sè què me enyerba màs: Si tu risa esplendorosa ò tu silencio mustio y atrincherado. 
Como sea, aqui estàs y aquì estoy yo contemplàndote con la misma furia y paz con la que duerme la tierra...



¡Niña! ¿Què te pasa...?

¡Niña!  ¿Què te pasa? ¡Tù no corras! ¿Què no ves que ensucias tu vestido, deshaces tu peinado y no es de señoritas andar trepando por allí?

¡Niña! ¿Còmo crees? ¡Tù no juegas con pelotas, ni eres una loca para andar chiroteando en el jardín…!

Tù obedece. Agarra tus muñecas, sonríe como una boba y nunca digas lo que pienses que no es de alguien decente hablar para ofender. Sè bonita y quédate callada, adorna arrinconada y deja que los grandes opinen por tu bien.

No pregùntes ni pidas instrucciones, no escuches revoltosos que no es de gente bien ponerse a pensar. Tu sonríe hermosa por la vida, hueca de la cabeza que no es de una princesa andar como puta queriendo al mundo conquistar…


Naica. La Cueva de los Cristales.


Veo la nota en el Facebook y lo único que puedo pensar es “¡Que afortunados serán los que vayan… ¡qué envidia! :“Naica”. Un lugar único en el mundo, una cueva que prácticamente es virgen a los ojos de los hombres y guarda celosamente custodiados pequeños secretos de cómo se formó la vida en la tierra hace tantos millones de años.

De repente tu imaginación vuela mientras revives en tu mente, aquel lejano capitulo visto en la televisión de cable que hablaba de la famosa Cueva de Cristales encontrada en el estado de Chihuahua apenas por ahí del año 2000. Sí esa, a la que solo algunos científicos se les permite la entrada enfundados en trajes espaciales de color anaranjado que tienen sistemas de refrigeración que puedan permitirles pasar media hora dentro de un hábitat que parece extraído de otro planeta. Naica. Esa que es custodiada y resguardada celosamente por miembros del Ejército Mexicano y cuando la explotación de la mina ya no sea rentable para sus dueños será sepultada en agua para siempre. Naica la misteriosa, a la que nadie puede entrar… ¿cómo le habrán hecho para poder conseguir que este grupo de amigos tuviera acceso a este lugar tan restringido?

Hay nombres de grandes montañistas que comentan el acontecimiento con emoción. Por supuesto, esto debe de ser un evento para que grandes guerreros puedan asistir solamente –pienso yo, mientras leo las conversaciones dejadas allí a la vista de todos los mirones que vamos pasando…- Algo llama mi atención, las palabras indicándole a Francis “pregúntale a Miguel, a lo mejor todavía puedes ir…” ¡Esto no es algo cerrado y definido todavía!! Con ese “a lo mejor” en la mente tomo por impulso el teléfono para pedir información. No se puede. El viaje es hoy mismo y es una lástima porque no puedo yo llegar a casa y simplemente decir “oh si, nos vemos el domingo me voy a Chihuahua a visitar una cueva de cristales mágicos”

“Este es un permiso especial que nos gestiono nuestro amigo el ´´capi´´ para poder visitar la mina el día de mañana sábado solamente. Si no es mañana lo perdemos, así que es ahorita y vámonos en caliente sin pensarlo” Es la explicación que contesta la mayoría de las dudas . El plan de acción es estar en Chihuahua al amanecer, manejar hasta la Hacienda de Santa Gertrudis y de allí, dirigirnos a la mina de Naica en compañía del Capitán que nos ha gestionadó la autorización especial otorgada por la gerencia de la mina. El domingo a medio día estamos de regreso a Guadalajara. 4 vuelos, 2 noches de hotel, horas de carretera, gastos inesperados a cubrir y buscar el consenso de la familia para poder abortar los planes de este fin de semana solo para participar en esta expedición de aventura sorpresiva…. Imposible.

Con el corazón apachurrado no me queda más que dar las gracias y desearles suerte a todos los afortunados que tienen el viento a favor para gozar de este tipo de aventuras. Si existieran los angelitos y diablitos esos que salen en las caricaturas cuchichandote al oído, allí hubiera tenido los míos…¡nada más que no estoy segura a quién podríamos poner en cada papel! ja ja después de una serie de obstáculos mentales, llegó a mi mente el espíritu del Chicharito y su célebre frase del ¿¿Y POR QUÉ NO?? Y total, con una pre-acta de divorcio en la mano, el riesgo de no encontrar vuelo para salir de Guadalajara, una playera en la mochila y un chamarrón como si me fuera ir a andar en Alaska, allá voy yo, volando rauda y tendida en un taxi para llegar al aeropuerto….

Bien! Ya estamos en Chihuahua y la primera sorpresa nos alcanza en la salida del aeropuerto: Mauricio y su esposa que volaron directamente desde Costa Rica para unirse a la expedición. Unos pasos más atrás, venia también Rodulfo Araujo quien amablemente se tuvo que deshacer de sus visitas y con él se completaba nuestra plantilla de expedicionarios. Miguel se había arrancado a traer una camioneta para poder trasladarnos a nuestro destino final mientras que en nuestro campamento provisional las risas, bromas y expectativa hacían de nuestra espera una fiesta.

¡Vámonos! A comprar carga completa de agua e hidratantes y de allí que nada nos detenga hasta llegar a Santa Gertrudis. Caminos hermosos. La vista amplia, majestuosa. No sé si será por el efecto de pensar que Chihuahua es enorme, pero aquí todos los campos se ven gigantescos. Valles amplios y tranquilos hasta donde alcance la mirada. Pequeños cerritos con laderas empedregadas se combinan sin problema con cultivos interminables de maíz y nogales plantados con precisión milimétrica. Está lejos. El animo vuelve a subir de tono cuando vemos el clásico letrerito verde de carretera que dice Naica “allí” señalando el rumbo con una flechita. Llegamos al campo de Santa Gertrudis y esperamos afuera bien portaditos esperando a que llegue el Capi Miguel Ángel que amablemente nos gestionó este permiso especial. El tiempo parece irse a cuentagotas y me acordaba de cuando era niña y a cada rato preguntabas “falta mucho…??”, pero pues la espera termino gratamente al llegar el capitán y presentarse con una sonrisa y carisma que no me imagine que alguien en el ejército pudiera tener: Un hombre chaparrito, risueño y saludador, oriundo de “Veracrù” y dispuesto a mostrarnos con el mismo entusiasmo que nosotros traíamos este rincón del mundo. Lo seguimos y en un par de curvas después estamos en la puerta de la mina propiedad de grupo Peñoles.

El guía de nuestro recorrido nos ve medio feo porque llegamos retarde según èl. “Ya no alcanzaran a hacerle examen médico a todos, apúrense.” Y nos indica que debemos de pasar a la enfermería de la mina. Allí bien hechos bolita todos, el Capi va nuevamente en nuestro auxilio con la Secre del Gerente General, porque la doctora ya había salido de su turno. Un par de compañeros son revisados al azar y ahora si, vámonos todos pa`rriba del vehículo que nos llevará a las entrañas de la tierra. Recorrimos un túnel largo y bien iluminado de 4 kilómetros de longitud. Estos túneles son muy estrechos y solo permiten la circulación de un solo vehículo. Si tienes la suerte de toparte con uno que quiera salir mientras tú quieras entrar, tendrás que buscar una bahía en el camino para meterte tantito en lo que pasa el otro. Por supuesto que la comunicación por radio es constante y el guía nos va leyendo la cartilla de lo que podemos y no hacer y explicándonos algunas particularidades de la mina.

Con una agilidad sorprendente se avienta en reversa a buena velocidad en un túnel que parece guante y como yo venía recargada en la puerta de atrás, nomás estaba esperando a ver en que momento nos dábamos un tallón con las paredes que pasábamos rozando. Llegamos. Una puerta blanca, pesada y con un gran sistema de seguridad nos saluda. Hay un par de bancas blancas de madera, un extintor y un botiquín en la entrada. El calor ya es insoportable y las condiciones de humedad comienzan a cobrar factura. Nuevamente nos leen el reglamento sobre lo que podemos fotografiar y lo que no, y nos invitan a pasar a la primera parte de la cueva, que es una pequeña cámara con cristales donde la temperatura ya ha subido algunos grados más en comparación con el fresco pasillo en el que estábamos. Al fondo de la cuevita hay una puerta de acrílico que divide el área restringida a la que solamente la NASA, científicos de alto rango, el ejército….¡¡Y por supuesto el Grupo puede pasar!! Nos regalaron la oportunidad de estar unos minutos del otro lado del cristal para ver con nuestros propios ojitos la magia de los cristales que vieron formarse al mundo. La energía de este lugar es increíble, te invade. El vapor empaña todas las superficies y hay que caminar con muchísimo cuidado porque las piezas de selenita están mojadas y resbalosas por el vapor. No puedes evitar acariciarlas mientras caminas junto a ellas. No están calientes, son suaves como si acariciaras una pieza de mármol, pero tienes que ir muy atento porque en un descuido puedes caerte y terminar con un par de costillas fracturadas si acabas en el suelo.

Comienzas a sentir que no puedes respirar bien mientras el sudor se pega a todo tu cuerpo. Das unos tragos al agua y te limpias el sudor de la cara para seguir observando. Estamos a 44°C –un día con un excelente clima, ya que se llegan a tener hasta 48°C en esa zona- y no puedes caminar demasiado porque a cada paso que das el calor aumenta. Ni siquiera los científicos equipados han podido llegar al fondo de la cueva por el calor que hay. Las condiciones aquí son tan extremas, que se utilizó este lugar para probar la sonda espacial “Curiosity” que anda de visita en Marte. ¡¡Así que ya vimos que si estamos capacitados para andar en Marte cualquier día de estos que se organice un viajecito, ja ja ¡

Comenzamos la retirada haciendo el uso de nuestras ya no demasiadas fuerzas. Salimos Francis y yo junto con Rod Araujo, quien nos comparte una toalla fría que se sentía como gloria al enredártela en el cuello por unos instantes. Aquí de este lado del acrílico, si podemos tomar fotografías y todos felices por haber pisado lo que más se asemeja en la tierra a la superficie de otro mundo nos preparamos para nuestra foto grupal como otra cumbre más alcanzada por nuestro Grupo.

Después de regresar a la superficie y darnos unos minutos para recuperarnos, nos invitaron a una visita al museo de la mina y el Capitán se integró a nuestro Grupo ya no en calidad de representante militar, si no de un nuevo amigo que se notaba se sentía muy orgulloso y feliz de mostrarnos todas las chuladas de este lugar. Fotos por aquí, fotos por allá y cuando estábamos dispuestos a retirarnos e ir a visitar Parral, el Capi nuevamente rebasó nuestras expectativas al invitarnos a comer a su propia casa, ya que su esposa había preparado “unos frijolitos y una sopa de arroz” para los visitantes de Guadalajara…. Y pues como nos dicen los negaditos y había que recuperar los kilos perdidos con tan extrema sudada, allí vamos al pueblo a comprar un par de kilitos de T-bone para acompañar los frijolitos y otro tanto más de ingredientes para el platillo principal de nuestra anfitriona: una Discada, que es un platillo típico de Chihuahua preparado con carne casi molida, salchichas, chorizo, verduras y no sé que tantas cosas… y ya después de haber demostrado que si somos re-buenos para explorar somos aún más buenos para comer, todavía nos tocó una visita guiada por las instalaciones de la Base Militar de Santa Gertrudis, donde pudimos darnos cuenta de que no la pasan tan mal los soldados y que si bien viven a kilómetros perdidos en medio de la nada, se la pueden pasar bien cachetonamente junto con sus familias en este lugar que cuenta con escuelas, banco, tienda, alberca, área de juegos infantiles, comedor, caballerizas, hangares, pistas, corrales ganaderos y sobre todo, una amabilidad de todos a quienes nos encontrábamos en el camino, que me hizo cambiar mucho aquella opinión que tenia yo de los soldados prepotentes y malencarados... Una de las particularidades que nos platicó el Capitán, es que en este lugar se realiza una vez al año una batalla real con balas reales y toda la artillería, para que el Presidente pueda constatar el desempeño de las fuerzas armadas. Aquí también se crían los bellísimos caballos del ejército que por cierto, tienen una alzada impresionante, además de otras especies como venado rojo, venado cola blanca y búfalos.


