Caliente. Delicioso.
Humedad llena de vida que se levanta en humo como si estuviera respirando…
No, no hablo
en esta ocasión de tu cuerpo desnudo y tempraneramente regado.Hablo del café recién nacido que me recuerda entre sorbo y sorbo
el sabor de tus besos y de tu piel
que parecen fundirse entre el olor de estos granos recién molidos.
Sabe a ti, y me encanta
Y sabes lo mucho que me encantas tú y lo mucho que te disfruto sorbo a sorbo
y te quedas callado, observándome con tus ojos de almendras dulces y sonríes
mientras sabes bien que te amo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario