martes, 22 de enero de 2013

Sorbo a sorbo


Caliente.  Delicioso.  Humedad llena de vida que se levanta en humo como si estuviera respirando…
No, no hablo en esta ocasión de tu cuerpo desnudo y tempraneramente regado.
Hablo del café recién nacido que me recuerda entre sorbo y sorbo
el sabor de tus besos y de tu piel
que parecen fundirse  entre el olor de estos granos recién molidos.
Sabe a ti, y me encanta
Y sabes lo mucho que me encantas tú  y lo mucho que te disfruto sorbo a sorbo
y te quedas callado, observándome con tus ojos de almendras dulces  y sonríes
mientras sabes bien que te amo...

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