Todo llega a su fin y aunque de verdad disfrutamos cada minuto del día, finalmente la luna que brilla a todo lo que da iluminando la silueta de una avioneta “Cesna” que está estacionada en una de las pistas de aterrizaje, nos indica que es hora de retirarnos ya que estamos casi a 3 horas y media de Chihuahua capital y todavía hay que regresar para allá, para salir mañana tempranito a Guadalajara de regreso. Un viaje irrepetible. Creo que todos estábamos verdaderamente agradecidos por la magnifica oportunidad que se nos regaló de haber conocido lugares tan increíbles como estos. Creo que definitivamente no será la última vez que visite Chihuahua y ojalá de verdad hubiera oportunidad de regresar a Naica en alguna ocasión.  La luna nos vigilaba en nuestro regreso y era muy sencillo imaginar que habíamos estado allí después de haber salido de la Cueva de los Cristales.



Presentaciòn de obras de Jorge Neyra

“Buenas noches socios e invitados del Grupo Colli. Yo soy su guía fulanito y como retaguardia estará nuestro compañero tal….” Esas son palabras que estamos acostumbrados a escuchar a bordo del camión que va arrancando a nuestro destino o mientras nos acomodamos la mochila para comenzar a caminar. El pasado jueves 27 de septiembre, tuvimos una excursión distinta, donde los más de 100 asistentes independientemente de si nuestra condición era A, B, C ò con trabajos camino disfrutamos de la mano de un gigantesco y reconocido guía, gozamos al recorrer una a una, las 14 montañas más representativas de nuestro país.
Desde su geografía, características topográficas, fauna endémica, descubrimientos científicos y arqueológicos, éste viaje que disfrutamos cómodamente desde nuestros asientos, contó con el apoyo de bellísimas ilustraciones y una enorme investigación tanto de campo como de biblioteca. Una a una comenzaron a desfilar ante nosotros las “Altas-Altas Montañas” con sus glaciares y caras ocultas para la mayoría de nosotros todavía, las “Altas Montañas” con sus rutas más conocidas, las pequeñas pero imprescindibles dentro del catálogo de un buen montañista. “¿Cuántas veces, a tenido usted Sr. Guía la oportunidad por ejemplo de pisar las cumbres del Izta?” preguntó sin empacho uno de los excursionistas en esta velada…. “mmm a la cumbre como tal…unas 40 veces, sin contar los ascensos a otras alturas, las circunvalaciones por la base, algunas excursiones guiadas…” fue la respuesta discreta y prácticamente en voz baja que a más de alguno nos dejó tremendamente sorprendidos y con ese gusanito que se queda bien metido de decir “¡¡yo también quiero!!”

Mapas. Muchos mapas. Fotografías, anécdotas y miles de horas de pasos dados, respiraciones forzadas, alguno que otro hueso roto, noches de hipotermia y los latidos de un corazón que seguramente sientes que se te va a salir volando del pecho cuando estás parado en las puntas que sostienen el techo del mundo. Las montañas tienen magia. Una magia que te invita a conocerlas, a preservarlas para los que seguramente vendrán detrás de ti con el mismo impulso que te lleva a meter tus cosas en una mochila y estar dispuesto a caminar por horas y horas mientras que otros te dicen “estás loco”.

Atlas, libros y folletos firmados con cariño y sencillez agradeciendo el haber participado en ésta excursión. Risas e intercambio de saludos al sabor de una buena agüita de Jamaica. Fue una cumbre que hicimos todos juntos, felices de ver rostros que tenían mucho tiempo sin estar presentes y caritas nuevas que sabemos que pronto serán parte de los guerreros de montaña que no podrán faltar.

Jorge Neyra Jáuregui, montañista, fotógrafo y ecologista.

lunes, 3 de septiembre de 2012

¡Que bonito està Amacueca! ò el Grupo Colli contra la selva amazónica que nos saluda…

Y pues algunos quizá porque ya era hora de salir un rato, otros por total y plena convicción.   Uno que otro  que llegó atraído por la curiosidad y ver de què se trata esto y pues otros màs que fueron cayendo de uno en uno.  7:10 am y allí estábamos bien puestos todos: 28 valientes con rete-hartos animos y toda la buena vibra para ir a averiguar què nos querìa contar la sierra detrás de Amacueca y sus húmedos alrededores.

Yo no conocía Amacueca y aunque bien San Google Maps me indicó que estaba cerca de Zacoalco y que atrás de allí quedaba un cerro, ni por aproximación te indica lo bonito que està el rancho.  Todo limpio, ordenadito.  Las calles de piedra laja, tejabanes y su típico templo con aires de la época de la conquista, kiosquito lleno de flores y gente amable por todas partes.   Desayuno rapidin en la plaza del pueblo mientras que algunos aprovechan para comprar productos de la región. 

Vista de Amacueca

Las calles empinadas y en proceso de reparación le marcan pronto el alto a nuestro camión y pues la caminata comienza un poco antes de lo esperado….   Lo primero que me viene a la mente es pensar en lo mucho que ha llovido, porque el camino parece betùn de chocolate y pues chin-chin el que se caiga, porque se va ir enlodado hasta llegar allà arriba. 

Pasamos varias trampas de esas que se ponen para que no puedan pasar las vacas y de repente nuestra señora Presidenta y guía dice:  “Bien, aquí comienza el sendero”….y pos todos nos quedamos como diciendo “¿Aquí còmo en donde…?” porque lo único que había era un hierberal que no tenia nada que envidiarle a la selva lacandona y pues si, a punta de determinación y un “fíjense bien donde pisan” alla vamos abriendo brecha entre la hierba, que ya de momento no sabíamos si se doblaba ante el peso de nuestros pies ò de nuestras carcajadas, porque lo que no se le ocurria a uno, se le ocurria a otro y esto ya parecía maratón de puntadas.   Còmo siempre en fila india y siguiendo las instrucciones de indicar a nuestros compañeros de atrás las advertencias del camino, las indicaciones de “espinas a la derecha”, “tronco atravesado” ,  “cuidado con la cabeza”…se alternaba con expresiones como “ooopssss, arenas movedizas a la derecha….”, “ Caimàn a la izquierda”, “¿¿Alguien trae una cazanga??” y “Chin….¡¡Para que me traje shorts ahora!!”

Las ortigas, plantas que vienen sacándole ronchas a algunos, espinas y gusanos quemadores a montòn comenzaron a dejar de ser el tema de plàtica cuando poco a poco  se empezó a escuchar la fuerza del agua de algún rio que corria paralelo hacia nosotros… “Chin…se me hace que vamos a tener que cruzar” y si, a algunos cuantos metros de distancia llegamos al coqueto riachuelo que parecía digno de una postal hasta el momento en el que alguien se mojaba màs de lo esperado.  Segumos caminando con nuestra nada discreta presencia esperando que llegara “el claro” que Toñita nos decía que estaba un poquitito màs delante….  Al llegar allí varios compañeros nos indicaron que habían recibido piquetes de abejas en el camino, aunque afortunadamente nadie era alérgica a ellas hasta ese momento. 

Nuestro primer cruce de rìo
Seguimos caminando y de repente la instrucción era un alto total, ya que con tanto hierberal era muy complicado no perder la vereda y en un par de ocasiones tuvimos que dar marcha atrás algunos metros.  Llegamos a un punto donde se escuchaban varias abejas y la orden de Toñita para evitar algún incidente fue que guadaramos silencio para no alborotarlas y caminar  un tanto espaciados entre uno y otro, tranquilos y sin manotear para no hacer enojar a la colmena y nos recordaran que los intrusos aquí somos nosotros.  Yo por si las dudas, mejor me acomodè bien el buff tapándome las orejas y me amarre un paliacate en el cuello para que por lo menos tuvieran menos carnita donde picar (còmo si su aguijòn no fuera capaz de atravesar sin problemas una simple playera de algodón), pero bueno, allí vamos ahora todos sigilosos buscando el camino y tratando de no hacer mucho ruido para no molestar a los insectos. 

Afortunadamente después un unos minutos salimos de ese espacio  y llegamos a unos maizales.  El camino seguía húmedo y sinuoso hasta sacarnos nuevamente al bosque ya màs cerca de la cima.  Un empedrado que servia de cauce para el agua que bajaba había funcionado en algún tiempo como el “Camino Real de Tepec” y ahora era nuestra ruta a seguir y nos recordaba a màs de alguno el por què una caminata tipo A siempre será una caminata tipo A… allì vamos pian-pianito trepando por las piedritas hasta llegar a un espacio lo suficientemente amplio para sentarnos a comer.  Son casi las 3 de la tarde y vamos algo retrasados para los que quieren llegar  a la cima.  Sacamos nuestra foto de grupo y nuestra guía nos ofrece la alternativa de crear dos grupos: uno que siga su camino hasta arriba (con la clara advertencia que de allí “comenzaba” ahora si lo pesado!!!) y otro que quisiera regresar con tranquilidad para poder ir haciendo la bajada por las piedras sin prisas ni presiones y esperar a que llegarà el grupo de cumbre para el retorno a casa….

Disfrutando el camino

Sin mucho pensarlo un pequeño grupo decidimos que si bien quizá la vista desde la cima iba a ser hermosa, la presión para bajar rápido entre el largo montòn de piedras y la posible lluvia que nos amenazaba era innecesaria, asi que después de terminar de comer, 8 comenzamos el tranquilo descenso piedra a piedra a paso de gallo-gallina, disfrutando sin problema del hermoso paisaje que nos rodeaba, sentándonos a descansar para que todos agarraran aire y aùn asi,  el camino de bajada a Tepec estaba màs maltrecho de lo esperado por el temporal y es en esos momentos cuando te gustaría tener algo de cabra montesa porque aquí el chiste ya no era ver que tan bueno eres pa`l piedrero, si no que no fueras a terminar de sentòn arriba de alguna. 

 Afortunadamente y gracias a la paciencia y tino de nuestro reta, que en estos momentos ya se había convertido en el guía, nadie sufrió ni un rasguño y después de imaginar el esfuerzo que significaba para un caballo el tener que pasar por ahí, llegamos al final del piedrero y nuevamente al rio que nos separaba del pueblo.  A estàs alturas, ya teníamos un nuevo compañero en el grupo que nos mostrò el mejor punto para brincar el arroyo: un amigable y hasta bonito perro negro de pelo brilloso y ojos simpàticos que no tuvo problema en acompañarnos al pueblo.  Caminamos un poco por un sendero pequeño en el que había unas plantas de hojas verdes con pequeños puntos en color fucsia que daban la apariencia de ser fosforescentes entre la oscuridad producida por lo tupido de los arboles que allí se encuentran “Bienvenido a Pandora” fue lo primero que me vino a la mente.  Vimos algunos nogales y cafetales que había en el camino, conociendo de primera mano sus frutos en estado natural y pegado al árbol y finalmente después de algunos pasos mas, llegamos finalmente al centro del pueblo.  

En mientras que llegaban nuestros aguerridos compañeros, fuimos a dar una vuelta a ver que había que se pudiera comer por ahí y también a dar una reconocida al pueblo y sus alrededores.  Es impresionante notar que desde el pueblo se puede apreciar la enorme cascada que se hace por el temporal y se encuentra junto a un mirador que fueron a visitar los del grupo que decidieron seguir màs para arriba.  Despuès de un casi una hora, algunos gansitos, tostadas de lomo y un poco de descanso en la plaza, llegò el segundo contingente feliz y dispuesto a despacharse una hora de tacos ò ya de perdis un par de tamales con atolito por aquello de las calorías perdidas.

Todos regresamos felices.  Cansados y algo enlodados pero con una sonrisa de esas que solo nacen de disfrutar la deliciosa sensación de estar vivo.



Vista del Valle desde el cerro de Amacueca
 

lunes, 6 de agosto de 2012

-¡¡Vàlgame Dios, ahora también Bombera….!! No quiero preguntar què es lo siguiente que se te va a ocurrir….-

Al andar por el campo y los cerros firmas un contrato muy importante: El de la responsabilidad.   Primeramente en ser responsable contigo mismo y ya después, con tus compañeros, con la tierra que estàs pisando y con los que vengan después de ti a recorrer el camino en el que estàs parado y quieren encontrarlo con la misma belleza con la que te lo entregaron.

Esto no se trata nomàs de aventar tiliches dentro de una mochila, comprarte unas buenas botas y vámonos recio, no, no.  Se trata también de que màs allà de un enorme e indispensable entusiasmo a prueba de peñones y acantilados, necesitamos también tener preparación tècnica para enfrentar gloriosos las emergencias y los desastres.  Asi que recordando que el lema de nuestro querido Club es “Salud y Honor” y no “Vale màs aquí corrió que aquí murió” nos dispusimos con mucho ànimo a recibir el curso de Control y combate de incendios en las instalaciones de AICA,A.C., impartido por el TUM Manuel capacitador estatal de bomberos, el Paramèdico experto Erik  y nuestro apreciado compañero Nèstor, quièn estuvo con nosotros paso a paso vigilando que no fuera a convertirse ninguno en pollo rostizado durante las diversas practicas que tuvimos.


La clase teórica fue muy interesante. Comprendimos còmo se origina el proceso que genera una combustión y los diferentes tipos de incendios que hay… Una de las cosas que por lo menos a mi me diò “ñañaras” fuè cuando Manuel pidió 2 voluntarios para hacer un sencillo ejercicio, el cuàl yo pensé se trataría de sostener algún bote mientras su contenido se inflamaba como soplete ò algo por el estilo y ¡Ah que alegría me diò no haber levantado la mano a tiempo!, ya que nuestras valientes guias Toñita y Vany nos ayudaron a comprobar mediante incendiar su dedo índice con gasolina que el fuego se apaga en forma instantánea al quitarle el òxigeno del rededor….¡Ya desde aquí comencé a pensar si mejor no hubiera sido màs conveniente quedarme en mi casa a echar lavadoras y que esto iba a estar màs hardcore de lo que mis nervios iban a poder manejar! Pero bueno, como mi lema favorito dice “ A lo hecho, pecho!” y pues ya estamos aquí y venimos a perderle el miedo a la lumbre, que comience la fiesta…¡¡Ya què!!!!



Despuès de conocer los efectos del humo y las temperaturas en un cuarto cerrado donde se quemò algo de papel con gasolina, alli vamos todos muy formaditos y bonitos a integrar nuestros equipos para trabajar en las pràcticas.  Una situación básica en este tipo de emergencias es el trabajo en equipo y la confianza  ciega, plena y absoluta que debes de tener en tu líder y tus compañeros…. ¡Y vaya que si es ciega! Porque entramos en un laberinto lleno de humo y trampas donde la visibilidad es cero absoluto y el chiste era entrar y salir todos juntitos.  Aquí por lo menos yo aprendì que la capacidad de adaptación de todos tiene que ser muy rápida, ya que en un momento nuestro reta se conviriò en el guìa y ahora sì que a gatas y tocando con nuestra mano izquierda el muro que nos servìa de “mapa” para encontrar la salida y la mano derecha en el tobillo del compañero de adelante para no perderlo, pudimos encontrar la salida.  


Ya de allí nos sentiamos listos para que nos enviaràn directito a chambear a Protecciòn Civil,  pero de repente nos encontramos con una construcción de tres pisos incendiada en varios puntos, donde teníamos que entrar como equipo para aplacar las llamas de las 3 plantas y salir hasta el techo.  Nuevamente, y còmo equipo de futbol americano planteamos nuestra estrategia para realizar nuestra labor con éxito: Toñita corta la luz,  Nacho revisa y abre la puerta y ataca incendio planta baja,  piso 2 es mìo, piso 3 le tocà a Belen; Nacho revisando que no se volviera a prender ninguna flama en la retaguardia y Nèstor echándonos porras y viendo que nadie fuèramos a terminar en el sótano por error.  Aquí el chiste además de cargar el bendito extinguidor de 9 kilos por toda la escalera,  era no terminar con todo el polvo en la garganta, porque aùn con todo y pañuelo yo termine con polvito hasta en los dientes, ¡ah pero eso si!  Todos muy contentos porque logramos llegar a nuestro objetivo en excelente tiempo y festejando a los demàs equipos que hacian lo suyo con gran profesionalismo y animos tambien!



Despuès de conocer de “lejecitos” una actividad llamada “Pantalla de fuego” en la que se capacitan bomberos profesionales, participamos en una dinàmica con los ojos cerrados otra vez…Todo iba bien mientras nos trajeron caminando de aquí para allà agarrados como si estuviéramos jugando culebrita y dándole cada uno información al que venia detrás sobre què estábamos pisando ò sintiendo, el problema fue cuando llegamos a algo que yo sentía como un tubo de metal estrecho (en mi imaginación era algo asi como una tubería, una alcantarilla ò un tanque de gas de esos largotes ò algo por el estilo…)  había olor a humo y ya no sè si lo que sentía era el calor del sol en el brazo ò de plano había algo quemándose allì.  Mi aversión a los espacios estrechos y claustrofobia mal dominada encendió todos mis foquitos de alerta cuando la voz de Nèstor me indico que me metiera….

-¿Me puedo destapar los ojos para ver?
 -¡¡No!!
-¡Me da miedo entrar allì…-
-¿Por què?-
-Porque no sè en donde me voy a meter y me siento muy insegura-
-¿Confìas en tus compañeros?
-Si.-
-Ellos ya entraron y van adelante, tù también puedes, además ya tienes un pie adentro…-

Y pues si, con la idea en mi mente de que en la punta de la fila iba el estimado Señor Melecio y que si èl podía pasar por allí y todavía no se escuchan sus gritos de que se hubiera atorado en algún punto, yo también podría caber sin problema, pues allí vamos.  No recuerdo quièn iba exactamente detrás de Melecio, pero después venia Vany y atrás de ella Toñita, luego estaba yo, y agarrando mi tobillo venia Belèn.  Despuès de arrastrarnos como unos 5 metros pecho tierra por ese conducto, yo comencé a sentir que llevaba como 50 metros arrastràndome y seguía sintiendo el olor a humo (que al final me di cuenta que solo estaba en mi mente porque no había nada encendido) malamente  empecè a dejar volar mi cabecita sobre què pasarìa si el conducto -ese largo e interminable-  se llenaba de humo y lo difícil que serìa respirar allì dentro y que solo tendrían algunos minutos para poder rescatarnos…¡y chales!! Ya en eso mi corazón comenzó a correr con màs fuerzas que mi imaginación y comencé a sentir mucho miedo.  Dije en voz alta “siento pánico” y creo que lo único que obtuve fue poner nerviosos a mis demás compañeros. Toñita me dijo que todo estaba bien, que me controlara y seguía escuchando las voces e instrucciones de los que iban adelante.  Despuès de un metro màs de camino, llegamos a un espacio como un cubo de concreto donde habia un poco de agua agua,  mayor altura y el “olor” desapareció. Seguimos arrastràndonos y sentì un gran aliviò al tocar pasto con mis manos porque eso significaba que ya estábamos afuera y a nivel del suelo a donde quieran los sigo.  Seguimos caminando como culebrita a paso de gallo-gallina todos ariscos por lo que nos pudiéramos encontrar  y finalmente llegamos a una habitación amplia y ventilada donde pudimos destaparnos los ojos y compartir  cada uno de lo que sentimos al realizar este ejercicio.   Creo que mi criptofobia recibió una importante lección con esta pràctica y me sentí muy bien al haberlo terminado junto con mis demás compañeros.  Todo el mundo aprendió algo muy valioso de èsta actividad y entre todos comentamos la importancia de confiar en tu equipo. De aquí nos fuimos a recibir una clase teórica sobre Busqueda y Rescate donde se platicò sobre la importancia de dejar señales y tener un protocolo de búsqueda dentro de nuestro Grupo….

Yo en lo personal, me llevo muchas satisfacciones de este curso y aunque espero que nunca, jamàs, ever, forever, sea necesario tener que poner en pràctica nuestras técnicas aprendidas, mi aprendizaje obtenido va màs allà de aprender a valorar un incendio. No dejo de sentir un enorme reconocimiento para todos aquellos que dedican su vida todos los días a ponerse en riesgo para llevarnos de vuelta a casa sin ni siquiera conocernos…..


(Todas las fotografias son del albùm Nèstor Gtez, con el respectivo consentimiento de su parte.  ¡Gracias Nèstor!)

martes, 24 de julio de 2012

Acùsame

Acùsame de haberlo intentado todo.
Habla de mi,  dì que fui cayendo en el camino,
raspando mis rodillas y limpiando con mis manos empolvadas
alguna làgrima que no debió salir…

Difama mi nombre y los recuerdos,
maldice aquella hora traicionera
en la que tus ojos se perdieron con los mios
y te dije que eras para mi…

Dile a todos que soy solo un fracaso,
que sueño con quimeras, con príncipes y lobos.
No escucho de razones,  ni motivos
y solo por instinto llego a sobrevivir…

Grìtale al mundo tus desprecios,
remoja en ponzoña  mis heridas
borra mis rastros de tu vida,
pero a ver a quièn engañas cuando llores en silencio
y recuerdes quièn fue quien te enseño a sentir.


lunes, 23 de julio de 2012

Vagabundeando en mis pensamientos....

I.-
Quisiera llenarme las manos de ti. Untarte en piedras y paredes y ver còmo poco a poco germinas mientras la lluvia te envuelve como si fueran mis besos...


II.-
Pensè. Me sentè debajo de un árbol enorme y frondoso y me dediquè a observar sin prisas todo lo que había a mi alrededor. Cuando mis ojos se llenaron de todo lo verde que me miraba en silencio, pensè que debía de caminar y en mi camino, fui juntando pedazos de otros pensamientos….

Mis bolsillos, mochila y hasta mis manos pronto estuvieron tan hartos de tantos pensamientos que hubo un momento que ya no puede seguir. Me sentè y juntándolos a todos como pude entre mis manos, los aventè hacia arriba como cuando le das libertad a los pàjaros y entonces vi còmo se convertían en cuentas de colores y volaban en el aire de la tarde….


III.-
Si yo soy rara…lo acepto. No me importa quièn es la actriz de moda ni si para està temporada viene el rosa ò el azul…

Soy extraña, lo comprendo. Me da igual la marca del vestido, no me importan los nombres ni apellidos, y si me lo preguntas cambio el Ritz por un cielo muy azul…

Estoy loca, me lo han dicho. No me asustan los dramas ni tormentas, me aburren las murallas, juego con telarañas y prefiero andar llena de polvo en vez de ser un maniquì….


IV.-
Voy a lavarte en agua de sal. Si, de esa que lo cura todo. Porque no hay mancha, dolor ò angustia que no pueda ser reparado al quedar bien enterrado en medio del baile incesante de las olas del mar …


V.-
Sabes que es tù lugar. Aunque nunca antes has estado allí, tus pies y tus manos reconocen el camino y sientes una extraña confianza de sentirte en casa. Los ruidos y olores te arrullan. No hay nada que te cause temor y si algo es nuevo ò desconocido el deseo innato que brincotea dentro de tus entrañas es el de ir a averiguar què será ese juguete nuevo que no sabìas que estaba en la canasta….

Volteas al techo y solo hay aire. Respiras profundamente al mismo tiempo que tus manos halan el pasto sobre el que estàs recostado. Cierras los ojos y guardas silencio mientras escuchas el latir de tu corazón que poco a poco se funde con el de la Tierra…


VI.-
Tù estàs pegado al suelo, yo no...


VII.-
-¿Què haràs el dìa que yo me vaya…?
-Recorrerè el mundo.
-¿Y por què no te vas y lo recorres de una vez?
-Porque me gusta estar contigo…
-¡No entiendo! Quieres recorrer el mundo pero quieres estar aquí conmigo. No se pueden querer cosas tan diferentes al mismo tiempo, eres tan contradictoria y poco racional. A lo mejor por eso estàs aquí conmigo, alguien que no fuera tù, habrìa salido corriendo desde hace mucho tiempo….


VIII.-
Amo las mañanas frias y los dìas lluviosos. Los amarìa màs si en vez de darle un sorbo a mi cafè, le diera un sorbo a tus besos... pero no importa. No por desearlo existes y sin embargo huele tan delicioso tu recuerdo meneàndose dentro de èsta taza...


IX.-
Solemos matar de un solo golpe aquello que decimos amar… En una mente confinada a su propio vacìo, nos retorcemos de goce al ponerle rejas a todo aquello que debiéramos de ponerle alas e insuflarle aliento…


X.-
Segùn va pasando el tiempo, me doy cuenta de que cada vez me maquillo menos y me despeino màs….


viernes, 13 de julio de 2012

Micos I y el fantasma de Gonzalo N. Santos en Taninul

¡Quièn diga que no le daba “ñañaras” la idea, de seguro miente con todos los dientes!  Quizà algunos de los màs guerreros lo habían hecho antes… No lo sè.  Quizà otros, solamente soñábamos en lo que debería de sentirse al caer de un pequeño precipicio.  De seguro había a quienes, les imponía la emoción de atestiguar la marca del ombligo de Mèxico… Como sea, allí estábamos todos.  Unos màs puntuales y otros màs después, acomodando con alegrìa bultos y mochilas y dando un rondin de inspección al lugar asignado dentro del camión y saludando a los compañeros de viaje…  Nuestra Guìa va y viene para acà con su inseparable tabla y registrando a quienes van llegando y quienes faltan.  Como siempre, no faltaron las expediciones al Oxxo para terminar de acarrear provisiones y botellas de agua….¿Ahora si, todos listos y completos?  Bien….  “Bienvenidos todos a nuestra excursión de Salto a Micos, Grupo Colli… con ustedes y para servir a Dios y a todo aquel que lo requiera estamos su guía Vany y su inseparable media naranja Miguel”.  Todos calladitos y bien portaditos escuchamos con cuidado nuestro itinerario a seguir, instrucciones y recomendaciones.  “Elijan quienes quieren participar en què actividades para poder organizar los grupos, esperamos llegar al amanecer a nuestro destino y si nadie màs tiene màs dudas ni comentarios, allà vamos bien puestos…”  

Pronto la ciudad y su montòn de luces comienzan a quedarse atrás…  Suponemos que estamos tomando la autopista, pero la verdad no nos mortifica mucho el camino a seguir.  Risas y murmullos amistosos se escuchan por todas partes, algunos niños pequeños ya encontraron su lugar para dormir y nos causan envidia a todos aquellos que todavía no estamos seguros cuàl será la mejor posición en el asiento.  Nos esperan casi 11 horas de camino.  El autobús es muy grande, lleva aire acondicionado y todos los servicios.  Aùn asi, hacemos un par de paradas “técnicas” para estirar las piernas un poco.  Un viaje sin mayor contratiempo que un tremendo bache ò tope que brincamos como por ahí de la 1:00am y a mi por poco me hace pegar en el techo…. Cuando te das cuenta, una voz muy familiar nos dice “Buenos días…hora de llegar a desayunar”  ¿En dònde estamos? ¡Quièn sabe!! , indagando aquí y allà pronto descubro que estamos en algún punto cercano a Ciudad Valles, SLP.  Llegamos a un restaurancito a pie de carretera que ofrece una de las especialidades de la región: Gorditas…..rellenas de reteharto chile, porque aquí todo està enchiloso y hasta el requesón te hace llorar de lo picoso que està!    Nos queda menos de una hora de camino sinuoso y lleno de arboles para llegar a la exhacienda el Taninul, el clima es màs càlido de lo que pensé ya que estamos a muy poca altura sobre el nivel del mar… Todo està verde y hermoso y las puertas del Hotel El Taninul se abren de par en par para recibirnos como distinguidos visitantes.  Campamento por aquí, habitaciones por allà, una hora libre para que se desentuman y nos vamos a las cascadas!!

Como en todo grupo grande, en cuanto nos soltaron nos desvalagamos cada uno con sus cuates màs cercanos.  Los que estábamos de acampada dejamos listo todo y nos fuimos a recorrer las instalaciones.  La casona de lo que alguna vez fue la hacienda està enorme.  La construyò un tal Gonzalo N. Santos del cual nos contaron su historia -fue màs malo que el grinch en navidad- y a apunta de horca y machete se adueñò de las tierras de la comarca y causo el terror de sus moradores. Las rocas y cavernas que se ven al fondo de las albercas fueron en algún tiempo un arrecife marino cuando la tierra estuvo en pañales y ahora son un pequeño cerrito que nos hace ojitos a quienes lo vemos desde abajo.  ¡Huele a huevo podrido! ¿Alguien no se bañò antes de salir?? ¡¡No…!!  Es un manantial de agua  aguas termales azufradas que nacen aquí en el corazón del rancho.  Le dieron forma de alberca, pero no hay que hacerle confianza: además de verde es muy profundo, hasta 7 metros de fondo y si te saca un susto si no sabes nadar.

¡Vàmonos porque nos dejan!  Hora de salir y “chin-chin” el que se raje!!  Todos muy enfundados en trajes de baño y bermudas salimos hacia nuestro primer destino: Las Cascadas de Micos.   ¡Curvas por aquí, curvas por allà y ya llegamos!  Nuestros guias locales nos llenan de información lugareña y lo que podemos hacer y esperar.  El Grupo entonces se divide en 2 y los de turístico llegan primero a su destino, el parque de Micos donde podrán chapotear un poco en las aguas tranquilas del rio, observar la naturaleza, relajarse  y especular sobre cuàntos podremos ser los que bajemos completitos y sin raspones de las cascadas.   Los que elegimos seguir la aventura ya no tenemos vuelta atrás, el camión arranca y continuamos subiendo por algunos minutos.  Finalmente abandonamos nuestro transporte y una hilera de cascos bien formaditos y chalecos nos esperan a la orilla del camino.   Con la risa de nervios invadiéndonos a màs de tres, nos ataviamos con la armadura y ahora vamos a bajar un senderito para llegar al rio….

Yo no sè los demás, pero mi mayor apuración era la temperatura del agua… Habìa escuchado historias terroríficas de que estaba màs helada que las narices de un pingüino y pues a lo hecho, pecho, que ya estamos aquí…. ¡Con mucha alegría pude desvanecer mis temores en cuanto meti los piecitos en el rio!  El agua està calientita, tiene un color verde claro maravilloso, hay cascadas y caiditas de agua por doquier y si esto no es el paraíso, es lo màs cercano que podemos tener.  Los guias dan unos minutos para que todos podamos sentirnos cómodos dentro del agua y los màs picados vamos a ver de cerca una hermosa caída de agua como de 20 metros de altura que desemboca en la poza en la que estamos…. Un grito de “vénganse para acà, vamos a comenzar” hace que el corazón comience a palpitar con màs ganas. Esto de aventarse de las cascadas tiene su chiste, porque viendo de arriba para abajo hasta 30 cms marean y ya cuando ves de abajo para arriba, dices “ay que collona que no me quería aventar”, y pues allí van los primeros valientes y por supuesto nuestra Guìa Vany abriendo pista para ver como caìan los demás, mientras que el resto todavía pensábamos si esto era una buena idea ò no…. Al ver nuestra cara de angustia, el guía local nos indicó un camino para bajar sin tanta violencia, y pues con mucho gusto varios optamos por recorrer el caminito de la piedra y pegar un brinquito al agua que fuera menos temerario…total, allí siguen màs cascadas para seguirlo intentando.



De la segunda a la 6ta poza todo fue felicidad: brinquitos chiquitos, toboganes de piedra, chapoteaderos naturales….aùn asì para todo aquel que prefiriera el plan B, siempre había “bajada alternativa” para evitar algún rasguño.   Todos felices y las bromas y carcajadas marcaban el ritmo a seguir.  Como siempre, estaban los aventados que en lo que algunos calculábamos la altura, el tiempo, la posición de la luna y la fuerza de los vientos antes de tirarnos desde algún punto, ya llevaban como 15 brincos en cada cascada.  Todo iba bien hasta llegar a la última cascada…10 metros de “hay les voy”  es la última frontera, y alli si, hasta los màs valientes se detuvieron unos segundos a considerar todas las opciones, pero como buenos compañeros, el problema fue que se aventara el primero para que otros màs también se fueran lanzando.  Uno a uno comenzaron a caer los valientes, mientras que los que consideramos que la adrenalina de bajar agarrándote hasta con las uñas por el camino de piedras y raíces era màs emocionante y menos peligroso.



Finalmente todos abajo en la última poza y satisfechos como guerreros que regresan triunfales de la batalla, comenzamos a nadar hasta llegar al punto de salida y realizar el ascenso por un pequeño caminito que nos llevarà  de nuevo a la carretera.  Nuestros compañeros de turístico ya están allì esperando por nosotros y ¡ni Julio Cesar en sus mejores tiempos fue recibido con tanta gloria como nosotros!   Ropa mojada, carcajadas y un delicioso boing de fresa se quedan inmortalizados en las decenas de fotografías que todos tomamos de ese momento.  Algunos compañeros de turístico se arrepienten de no habernos acompañado mientras que otros nos preguntan còmo nos fue.    Como èsta actividad se llevo màs tiempo del esperado, todos de consenso estamos de acuerdo en realizar actividades grupales en la hacienda, habiendo para elegir entre rapel, tirolesa, sendero interpretativo con visita a las cuevas, ò quedarse a descansar plácidamente en las albercas …. En un tris, la tabla con la lista recorre el camión en manos de Miguel y los grupos se forman y se organizan. 

Alli en la entrada principal del hotel nos ataviaron de acuerdo a lo elegido y vámonos.  Yo me fui con el grupo de caminata  para no perder condición y ahora si parecíamos exploradores de verdad, hasta con casco nos equiparon.  Ivàn nuestro guía, nos mostrò las formaciones rocosas del lugar, algunas especies protegidas que hay en la hacienda, plantas, fòsiles y finalmente entramos a una cueva que se llama El Taninul II.  Bòvedas enormes, estalactitas, murciélagos y una que otra araña  le daban una excelente ambientación a este mundo de humedad y tinieblas, que si bien solo duraba unos 200 mts de largo pero fueron suficientes para ponerles los pelos de punta a màs de alguno con todas las historias de torturados y desaparecidos que nos narraba Ivàn, nuestro guia local.  Un paseo por el bosque de las “Patas de Elefante” gigantes y la entrada a la cueva Taninul II fue el final de recorrido. 


Pero allí no acababa todavía la ventura del dia… y brincando de lo extremo a lo mistico, rematamos con un delicioso temazcal a la luz de los cocuyos y las estrellas…. 


“Buenos días Grupo Colli, son las 5.05 de la mañana y ya vamos todos listos y en camino al Sòtanito de las Golondrinas”, que por cierto todo tiene menos golondrinas, ya que los pàjaros que viven allì se llaman vencejos de cuello blanco.  Tambien hay cotorros verde fosforescente y alguno que otro halcòn avispado que sabe que tiene el desayuno seguro todos los días en este lugar.  568 Escalones nos separan de la entrada a la cueva…màs un tramito de empedrado bien portado.  Llegas allì y te sientes pequeñito, pequeñito.  El cráter es enorme.  Un hoyo gigante en medio de la tierra al que te puedes asomar si te amarran con una cuerda, porque no vaya a ser la de malas que te vayas pa`dentro y ahora si que te llamabas…. Te acercas arrastrándote a la entrada mientras que buscas donde asir firmemente los pies y quisieras que tus manos trajeron crampones para pegarte a las piedras.  No se puede describir la sensación de asomarte a ver las entrañas de la Huasteca.  Todo se ve negro allà abajo.  Un negro tenebroso, oscuro, que sientes que te “jala” y que sabes que tiene el poder de tragarte… Comienza a pegar el sol y los pàjaros despiertan.  Son miles, millares.  Todos salen parejitos: suben en espiral y dan dos vueltas al cráter antes de salir disparados al cielo, aunque eso si, todos bien formaditos y en la misma dirección.  Los halcones pronto consiguen su lunch matutino y salen de escena.  Los pericos vuelan por pequeñas parvadas mientras que el sol hace que se vean brillosos.  Un lugareño nos dice que estos pericos son de cueva, no tienen la cabeza amarilla como los de costa…   Comenzamos el retorno y un curioso encuentra en el libro de visitantes la firma del presidente Calderon del dìa 28 de febrero de 2012, cuando fue a visitar el Sòtano y develar la placa que lo identifica como uno de las 13 Maravillas Naturales de Mêxico.   Entre el buzòn de sugerencias, alguien debería de pedir por lo menos un modelorama a la salida de la escalera ò ya de perdis un puesto de aguas frescas, porque eso de subir a pleno rayo del sol no es de Dios si no te espera algo bien helado al llegar arriba.


Un viaje maravilloso.  Unico.  Donde conocimos muchos nuevos amigos y también se refrendaron amistades pasadas.  Donde te das cuenta que no importan las distancias cuando lo que te mueve es la emoción por descubrir cosas nuevas y te queda ese delicioso sabor de saber què estàs en el lugar en el que perteneces….